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El 38% de los españoles sienten ansiedad por perder su hogar, según un estudio de GAD3 y los arquitectos técnicos

La sensación de bienestar entre los propietarios es del 67%, frente al 49% en el caso de los inquilinos.

Agentes de los Mossos d Esquadra durante un desahucio de 8 familias del edificio en Badalona (Barcelona), el pasado diciembre.
Agentes de los Mossos d Esquadra durante un desahucio de 8 familias del edificio en Badalona (Barcelona), el pasado diciembre.Albert Garcia

Casi cuatro de cada 10 españoles han experimentado angustia o ansiedad ante la perspectiva de perder su hogar. El estrés vinculado con el drama habitacional, así como la depresión o la sensación de soledad, se presentan con más frecuencia entre aquellas personas que viven de alquiler. Esos son algunos de los hallazgos de un estudio de vivienda y salud mental elaborado por la consultora GAD3 para el Consejo General de la Arquitectura Técnica de España (CGATE). Los datos son sensibles al nivel de renta o a la situación de vivienda del individuo. La sensación de bienestar está presente en el 67% de los propietarios encuestados, mientras que desciende hasta el 49% en el caso de los inquilinos.

La mitad de los 1.243 encuestados — todos residentes en España de más de 25 años — aseguran haber sufrido una subida del alquiler o la hipoteca en los últimos años. Mientras, el 60% de los consultados menores de 45 años señalan destinar más del 30 % de sus ingresos al hogar, y un 40% se ha mudado alguna vez por razones económicas.

El precio de la vivienda es uno de los principales factores detrás de estos sentimientos: “El coste de las casas en propiedad ha vuelto a los niveles previos a 2009 y el alquiler ha alcanzado su máximo histórico”, reseña el estudio, basándose en datos del portal inmobiliario Idealista. Estas cifras también arrojan que el porcentaje de hogares en propiedad ha pasado a ser el más bajo desde 1991, mientras que el alquiler ha alcanzado su pico máximo desde ese año, con un 16%, destaca la consultora.

La vivienda es el tercer problema vital más mencionado por los jóvenes menores de 35 años, según la encuesta. Solo por detrás de la sanidad y las dificultades económicas en general. Entre los inquilinos, salta hasta la segunda posición en la escala de preocupaciones. “El problema del acceso a la vivienda también compromete la solución de otros retos, como el descenso demográfico. Es imposible que haya reemplazo generacional y un proyecto de vida propio”, ha lamentado Narciso Michavila, presidente de GAD3, en la presentación del estudio este martes en Madrid.

También ha hecho hincapié en que cada vez más jóvenes opinan que la vivienda se está convirtiendo en un privilegio. Así, el porcentaje de los encuestados que consideran el acceso a un hogar como un derecho se ha igualado al de aquellos que lo ven como un privilegio, cifra que gira en torno al 20 %. “Nuestros jóvenes tienen mejores móviles que sus abuelas y viajan más; pero, ¿no será que como saben que no van a tener vivienda optan por hacer lo único que en estos momentos pueden hacer?”, se ha preguntado.

El 35% de los encuestados apuntan a la reducción de tipos de interés como una solución para facilitar el acceso a créditos de vivienda. Mientras, el 27% consideran que lo mejor sería incrementar las ayudas del Gobierno para comprarse una casa. Por su parte, el 41% de los inquilinos consultados abogan por que se limite el precio a los alquileres.

El presidente de CGATE, Alfredo Sanz Corma, ha enfatizado que “el acceso a la vivienda es una herramienta clave para la construcción de la dignidad humana”. “Todo esto son cifras, pero detrás de éstas hay personas”, ha recordado Sanz, quien ha resaltado que el hecho de no poder acceder a una hipoteca es una cuestión de exclusión social. Por su parte, el Director General de Vivienda y Suelo del Ministerio de Vivienda, Francisco Javier Martín, ha llamado a abordar este problema “desde una gran alianza de país” y a hacer esfuerzo “coral”. “Debemos mejorar el acceso a un sector lleno de ineficiencias, ya que solo salvándolas podemos solucionar el problema y evitar una mayor conflictividad social”, ha sentenciado Martín.

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