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La Airef prevé que el déficit baje al 3% en 2024, pero advierte de un ajuste de 9.000 millones al año

El organismo calcula que el alza del gasto será superior a lo que aconseja Bruselas y que el saldo presupuestario se enquistará por encima del 3% en el medio plazo

Airef UIMP APIE
La presidenta de la AIReF, Cristina Herrero.Juanma Serrano (Europa Press)
Laura Delle Femmine

Una de cal y otra de arena. La Autoridad Fiscal (Airef), el organismo independiente encargado de velar por las cuentas públicas, ha mejorado las previsiones de crecimiento de España para este año, desde el 1,7% al 2%. El dinamismo mostrado por la actividad en el arranque del ejercicio y la fortaleza del consumo interno son algunos de los ingredientes que explican la revisión al alza. El déficit también bajará al 3% del PIB, objetivo comprometido con Bruselas, pero se reducirá el margen para rebajarlo si no se toman medidas adicionales. A partir de 2026 se enquistará por encima de este umbral, el máximo fijado por la UE, y será necesario un ajuste de 9.000 millones al año para reducir el elevado volumen de deuda. Las Administraciones también se saltarán este ejercicio la recomendación europea sobre el aumento del gasto primario neto de medidas de ingresos: según los cálculos de la institución, el alza será del 4%, frente al 2,6% sugerido.

Todo ello, además, se concretará en un “contexto singular”, en palabras de Cristina Herrero, presidenta de la Airef. El Gobierno ha renunciado a elaborar los Presupuestos para el ejercicio, los objetivos de déficit y deuda no han sido aprobados por el Senado, y ya han vuelto a estar en vigor las reglas fiscales europeas aunque quedan muchos detalles “por aclarar”, ha enumerado la economista este jueves en la presentación del Informe sobre los Presupuestos Iniciales de las Administraciones públicas para 2024. De hecho, ha recordado que existe la posibilidad de que la Comisión Europea abra un procedimiento por déficit excesivo a España en base al cierre presupuestario de 2023, que arrojó un desfase entre ingresos y gastos del 3,7% del PIB.

Tampoco está claro si habrá que remitir en abril a Bruselas la actualización del Plan de Estabilidad. España sí deberá enviar en septiembre un plan fiscal estructural a cuatro o siete años que requiere el nuevo marco fiscal europeo. La Airef estima que será necesario un ajuste de 0,63 puntos del PIB al año o 9.000 millones de euros —2,52 puntos en cuatro ejercicios— para que la deuda, actualmente en el 107,7% del PIB, se sitúe en una senda descendente y su ratio sobre el PIB baje en 25 puntos en los próximos 15 años. Si el plan que finalmente se acordara con Bruselas fuera a siete años, una posibilidad que la Comisión ya ha dado por válida aceptando las reformas de los planes de recuperación, la reducción sería de 0,43 puntos anuales, unos 6.000 millones por ejercicio. La regulación europea permite esta extensión a siete años siempre que se lleven a cabo reformas e inversiones que eleven el crecimiento y que apuntalen la sostenibilidad de las cuentas.

El avance del PIB mejor de lo esperado se asienta en un mercado laboral boyante que ha empujado el consumo interno en 2023 por encima de lo previsto. También el consumo público ha avanzado a un ritmo mayor a lo vaticinado, un comportamiento positivo que se suma a la buena marcha de las exportaciones, sobre todo del sector servicios y del turismo. La otra cara de la moneda es la debilidad de la inversión, pese a la inyección de los fondos europeos, y un estancamiento de la productividad. El despliegue del Plan de Recuperación será crucial para que se cumplan las previsiones de alza de PIB para el año. En el medio plazo el avance de la actividad convergerá hacia el crecimiento potencial y se situará en un 1,5% en 2028.

Para este año se espera una deceleración con respecto al anterior —en el que el PIB avanzó un 2,5%— por una ralentización del sector exterior y el consumo público. “Puede haber una recuperación de la inversión, pero depende del impacto del Plan de Recuperación”, ha matizado Esther Gordo, directora de la División de Análisis Económico de la institución.

Subida del gasto

Aunque el organismo prevé que se cumpla este año el objetivo de déficit del 3% del PIB para el conjunto de las Administraciones, su composición será distinta a la estimada en las anteriores proyecciones, del mes de octubre. En primer lugar, el cierre presupuestario del 2023 ha sido mejor de lo esperado en dos décimas —3,7% en lugar del 3,9% estimado— y de cara a este ejercicio solo se ha prorrogado una parte de las medidas anticrisis, lo que de por sí supone un ahorro de siete décimas de PIB. La evolución inercial del resto de gastos e ingresos reducirá el desfase en una décima adicional, pero que queda anulada por el aumento del gasto vinculados a sentencias judiciales, en particular el pronunciamiento del Constitucional que tumba la reforma del impuesto de sociedades de Cristóbal Montoro y la que dictó la devolución del IRPF pagado de más a los jubilados de las mutualidades. La Airef estima que en 2025 el déficit baje al 2,9%, pero que vuelva a subir al 3,1% al año siguiente y alcance el 3,2% en 2027 y 2028 si no se toman medidas adicionales

En lo que sí habrá incumplimiento, aunque no conlleve ninguna sanción por parte de Bruselas, es en la recomendación específica para el crecimiento del gasto primario neto de medidas de ingresos del 2,6%. Si se respetara este umbral, el déficit bajaría al 2,4%. El organismo también alerta sobre la regla de gasto nacional: cree que ni la Administración central, ni las comunidades ni 10 de las grandes ciudades que monitorea respetarán el límite. “Más allá de las consecuencias legales que pudieran derivarse del incumplimiento formal del actual marco fiscal nacional o de la recomendación específica, un elevado crecimiento del gasto computable en 2024 implica un deterioro de las finanzas públicas a medio plazo en un contexto de elevada deuda pública, que, además, elevaría el ajuste exigido por el nuevo marco fiscal europeo”, alerta en su informe.

La deuda pública ha caído con fuerza desde los máximos de la pandemia, cuando superó el 125% del PIB, la ratio más alta en tiempos de paz, pero sigue elevada en absoluto y en comparación con los vecinos europeos, solo por detrás de Grecia e Italia. La Airef prevé que la tasa de pasivo se reduzca este año hasta el 105,8% del PIB, casi dos puntos porcentuales menos que el cierre de 2023 y algo mejor que la última estimación del Gobierno (106,3%). Más adelante, ante una menor contribución del crecimiento nominal y unos mayores intereses, el ritmo de reducción bajará hasta agotarse en 2028, cuando alcanzará el 104,3% del PIB, según los cálculos de la entidad.

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Sobre la firma

Laura Delle Femmine
Es redactora en la sección de Economía de EL PAÍS y está especializada en Hacienda. Es licenciada en Ciencias Internacionales y Diplomáticas por la Universidad de Trieste (Italia), Máster de Periodismo de EL PAÍS y Especialista en Información Económica por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.
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