¿Quién falló más con sus previsiones en 2022? Todos se quedaron muy cortos con la inflación

La formulación de previsiones económicas se asemeja cada vez más al arte de la adivinación. La pandemia hizo añicos todas las predicciones en 2020; sus múltiples variantes hicieron tambalear luego los pronósticos de 2021, y la guerra de Ucrania desbarató los de 2022. El año pasado, las previsiones de los principales institutos y centros de estudios resultaron ser de nuevo muy optimistas respecto al crecimiento de la economía española. En concreto, estuvieron seis décimas por encima del avance real del Producto Interior Bruto (PIB), según la Diana Económica de la escuela de negocios Esade. Sin embargo, la mayor brecha entre los servicios de estudios y la realidad macroeconómica se produjo en los augurios sobre la inflación: el conjunto de las instituciones analizadas por Esade previeron un alza de precios de solo el 1,6%, frente a la subida del 5,7% que finalmente registraron.

Las instituciones económicas afinaron bastante en sus predicciones durante los años de bonanza: apenas se desviaron en dos décimas en 2018 y tres en 2019. A partir de ahí, se abrió la brecha hasta casi 13 puntos en 2020 a causa del extraordinario batacazo por la pandemia. Esade analiza en su informe el grado de acierto sobre tres grandes indicadores (crecimiento, inflación y tasa de paro) entre las instituciones que nutren el panel de previsiones que elabora la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas). La escuela de negocios añade también los documentos publicados por el Gobierno, el Banco de España, la Comisión Europea, el Fondo Monetario Internacional y la OCDE. Además, toma como referencia los indicadores de septiembre de 2021 porque es entonces cuando “los empresarios y directivos realizan sus presupuestos para el año siguiente”. Es decir, antes de que estallara la guerra de Ucrania.

El indicador que copa siempre los titulares de los medios es el de la tasa de crecimiento del PIB. En general, los organismos preveían que España completara el rebote posterior a la pandemia y, en promedio, pronosticaron un avance del 6,1% para 2022. Al final, el aumento estuvo por debajo de esa cifra, en el 5,5%. Según Esade, las entidades que más se acercaron al centro de la diana fueron Axesor, el Centro de Estudios Economía de Madrid (CEEM) de la Universidad Rey Juan Carlos y el Instituto de Estudios Económicos (IEE). Todas se desviaron dos décimas al alza. Al podio también se subió la consultora Metyis, que se quedó dos décimas por debajo. En el otro extremo están el Instituto Complutense de Análisis Económico (ICAE), que había avanzado un crecimiento del 8,4% (2,9 puntos más que el real), el Gobierno y los servicios de estudios de BBVA y Banco Santander (1,5 puntos por encima).

En 2011, Esade incorporó también en su análisis la Encuesta de Población Activa (EPA). Todavía sin superar una crisis financiera que hizo mella en el mercado laboral, era uno de los indicadores que más observaban instituciones y medios. Todos los organismos públicos y privados fueron optimistas en sus escenarios de crecimiento del PIB. En cambio, no ocurrió lo mismo con el empleo, lo que indica que tampoco advirtieron del cambio de patrón por el que el mercado laboral siguió creciendo pese a la expansión del PIB. De este modo, las entidades analizadas previeron, en conjunto, que la tasa de paro se situaría en el 14,7% en 2022, cuando finalmente cerró en el 12,9%.

En cambio, CaixaBank (1,1 puntos por encima), el Gobierno (1,2) y BBVA, el Centro de Predicción Económica (CEPREDE) e Intermoney (1,3 puntos) fueron las instituciones que más se acercaron a la tasa de paro real. Los que más se alejaron fueron Equipo Económico (hasta tres puntos), la Cámara de Comercio de España (2,5 puntos) y la consultora Analistas Financieros Internacionales (2,4 puntos).

La brecha de la inflación

Sin embargo, el gran pinchazo se produjo en la inflación, que es el nuevo indicador que ha incluido este año Esade en su informe. El Banco Central Europeo (BCE) no fue la única institución que consideró que la subida del IPC era algo temporal, consecuencia de los cuellos de botella en la distribución y la creciente demanda energética, en ambos casos derivadas de la salida de la pandemia. El conjunto de las instituciones analizadas por la escuela de negocios consideraron en septiembre de 2021 que la inflación de 2022 iba a situarse en el 1,6%, cuando esta finalmente se situó en el 5,7%. En este caso, las menores desviaciones fueron las del ICAE (3,3 puntos), Funcas (3,5) y la Universidad Loyola de Andalucía (3,6). A la cola quedaron el IEE (4,9 puntos), la CEOE (4,8), el BBVA y el Banco de España (4,5).

La brecha entre las predicciones y la realidad se amplían mucho más si se observa la inflación subyacente. La media de las instituciones se situó en el 1,2%, frente al 7% real. Las desviaciones fueron amplias en todos los casos, pero mayores en los del IEE (6,2 puntos) y la CEOE (6,1 puntos) y algo menores para el CEEM (5,3 puntos), Equipo Económico e Intermoney (5,4),

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