La España que prevé Escrivá para que las pensiones sean sostenibles: pleno empleo y más inmigrantes

El informe Proyecciones del Gasto Público en Pensiones en España es un compromiso del plan de recuperación. Pero también se puede interpretar como una respuesta, la que da el Ministerio de Seguridad Social a los especialistas en pensiones que dudan de la sostenibilidad del sistema. Son 198 páginas que contienen los argumentos del equipo de José Luis Escrivá para justificar que España se puede permitir la jubilación de la pobladísima generación del baby boom mientras las prestaciones crecen anualmente al ritmo que marquen los precios, sin perder un ápice de poder adquisitivo. Es un cúmulo de proyecciones optimistas, que auguran un incremento de la productividad, de la fecundidad, de la llegada de inmigrantes y una caída drástica del desempleo, a niveles que nunca se han registrado en el siglo XXI.

El ministerio prevé que España aumente su población de 47,8 millones a 52,4 en 2050. Esta previsión difiere en medio millón respecto a la última emitida por el INE, en sus proyecciones de población 2022-2072: augura que entonces en España vivirán 52,9 millones de personas.

Además, la Seguridad Social divisa un incremento reseñable de los nacimientos. El informe explica que en 2022 el número medio de hijos por mujer aumentó tres centésimas entre las madres españolas (hasta 1,16) y retrocedió ocho entre las extranjeras (hasta 1,38). “Con estos antecedentes la Seguridad Social prevé que el número de hijos por mujer tenga una tendencia levemente alcista”, indica el texto. Así, cree que pasará del 1,19 de 2022 al 1,36 en 2050 y al 1,37 en 2060. De nuevo la estimación es diferente a la del INE: también parte de 1,192 en 2022, pero en 2050 augura 1,306 y en 2060, 1,296. La Seguridad Social espera que la media de hijos por mujer española converja con la media europea, aunque ahora están muy lejos. Según Eurostat, en 2021 la media de los Ventisiete era de 1,53, tres décimas más que España.

Otro factor clave al analizar la sostenibilidad de las pensiones es la esperanza de vida. Según las estimaciones de la Seguridad Social, pasaremos de los 80,27 años de los hombres y 85,83 de las mujeres en 2021 a los 87,1 y 91,4 en 2050, “alcanzando uno de los niveles más elevados de la Unión Europea”, indica el ministerio. En esta variable también hay diferencias entre el análisis de la Seguridad Social y el del INE: el primero calculo que la esperanza de vida después de los 67 años estará ligeramente por debajo de los 22 años extra, mientras que el instituto estadístico la sitúa en 22 años y medio.

“En la actualidad, el grupo de edad más numeroso es el que tiene entre 43 y 51 años. En el año 2050, el grupo de edad más numeroso será, por una parte, aquel comprendido entre las edades de 39 y 43 años y, por otra parte, los comprendidos entre 69 y 74 años”, explica el ministerio.

Teniendo en cuenta las dos variables anteriores, el aumento poblacional solo puede partir de la inmigración. De nuevo con diferencias respecto al INE, aunque el resultado global es similar, la Seguridad Social proyecta una menor llegada de inmigrantes que el instituto hasta 2035 y mayor en adelante. El equipo de Escrivá cree que el saldo migratorio —diferencia entre inmigración y emigración— será de unas 300.000 personas en 2024, 200.000 en torno a 2030 y de 400.000 en 2045.

“La premisa fundamental del modelo migratorio de la Seguridad Social”, indica el informe, “es que estos flujos netos son endógenos a las dinámicas del mercado de trabajo nacional, en el sentido en que responden a la demanda de ocupación que se producirá como consecuencia de la evolución de la población natural y la reducción paulatina del desempleo. Así, los flujos migratorios contribuirán de forma significativa a compensar las carencias de mano de obra del mercado laboral en España”. Esas carencias se derivarían del envejecimiento de la población.

El texto señala que las reformas adoptadas hasta ahora, como el aumento de profesiones en el catálogo de ocupaciones de difícil cobertura, el arraigo por formación o la simplificación de trámites y permisos “contribuyen a que las dinámicas migratorias, como asumen estas proyecciones, respondan a las necesidades del mercado de trabajo nacional”.

Cambios en el mercado de trabajo

El Ministerio de Seguridad Social advierte un “cambio estructural” en el comportamiento del empleo: “El impacto del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia sobre todo en la generación de empleo en los sectores TIC, la reforma laboral que disminuye la temporalidad y la activación del mecanismo RED, al tiempo que el impulso a recualificación de los trabajadores a través de la reducción de la temporalidad y la reforma de las políticas activas de empleo tendrán un impacto notable en la reducción del desempleo estructural”.

Estos factores, ligados a los demográficos, conducen al ministerio a la conclusión de que el desempleo caerá muy sustancialmente en los próximos años. Partiendo de un 12,2% para el grupo de edad de 20 a 64 años (el valor más común es el paro global, que según la EPA se sitúa en el 11,6%), la Seguridad Social calcula que caerá progresivamente hasta el 10% en 2032 y hasta el 8% en 2038. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se había marcado como objetivo alcanzar esa cifra en la presente legislatura, que terminará —si se forma Gobierno y no se produce un adelanto electoral— en 2027. La contracción del paro continuaría hasta situarse en torno al 5,5% en 2050.

Cabe destacar que España nunca ha conseguido en la historia reciente niveles tan bajos de paro. El mínimo registrado en lo que llevamos de siglo es el 7,93% del segundo trimestre de 2007, en plena burbuja del ladrillo. Solo se encuentran registros menores al principio de la serie del INE, entre 1976 y 1977, cuando el desempleo rondaba el 5%.

Asimismo, el ministerio espera que miles de trabajadores retrasen su jubilación, ya sea por la reforma de 2011 (cuyo despliegue termina en 2027) que aumenta la edad de retiro a los 67 años para quienes no cumplan los requisitos de cotización; o por los incentivos a la jubilación demorada. Estas políticas son las que han conseguido, según el departamento de Escrivá, que la edad media real de jubilación alcance por primera vez los 65 años. El ministerio espera que la tasa de ocupación a los 65 años pase del 30% actual al 54% en 2050, a los 66 años del 11% a en torno el 47% y a los 67 años de en torno al 5% al 25%. La Seguridad Social también espera una tasa de ocupación del 10% a los 70 años en 2050, cuando ahora ronda el 2%.

El ministerio también espera que avance la proporción de población activa (personas con empleo o en busca de él) hasta 2035 y después caiga poco a poco: “El incremento de la tasa de actividad del 79,4% actual al 84% en el año 2050 hará que la población activa entre 20 y 64 años se incremente desde casi 23 millones de personas en 2023 hasta 24,23 millones en 2035; a partir de este momento, la población activa se reduce y alcanzar en el año 2050 una cifra de 23,23 millones de personas”.

La Seguridad Social también detalla algunas magnitudes macroeconómicas que ha tenido en cuenta en su estudio y cómo espera que evolucionen. Augura un aumento de la productividad:

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