Andrés Allamand: “América Latina necesita que Europa compita con China”
El secretario general iberoamericano cree que se ha llegado un punto de inflexión en las relaciones entre las dos orillas del Atlántico
El mundo está inmerso en una época de grandes cambios, en el que los equilibrios internacionales se han roto y han surgido nuevos retos y tensiones geopolíticas. China es el nuevo gran actor global: ha extendido sus tentáculos a golpe de inversiones y es protagonista de una guerra comercial con EE UU que hace estragos por todas partes. Europa, en cambio, ha perdido relevancia. Pero el tablero se está moviendo. “Estoy convencido de que estamos en un momento muy importante, positivo, de un relanzamiento de las relaciones entre América Latina y Europa”, ha afirmado este martes Andrés Allamand, secretario general iberoamericano (Segib). En este renovado acercamiento hay una infinidad de oportunidades de negocios, económicas y estratégicas. ”América Latina no quiere verse atenazada por la pugna entre Estados Unidos y China”, ha zanjado el exministro chileno durante un almuerzo organizado en Madrid por el Consejo Empresarial Alianza por Iberoamérica (Ceapi), por lo que la entrada de un tercer actor abriría “enormes oportunidades”.
Aunque la Unión Europea sigue siendo el primer inversor y el tercer socio comercial de la región latinoamericana, en los últimos años ha sido desplazada por Pekín, que se ha hecho muy fuerte en el continente. Primero, impulsando las actividades comerciales; y después, a través de ingentes inyecciones de capital con una vocación de largo plazo que han convertido al país asiático en el líder inversor en la región. “Europa debe tener una presencia más activa. América Latina necesita que Europa compita con China”, ha insistido Allamand durante el evento, celebrado en las oficinas del despacho legal Gómez-Acebo & Pombo tras la celebración del consejo directivo del organismo empresarial.
La presidencia española de la UE, según el también abogado, ha supuesto un punto de inflexión en el desbloqueo de la relación entre los dos lados del Atlántico. Allamand se ha referido en este sentido a la reciente Cumbre UE-CELAC (Unión Europea-Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), celebrada en Bruselas y que ha supuesto un impulso diplomático tras años de divergencias. “Me quedé con dos frases. La primera es de [la presidenta de la Comisión Europea] Ursula Von der Leyen, que dijo lo siguiente: ‘Europa aspira a ser el socio preferente de América Latina y el Caribe’. El presidente [de Brasil, Luiz Inácio] Lula dijo: ‘Con mi larga experiencia en materia internacional, nunca había visto tanto interés europeo por América Latina como lo estoy viendo ahora”, ha señalado Allamand.
Tareas pendientes
El pacto comercial UE-Mercosur, que según el secretario general iberoamericano generaría flujos “particularmente positivos para ambas partes”, lleva sin embargo 20 años negociándose sin éxito. “Francamente, creo que necesita un impulso político”, ha dicho Allamand. En su opinión, hay que aprovechar un orden internacional que se está reconfigurando, aprovechando las grandes áreas de convergencia que existen entre Europa y Latinoamérica: “No hay ninguna duda de que las dos regiones más afines, más compatibles que uno puede encontrar en el mundo, son precisamente Europa y América Latina”. La relación puede ser ganadora para ambos lados del Atlántico: el Viejo Continente ampliaría su influencia internacional y muchas economías latinoamericanas, obtendrían una proyección internacional que ahora no tienen, ha argumentado el abogado.
“América Latina necesita financiamiento, tecnología, inversiones y conocimiento que Europa puede aportar, pero no para iniciar una nueva etapa extractivista”, ha señalado el exministro chileno. “No se trata solamente de exportar riquezas naturales, sino que hay que agregar valor” e impulsar el crecimiento de una región que avanza a un ritmo menos intenso de lo que necesitaría.
En este sentido, ha reconocido que América Latina también tiene tareas pendientes. Las grandes asignaturas por cumplir se refieren a la inestabilidad política, que supone un deterioro en la gobernabilidad del continente, y la falta de confianza en las instituciones, que implica elevados costes a la hora de atraer inversiones. Por último, Allamand ha añadido que las economías de la región deben mejorar su ambiente de emprendimiento y negocio, haciendo hincapié en la seguridad jurídica: “Si no existen mecanismos judiciales, arbitrales o cualquier mecanismo para resolver los conflictos de manera expedita, eso se transforma en una traba para las inversiones y los negocios”.
Sigue toda la información de Economía y Negocios en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.