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España logra un nuevo récord de empleo con 21,3 millones de ocupados en el tercer trimestre, pese al aumento del paro

Trabajan más personas que nunca, según la EPA del tercer trimestre. A la vez el desempleo crece hasta el 11,84%, cuando habitualmente cae en esta época del año, de la mano de un extraordinario aumento de la población activa

Una trabajadora en una frutería de Valencia, en julio.
Una trabajadora en una frutería de Valencia, en julio.MÒNICA TORRES
Emilio Sánchez Hidalgo

España se ha vuelto a anotar un récord de ocupados: trabajan 21,26 millones de personas, más que nunca según la Encuesta de Población Activa (EPA) del tercer trimestre. Son 209.000 empleados más que en el segundo trimestre, un incremento superior al habitual en estas fechas. El número de parados también crece, hasta 2,86 millones y una tasa del 11,84%, 92.700 parados más, cuando este dato suele caer en esta época del año. Estas cifras denotan fortaleza del mercado laboral, pero también parecen apuntar a los efectos del complejo escenario global, como la ralentización económica en países vecinos, los altos tipos de interés o el mordisco al poder adquisitivo de la inflación, que tras iniciar una senda de moderación en los últimos meses volvió a repuntar en septiembre.

Estos datos se ven condicionados por un extraordinario avance de la población activa, es decir, las personas que trabajan o que están buscando un puesto de trabajo. Este trimestre ha aumentado en 301.000 personas, más que nunca si excluimos los saltos anómalos de la pandemia. Ni en la época de la burbuja del ladrillo se había dado un incremento de estas características. Una posible explicación es que la pérdida de poder adquisitivo esté empujando a algunos miembros inactivos de algunas familias a trabajar. A la vez, la alta capacidad del mercado laboral de absorber trabajadores en los últimos meses también puede estar animando a incorporarse al empleo a personas que hasta ahora no lo hacían. Por primera vez, la población activa supera los 24 millones de personas.

La economía española es muy estacional, dado el peso de actividades como el turismo. Cuando el sector servicios despega, el mercado de trabajo acelera, y cuando los turistas vuelven a casa, el empleo modera sus cifras. El final de la temporada en septiembre condiciona los datos de este trimestre: en la década precedente —sin contar el dato distorsionador de 2020, en plena pandemia—, el número de parados cae en este periodo del año en 142.270 personas de media. Sin embargo, esta vez los parados han aumentado en torno a unas 92.700 personas. A la vez, la ocupación también suele crecer, concretamente un promedio de 172.810 en los 10 años anteriores (de nuevo apartando el dato de 2020). En el tercer trimestre de 2023 lo ha hecho más, en 209.100 trabajadores, casi el triple del alza de 2022 (77.700).

A consecuencia de estos datos, la tasa de paro también se suele contraer en el tercer trimestre, una media de 0,62 puntos. Sin embargo, en esta ocasión la proporción de desempleados ha aumentado del 11,6% al 11,84%, de la mano del subidón de la población activa.

La menor tasa de paro registrada en España en lo que llevamos de siglo es el 7,93% del segundo trimestre de 2007, en plena burbuja del ladrillo. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se marcó como objetivo de la nueva legislatura alcanzar en torno a ese dato de desempleo. Más allá de compromisos políticos, la bajada del paro es una necesidad para que el sistema público de pensiones sea sostenible: la proyección del Ministerio de Seguridad Social es que a futuro se dé una caída sostenida hasta alcanzar en torno a un 5,5% en 2050.

El Ministerio de Economía hace una lectura positiva de estos datos: “La buena evolución del mercado de trabajo continuó en el tercer trimestre del año pese al contexto internacional complejo, reflejo de la fortaleza y el dinamismo de la economía española que favorece a familias y empresas. Se alcanza nuevo máximo histórico de ocupación y población activa, baja la temporalidad y el paro juvenil registra su menor tasa desde 2008″. El mencionado incremento de la población activa es de 300.000 personas, hasta superar los 24,1 millones, el máximo de la serie y que, según el departamento de Nadia Calviño, “pone de manifiesto la confianza de los ciudadanos en encontrar empleo”

El Ministerio de Trabajo viene defendiendo que la economía española, poco a poco, se está desestacionalizando. El departamento que dirige Yolanda Díaz señala dos causas principales para justificar esta afirmación. Por un lado, la reforma laboral, que ha conseguido hundir la temporalidad en los últimos meses, un mal que parecía perenne en el mercado de trabajo español. Según este análisis, las actividades estacionales han estabilizado buena parte de su mano de obra, de manera que una parte de los que iban al paro con el final de la temporada habrían dejado de hacerlo.

El otro factor que mencionan es el acelerón de las actividades de alto valor añadido. Trabajo defiende que el despliegue de los fondos europeos y la pujanza de actividades como la energía verde están transformando el tejido productivo español. Las estadísticas recogen una evolución positiva de estos sectores, normalmente asociados a mejores condiciones laborales y salariales, pero el avance aún es moderado y el protagonismo sigue siendo de actividades poco productivas.

España sigue notificando una tasa de paro muy superior a la media europea. El 11,8% de paro español contrasta con la media de la Unión Europea del 5,9% (en agosto) y aún más con el 4,8% de la OCDE. Además, desde inicios de 2022 España lidera este mal dato en Europa, un puesto que solía ostentar Grecia en los años precedentes. Con todo, estas cifras denotan una evolución positiva del paro en los países ricos, en mínimos históricos. Los expertos apuntan a una causa principal para explicar este fenómeno, el gasto público desplegado durante la pandemia, pero señalan otros motivos: la contracción de salarios combinada con el aumento de beneficios de las empresas, el envejecimiento de la población o la desconfianza en que el suministro dependa de terceros países ante los problemas recientes. Estos factores también han ayudado a España a fortalecer su mercado laboral.

Los mismos analistas advierten que, posiblemente, a medio plazo el paro se vuelva a torcer en países como España. Advierten de que el escenario global (inflación, tipos de interés altos, menor crecimiento económico...) pasará factura al empleo en los países ricos, como empieza a advertirse en algunos de ellos. “La inflación, el endurecimiento de la política monetaria y la incertidumbre pesan sobre el mercado laboral. Aunque el empleo tiende a reaccionar con retraso a estos factores, parece que ya empiezan a surtir efecto”, explicaba recientemente a este periódico Roger Gomis, economista del departamento de estadística de la Organización Internacional del Trabajo. “Es muy probable que al cierre del año la tasa de empleo para 2023 se haya estancado con respecto al ejercicio anterior”, finalizaba.

Otros datos de la EPA

El detalle de la Encuesta de Población Activa encierra cifras clave para entender mejor el mercado laboral español. Por ejemplo, los datos del tercer trimestre certifican el avance de las mujeres en el mercado laboral. Son más que nunca: 9,89 millones de trabajadoras, casi 80.000 más que el pasado trimestre. Sin embargo, mientras la ocupación global también alcanza un máximo, la de hombres (11,39 millones) está 600.000 por debajo del récord de 2007 (12,09 millones). Así, ellos son el 53,55% de la fuerza laboral y ellas, el 46,45%, ligeramente por debajo de los dos últimos trimestres. A la vez, la tasa de paro masculina crece menos: pasa del 10,19% al 10,26%, mientras que la de mujeres crece del 13,16% al 13,59%.

También siguen ganando protagonismo en el mercado laboral los trabajadores extranjeros. Se han quedado a solo 4.000 ocupados de alcanzar los tres millones, una frontera que nunca han cruzado. Así, hay casi 150.000 trabajadores extranjeros más que en el segundo trimestre, un alza del 5,14%. Es aún mayor el acelerón de los empleados con doble nacionalidad (7,13%), que pasan de 913.000 a un millón. Es la primera vez que alcanzan esta cifra, que hace solo seis años se limitaba a medio millón. Estos incrementos compensan el ligero bajón en el número de empleados españoles, que pasa de 17,272 millones a 17,268 millones. Es decir, toda la nueva ocupación la capitalizan extranjeros y trabajadores con doble nacionalidad.

Por edades también se observa un patrón a destacar: la ocupación crece exponencialmente entre los jóvenes. No es algo sorprendente, al tratarse de la EPA que ilustra el mercado laboral veraniego, cuando muchos afrontan trabajos temporales. Los ocupados de 16 a 19 años se incrementaron un 30,3%, de 162.200 a 211.400; y los de 20 a 24 años un 8,6%, de 1,04 millones a 1,13 millones. Estos datos empujan la caída del número de jóvenes que ni estudian ni trabajan, en mínimos históricos (1.122.600, 700.000 menos que hace una década). El resto de los grupos de edad basculan entre ligeras contracciones o incrementos, con la salvedad de los mayores de 70 años: hubo un 9,83% más de ocupados, de 52.900 a 58.100.

El análisis por sectores también muestra las particularidades del verano, con una caída muy pronunciada en educación: 162.300 trabajadores menos, coincidiendo con las vacaciones escolares. En un contexto de aumento de la ocupación, también cae el sector agrario (-47.800 empleados) y el de actividades científicas y técnicas (-24.000). En el otro lado de la balanza están los incrementos de sanidad y servicios sociales (129.700), del comercio (90.700) y de la industria manufacturera (86.700). En cuarto lugar se encuentra la, a priori, actividad fetiche del verano, la hostelería, con 47.500 ocupados más. Representa un incremento del 2,59%, mientras que sanidad y servicios sociales crecen un 6,79%.

Por comunidades autónomas también hay diferencias reseñables. Baleares, un destino tan demandado en verano que el precio de la vivienda resulta inaccesible para los residentes, se anota la menor tasa de paro de España, con un 5,72%. Esos alquileres disparados por la presión turística incluso causan falta de mano de obra en algunos sectores, ya que a los trabajadores no les compensa acudir a las islas en temporada alta. Algunos incluso optan por vivir en caravanas o tiendas de campaña. También son bajísimos los registros de Cantabria (7,48%) y Aragón (7,77%). Los peores datos son los de Canarias (15,23%), Extremadura (16,5%) y Andalucía (18,67%). Ya hay nueve comunidades autónomas con una proporción de parados por debajo del 10%.

Respecto a la ocupación, la peor evolución del segundo al tercer trimestre es la de La Rioja, que se deja un 0,61%, seguida de la Comunidad de Madrid (-0,48%) y el País Vasco (-0,29%). Los territorios que más trabajadores ganan son Cataluña (1,71%), la Comunidad Valenciana (3,6%) y Baleares (5,50%).

La patronal celebra los datos, con matices

La principal patronal española, CEOE, hace una lectura positiva de la EPA: "Buena parte del empleo creado en este trimestre es en el sector privado (+192.200 personas), gracias al esfuerzo de las empresas en mantener y generar nuevos puestos de trabajo, en un contexto de ralentización de la actividad, caída de la cifra de negocios, deterioro de los niveles de confianza y aumento de costes empresariales". Con todo, CEOE dice sentir "preocupación" por "la ralentización de la ocupación en términos intertrimestrales y desestacionalizados, que aumenta un 0,75%, frente al alza del 1,3% del trimestre anterior".

Los empresarios también destacan el incremento de la ocupación indefinida (232.100 personas) y de la ocupación a tiempo completo (379.700 personas). "Hay que destacar que baja la tasa de parcialidad en casi un punto, hasta el 12,6% —un 47,9% de forma involuntaria—, y se mantiene la de temporalidad, en el 17,3% —en el sector privado es del 14,2% y en el público es del 30%—", añade la asociación de empresas, que sí advierte como un hecho negativo la caída del número de autónomos (60.200 personas). Otros analistas creen que en realidad esta contracción es positiva, ya que la coincidencia de aumentos de ocupación y reducción de empleados por cuenta propia suele darse porque los autónomos involuntarios (aquellos que preferirían ser asalariados pero recurren al autoempleo) encuentran un contrato.

Fernando Luján, vicesecretario general de Política Sindical de UGT, cree que estos datos de EPA confirman que "la reforma laboral crea empleo de calidad, pese a la incertidumbre por la guerra de Ucrania y de Palestina, aun con la subida de precios". "Algunos", continúa el sindicalista, "podrían enterrar sus libros y teorías, aquellos que manifestaron de forma contumaz que la subida del salario mínimo destruiría empleo. Era una teoría errónea y falsa". En UGT también creen que queda "largo camino por recorrer" hasta solucionar los problemas de la clase trabajadora. Uno de ellos, denuncia el sindicato, es el porcentaje de desempleados de larga duración, que en el tercer trimestre suponen el 39,7% del total de parados, lo que refleja la dificultad para reincorporarse a un empleo por parte de este colectivo.

En CC OO también catalogan los resultados como positivos, pero matiza Mari Cruz Vicente, secretaria confederal de Acción Sindical: “Hay que huir de análisis triunfalistas, porque seguimos teniendo una tasa de desempleo del 11,84%, lejos de la media de los principales países europeos”. “Nuestro objetivo debe ser ambicioso, no podemos conformarnos con reducir la tasa de desempleo, hemos de conseguir el pleno empleo en esta legislatura”, añade Vicente. 

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Sobre la firma

Emilio Sánchez Hidalgo
Redactor de Economía. Empezó su trayectoria en EL PAÍS en 2016 en Verne y se incorporó a Sociedad con el estallido del coronavirus, en 2020. Ha cubierto la erupción en La Palma y ha participado en la investigación de la pederastia en la Iglesia. Antes trabajó en la Cadena SER, en el diario AS y en medios locales de su ciudad, Alcalá de Henares.

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