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Las comunidades dan luz verde a rebajas permanentes de impuestos por 2.260 millones

La Airef empeora las previsiones presupuestarias de las autonomías y prevé un incumplimiento generalizado de la regla de gasto

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.Mariscal (EFE)
Laura Delle Femmine

Las comunidades han mantenido la senda de rebajas fiscales emprendida hace un par de años para hacer frente a la inflación: sus presupuestos para 2024 contemplan descuentos millonarios en impuestos, en su mayoría permanentes. En conjunto, restarán 2.260 millones de euros a los ingresos, y el grueso de ellos estará concentrado en el IRPF. Madrid y Andalucía son los territorios donde se notará más el impacto en términos absolutos, con una merma en la recaudación de 453 y 362 millones, respectivamente, según los datos recopilados por la Autoridad Fiscal (Airef). Los desembolsos, por su parte, crecerán por encima de lo establecido, ya que ninguna autonomía cumplirá con la regla de gasto fijada para el año y algunas hasta llegarán a triplicarla.

El IRPF es el impuesto que más recauda y donde impactan más las rebajas. Las comunidades tienen competencia normativa sobre la mitad de la tarifa, el tramo autonómico, y empezaron a aprobar ya en 2022 reducciones a través de distintas vías —entonces lo hicieron, principalmente, mediante deflactación— para aliviar el efecto de la abrupta subida de precios sobre el bolsillo del contribuyente. De cara a este ejercicio, casi todos los territorios han profundizado en medidas de alivio en la renta —una merma total de más de 2.3000 millones—, salvo Canarias. Estas reducciones dejarán huella el próximo año en las cuentas autonómicas, y en 2026 se notarán el sistema de financiación, que se liquida con dos años de desfase.

La otra figura donde los Gobiernos autonómicos han abundado en las rebajas es el impuesto de sucesiones y donaciones, que tienen totalmente cedido. El impacto será negativo en 442 millones. En este caso destacan las modificaciones en Baleares (78 millones), que en la práctica ha suprimido el impuesto, y Madrid (49 millones) que, pionera de las bajadas impositivas, ha vuelto a ampliar los descuentos en este gravamen. Los cambios aplicados al impuesto de transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados (ITP y AJD) también reducirá la recaudación (88 millones).

También hay revisiones al alza. Las modificaciones al impuesto de patrimonio, en cambio, elevarán los ingresos. Aunque algunas comunidades como Baleares o Cantabria lo hayan reducido, otras, como Madrid, han anulado la bonificación que permitían para quedarse con la recaudación del tributo y evitar que en su territorio se cobre el Impuesto de Solidaridad a las Grandes Fortunas, que es de titularidad estatal y se solapa con el gravamen al patrimonio. También se han aprobado nuevos impuestos propios, sobre todo medioambientales, que contribuyen a mitigar el impacto de las rebajas.

Asimismo, no todos los Gobiernos autonómicos han bajado impuestos con la misma intensidad e intención. En Castilla-La Mancha y Canarias, por ejemplo, la mayoría de las modificaciones fiscales no tiene carácter permanente. La mayor pérdida de recaudación comparado con el PIB se dará en Navarra, Cantabria, Baleares, La Rioja, Comunidad Valenciana y Extremadura. Cataluña y Castilla-La Mancha son los únicos dos territorios donde las subidas fiscales compensarán las bajadas y en Canarias el impacto será neutro. En total, las rebajas acumulan 2.856 millones de euros, compensadas por unas subidas mucho más exiguas, de 595 millones, según recoge la Airef en su Informe sobre los Presupuestos Iniciales de las Administraciones públicas, publicado este jueves. El saldo, los 2.260 millones antes mencionados, es superior en casi 700 millones a la estimación anterior de la organismo, de octubre.

Incumplimiento de la regla de gasto

“La Airef aprecia riesgo de incumplimiento de la regla de gasto en todas las comunidades autónomas”, señala la institución en su informe. Este indicador, fijado en el 2,6% para este año, es un instrumento de disciplina presupuestaria según el cual el gasto público no puede crecer más del crecimiento potencial del PIB a medio plazo, salvo haya permanentes aumentos de ingresos —no se computan en este cálculo los intereses la deuda, las prestaciones por desempleo y los desembolsos finalistas financiados con dinero europeo—. Las que más se acercarán a la tasa fijada serán el País Vasco (4,4%), Madrid (4,5%) y Cataluña (4,8%); las más alejada del objetivo serán Extremadura (9%), Canarias (8,5%) y Baleares (8,2%). La media será del 5,1%.

Las previsiones de déficit del organismo, por otra parte, empeoran con respecto a la estimación de hace unos meses para casi todas las comunidades. Aun así, la mayoría cerrará el año con superávit o cerca del equilibrio —una media del 0,1%, frente a un saldo positivo de dos décimas calculado en octubre— frente al 0,9% de 2023. Solo Murcia y Comunidad Valenciana presentarán desfases abultados, del 1,9% y 1,7% de su PIB, respectivamente. Los mejores resultados serán los de Asturias, Baleares y La Rioja (superávit del 1,1%). El saldo, sin embargo, se deteriorará en el futuro: será negativo en un 0,3% los próximos dos años, frente al superávit de una décima previsto por el Gobierno, y en un 0,2% hasta 2028.

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Sobre la firma

Laura Delle Femmine
Es redactora en la sección de Economía de EL PAÍS y está especializada en Hacienda. Es licenciada en Ciencias Internacionales y Diplomáticas por la Universidad de Trieste (Italia), Máster de Periodismo de EL PAÍS y Especialista en Información Económica por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.
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