Los inversores esperan que Powell dé pistas sobre cuándo empezará a bajar tipos la Reserva Federal
El mercado está dividido sobre la posibilidad de una rebaja en la reunión de marzo del banco central
El aterrizaje suave de la economía estadounidense, con una inflación que pierde fuerza sin provocar un deterioro apreciable del mercado laboral, marca la primera reunión del año del comité de política monetaria de la Reserva Federal. Inversores y analistas esperan que su presidente, Jerome Powell, dé alguna pista sobre cuándo empezarán las bajadas de tipos que los propios responsables del banco central pronostican para este año. El mercado está dividido sobre si un primer recorte de 25 puntos básicos (0,25 puntos porcentuales) llegará en la reunión de marzo. De lo que no hay dudas es de que la Fed mantendrá este miércoles el precio del dinero en el 5,25%-5,50%, el más alto en casi 23 años.
La atención se centrará en cómo interpreta Powell los últimos datos económicos. La economía creció en el cuarto trimestre un 0,8% trimestral y un 3,1% interanual, mostrando una sorprendente fortaleza. En el conjunto del año, el producto interior bruto (PIB) aumentó un 2,5%, según la primera estimación publicada el jueves pasado por la Oficina de Análisis Económico del Departamento de Comercio. Mientras, el indicador de inflación preferido por la Reserva Federal se desaceleró hasta el 2,9% en diciembre, situándose por debajo del 3% por primera vez desde principios de 2021, según los datos publicados el viernes por el mismo organismo.
Todas las previsiones apuntan a un enfriamiento de la economía estadounidense en el año recién comenzado. La inflación sigue por encima del objetivo de estabilidad de precios del 2%, pero si se anualizan los datos delos últimos tres o seis meses, ya se habría llegado a la meta. Es decir, todo está servido para empezar las rebajas de tipos, pero la cuestión es cuándo empezar y a qué ritmo para evitar un paso en falso.
Presiones políticas
Aunque el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se ha mostrado muy respetuoso con el papel que le corresponde a la Reserva Federal en la lucha contra la inflación, las presiones políticas de los demócratas para que Powell dé impulso a la economía al comienzo de un año electoral, han comenzado.
La senadora por Massachusetts Elizabeth Warren y otros tres colegas demócratas (John Hickenlooper, de Colorado; Jacky Rosen, de Nevada, y Sheldon Whitehouse, de Rhode Island) han instado a Powell a bajar los tipos para ayudar a reducir los costes de compra de la vivienda. “Los elevados tipos de interés han agravado la persistente crisis de acceso y asequibilidad de la vivienda en el país”, escribieron los senadores en una carta fechada el 28 de enero. “Mientras la Fed sopesa sus próximos pasos en el nuevo año, le instamos a considerar los efectos de sus decisiones sobre los tipos de interés en el mercado de la vivienda y a revertir las preocupantes subidas de tipos que han puesto la vivienda asequible fuera del alcance de demasiadas personas”, añade la misiva.
Nada indica que Powell, nombrado por Donald Trump y renovado en su cargo por Joe Biden, vaya a ceder a las presiones políticas. “No pensamos en política. Pensamos en qué es lo correcto para la economía”, dijo en la rueda de prensa de diciembre. En cualquier caso, el cambio de signo de la política monetaria llega en los meses previos a las elecciones y va a ser difícil que Powell evite las críticas en uno u otro sentido.
Aunque cada palabra que pronuncie este miércoles el presidente de la Reserva Federal se analizará con atención, es posible que adopte una posición de esperar y ver, de remitirse a la evolución de los indicadores. Al tiempo, puede maniobrar con el balance del banco central, que está reduciendo tras la expansión que sirvió para hacer frente a la pandemia. La Reserva puede, por ejemplo, aflojar el ritmo de reducción de sus activos. El mercado está muy pendiente esta semana también de los objetivos de emisión de deuda del Tesoro y de cómo pueden afectar a los tipos de interés a largo plazo y, con ello, a las condiciones monetarias.
“Si la Fed tuviera que recortar tipos en marzo, lo señalaría en la reunión, pero creemos que las probabilidades son escasas porque preferiría esperar a pruebas adicionales de que el crecimiento de los salarios nominales y las presiones inflacionistas subyacentes se están relajando” indican los analistas de Oxford Economics. “Los riesgos a la baja para la economía parecen estar desapareciendo, lo que reduce el riesgo de un escenario en el que la Reserva Federal tenga que recortar los tipos más rápidamente de lo previsto para apoyar la economía. Esto aboga a favor de un ritmo gradual a finales de este año. Prevemos que la Fed bajará los tipos una vez por trimestre, a partir de mayo”, añaden.
Por su parte, Axa Investment Managers pronostica también una relajación prudente de la política monetaria, que llevaría los tipos al 4,75% desde el 5,50% a finales de año, pero con un primer recorte en junio. “Dudamos de que la Reserva Federal se sienta lo suficientemente cómoda con el hecho de que la inflación vaya por buen camino mientras el crecimiento siga siendo sólido” indica David Page, jefe de análisis macroeconómico de la gestora.
Powell ha insistido numerosas veces en el riesgo de cantar victoria antes de tiempo y ha recordado cómo Arthur Burns, presidente de la Reserva Federal en la década de 1970, se mostró tolerante con la inflación y esta se enquistó durante una década en la economía estadounidense. Fue Paul Volcker, del que Powell se declara admirador, el que insistió hasta doblegar las subidas desmesuradas de precios en la década siguiente.
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