El FMI recorta las previsiones de crecimiento para España al 4,6% este año y 5,8% en 2022
El Fondo señala que hacen falta más medidas en las pensiones, un plan de consolidación fiscal a medio plazo y hacer más atractivos los contratos indefinidos para las empresas. Critica los límites a las rentas del alquiler, que pueden restringir la oferta para los futuros inquilinos
Otro recorte de previsiones que aleja el momento en el que España recobrará los niveles de producción anteriores a la pandemia. El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha rebajado sus proyecciones de crecimiento para este año en más de un punto: al 4,6% frente al 5,7% que había dibujado el pasado 12 de octubre. Y para 2022 las reduce otras seis décimas: al 5,8% frente al 6,4% que vaticinó en otoño. Como resultado del recorte, la recuperación de las cotas prepandemia no se producirá hasta finales de 2022 o principios de 2023, señala la declaración que ha publicado el FMI con motivo de la visita a España que han hecho estos días sus expertos para redactar el llamado Artículo IV sobre la economía española. Anteriormente, habían enfriado sus previsiones en la misma línea organismos como la OCDE o el Banco de España.
Se trata de tasas de crecimiento todavía robustas, pero que se alejan de las proyecciones que mantiene el Gobierno y con las que ha elaborado los Presupuestos: un 6,5% para este año y un 7% para el que viene. No obstante, tanto el Ejecutivo como la Autoridad Fiscal recuerdan que la recaudación tributaria está yendo muy bien, compensando ese efecto.
Entre sus conclusiones preliminares divulgadas este miércoles, el FMI alaba la respuesta que se dio a la pandemia, que fue “oportuna y decisiva para ayudar a proteger empleos, rentas de los hogares y balances de las empresas”. Destaca el elevado porcentaje de población vacunada, que ha ayudado a limitar el impacto de las infecciones en la movilidad, y el rebote robusto del empleo, que ya está en niveles precrisis. Sin embargo, “la producción sigue muy por debajo de sus niveles prepandemia, en parte debido al duradero impacto de la covid en sectores intensivos en el contacto social y a los persistentes cuellos de botella globales”, explica.
Según el organismo con sede en Washington, el consumo privado seguirá tirando de la recuperación, apoyado en la buena evolución del mercado laboral y en los ahorros de las familias. La inversión se fortalecerá a lo largo de 2022 gracias a la robusta demanda, unas condiciones financieras favorables, el alivio gradual de los cuellos de botella y una mayor velocidad en la ejecución de los fondos europeos. El impacto acumulado de estos fondos en el PIB podría alcanzar entre 1,5 y 2 puntos para finales de 2022, dice el Fondo. Y la inflación seguirá elevada en 2022 debido a los precios de la energía y las disrupciones en la oferta, pero debería moderarse en la segunda mitad del año.
No obstante, el FMI alerta de que la pandemia sigue siendo un riesgo muy importante, en especial si las nuevas variantes reducen la efectividad de las vacunas. El ritmo de la recuperación también dependerá de la duración y magnitud de los cuellos de botella. Por el contrario, admite que el ahorro acumulado durante la pandemia y la ejecución de los fondos europeos podrían conducir a una recuperación más fuerte de la prevista.
Un plan de consolidación fiscal a medio plazo
Aunque el apoyo del BCE ha permitido una financiación barata, la elevada deuda es una fuente de vulnerabilidad, recuerda el FMI. Y recomienda que se formule un plan a medio plazo para reducir el endeudamiento y crear espacio fiscal para próximas crisis, tal y como ya han reclamado el Banco de España y la Autoridad Fiscal. Este tendría que empezar en 2023, no debería lastrar el crecimiento y ha de basarse en una mayor eficiencia del gasto y en acercar la recaudación sobre PIB a los niveles de otros países, ensanchando las bases tributarias y subiendo los impuestos verdes. El trabajo de la comisión de expertos en impuestos que se publicará en febrero será muy valioso en este sentido, apunta la institución. Dicho esto, en la actualidad la política fiscal debe continuar apoyando la recuperación hasta que esta se afiance con unas medidas más quirúrgicas y centradas en ayudar a los más vulnerables. A pesar de que el déficit público descenderá, la política fiscal servirá para apoyar el crecimiento, afirma el FMI. Y sostiene que cualquier ingreso extra que se logre debería ahorrarse. En cambio, si empeora la situación pide que se haga un uso sensato del limitado espacio fiscal que hay.
Medidas adicionales en pensiones
En cuanto a las pensiones, el Fondo advierte de que las medidas tomadas hasta ahora son insuficientes para asegurar la sostenibilidad. “La fase inicial de la reforma de pensiones ha dado prioridad a la aceptación social y suficiencia de las prestaciones, pero las preocupaciones sobre la sostenibilidad permanecen mientras no haya medidas adicionales”, señalan las conclusiones. Y añaden que para preservar la sostenibilidad de las finanzas públicas harán falta esfuerzos adicionales que compensen el crecimiento del gasto en pensiones. “Posibles medidas adicionales incluyen la introducción de mecanismos para restringir el gasto (por ejemplo, extender todavía más las vidas laborales) y elevar los ingresos (como elevar los topes que existen a la cotización). Se espera que algunas de estas medidas se incorporen a la segunda fase de las reformas en 2022″, indica el informe del organismo.
Un contrato indefinido más atractivo
Respecto a la reforma laboral que se está negociando con patronal y sindicatos, el FMI afirma que se han identificado los objetivos correctos: el elevado paro, sobre todo de larga duración y de jóvenes, y la alta temporalidad. Para reducir la elevada brecha que existe entre trabajadores eventuales e indefinidos, el FMI respalda al Gobierno en que el uso de los temporales debe desincentivarse. Sin embargo, advierte de una pata que le está faltando a los planes de reforma: “En paralelo sería importante hacer más atractivos los contratos indefinidos para las empresas, incluyendo una reducción del coste de la incertidumbre legal asociada al despido de los trabajadores fijos”.
Aunque los ERTE pueden servir de colchón para shocks temporales, el Gobierno debería asegurarse de que no suponen una carga para las finanzas públicas, dice el papel publicado del Fondo. En el supuesto de choques más estructurales, la recolocación de trabajadores debería basarse más en unas políticas de empleo efectivas, una afirmación que en el fondo contradice el diseño que prepara el Gobierno de un ERTE para causas estructurales. El FMI sí que se alinea con el Ejecutivo en que se puede preservar los convenios de empresa marcando unos parámetros generales en el nivel sectorial.
Crítica a los topes al alquiler
En general, la institución que dirige Kristalina Georgieva ve con buenos ojos las políticas que está desplegando el Gobierno para mejorar el acceso a la vivienda. Sin embargo, critica que se impongan topes a los alquileres en las zonas estresadas. “Puede introducir ineficiencias y restringir la disponibilidad de propiedades para futuros inquilinos”, concluye el documento.
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