El Gobierno amplía hasta 90 euros las ayudas para calefacción en los hogares vulnerables y duplica el bono social eléctrico
El Ejecutivo atenúa el recorte a las eléctricas a cambio de que amplíen los contratos fijos de suministro a la industria
Más ayudas para los consumidores de menores recursos y un hachazo menor a las eléctricas. El Consejo de Ministros ha anunciado este martes un incremento extraordinario del bono social térmico hasta 90 euros de media (35 en las zonas más cálidas y 124 en las más frías) para ayudar a las familias vulnerables a afrontar el pago de las facturas de calefacción este invierno ante la escalada de la luz y del gas. Este apoyo, que costará 202 millones de euros a las arcas públicas, se canalizará a través de las comunidades autónomas. “Es una medida para un año difícil, de precios energéticos altos”, ha afirmado la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Transición Energética, Teresa Ribera, en la rueda de prensa posterior al cónclave interministerial.
El Ejecutivo, además, aumentará la protección para los hogares en problemas (casi 1,2 millones) duplicando el descuento del bono social eléctrico, que pasará del 25% actual al 60% en el caso de los consumidores vulnerables y del 40% al 70% en el de los vulnerables severos. Este salvavidas adicional lo pagarán las eléctricas y se extenderá hasta finales de marzo del año próximo, cuando las temperaturas invernales hayan empezado a dar tregua y el precio de la luz, según las previsiones, ya habrá iniciado una senda descendente.
Además, el Gobierno aliviará el recorte de 2.600 millones de euros sobre los beneficios caídos del cielo de las empresas energéticas, anunciado hace un mes y medio. En concreto, quedarán exentas aquellas eléctricas que amplíen la cobertura de contratos de precio fijo a la industria y las que no hubiesen incorporado beneficios extraordinarios en sus cuentas de resultados antes del día 16 de septiembre, justo después de que el Gobierno anunciase aquella medida. “El objetivo más importante es garantizar precios bajos y estables para la industria y los consumidores domésticos”, ha subrayado Ribera. La responsable del ramo también se ha comprometido a tomar medidas para ayudar a las comercializadoras eléctricas de menor tamaño a capear la crisis que están atravesando como consecuencia de las turbulencias en el sector eléctrico.
Tras la fuerte contestación del sector eléctrico al recorte de septiembre, muy especialmente de Iberdrola, que ha llegado a deslizar que las decisiones de Transición Ecológica eran erróneas por “falta de información” —”todo el mundo se puede equivocar por falta de información y rectificar es de sabios”, dejó caer la compañía presidida por Ignacio Sánchez Galán—, Ribera ha aprovechado para responder a su manera. “Cada cual hablemos de lo que conozcamos, más que dar lecciones a los demás”, ha subrayado la vicepresidenta del Gobierno.
No es ese el único frente abierto. En plena confrontación entre socios de Gobierno a cuenta de la reforma laboral, Unidas Podemos ha alertado de que estará “vigilante” y “muy atento” para que este decreto “no suponga una merma en el recorte de beneficios caídos del cielo” de las eléctricas —los obtenidos por las centrales no emisoras de CO₂ al vender su energía al precio de la más cara, generalmente el gas— y no afecte a la factura de la luz de las familias. El portavoz parlamentario del partido, Pablo Echenique, ha dicho compartir con Ribera la necesidad de “protección” de la industria, pero se ha mostrado “escéptico” ante la posibilidad de que las medidas planteadas “puedan proteger de manera eficaz”.
Más información sobre el mercado mayorista
El decreto ley aprobado por el Consejo de Ministros obligará, además, a los participantes en el mercado mayorista de electricidad a aportar más información sobre sus operaciones, en especial en el caso de los grandes grupos. “Así, sabremos mejor el modo como funciona el traslado de costes a precios y cómo se reparte cada uno de los eslabones en la cadena de valor hasta el consumidor final”, ha subrayado Ribera. A su juicio, el decreto es “un paso más en el fortalecimiento del funcionamiento del mercado eléctrico”, pero ha admitido que “todavía hay unas cuantas cosas que necesitan una respuesta precisa”.
Adicionalmente, en el mercado minorista las comercializadoras de electricidad y de gas se verán obligadas a informar con al menos un mes de antelación de cualquier modificación de los contratos que mantienen con sus clientes y tendrán que enviar información actualizada al regulador (la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia) sobre su catálogo de ofertas.
En paralelo a las medidas tomadas internamente en los últimos meses para mitigar el golpe de la luz sobre las familias, el Gobierno de Pedro Sánchez ha pedido a la Comisión Europea libertad para que su sistema de fijación de precios vaya al margen del sistema europeo para que los valores finales reflejen el menor coste de las energías renovables, tal como ha adelantado EL PAÍS este miércoles. Aunque el Consejo extraordinario de ministros de Energía ha acogido este martes con frialdad la propuesta del Gobierno: ha puesto en duda que un “mercado paralelo” pueda ser la “mejor alternativa” y ha alertado de “riesgos” de predictibilidad de mercado y competitividad en plena transición energética.
Dos semanas seguidas con la luz por encima de los 200 euros
Pese a la reciente estabilización en niveles cercanos —aunque siempre superiores— a los 200 euros por megavatio hora (MWh), la luz retomará este miércoles su senda alcista, según las cifras publicadas por el Operador del Mercado Ibérico de la Energía (OMIE). La luz volverá a superar con creces esa barrera, hasta los 226 euros por MWh, el octavo precio más alto de toda la serie histórica en el mercado mayorista español y casi un 4,8% más caro que en la jornada precedente. Aunque no es el miércoles más caro desde que hay registros, sí es el octavo día más caro de la historia y un 12% más caro que el mismo día de la semana pasada.
Pese a la subida, los precios de la luz empiezan a dar ciertas muestras de estabilización a medida que el gas natural (que alimenta las centrales de ciclo combinado que marcan el precio de la luz en España en muchos momentos del día) ha detenido su escalada en los mercados internacionales.
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