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La crisis de suministro frena la expansión de la actividad de la zona euro, que llega a su nivel más bajo en los últimos seis meses

El crecimiento en los servicios se ralentiza menos que en la industria

Matteo Allievi
Una empleada en una fabrica de coches.
Una empleada en una fabrica de coches.

Las crecientes dificultades de aprovisionamiento ponen trabas a la recuperación de la actividad de la zona euro, cuyo crecimiento se desaceleró en octubre hasta su nivel más bajo en los últimos seis meses. A pesar de un aumento considerable en la creación de empleo para completar los pedidos pendientes, la confianza de las firmas en la zona euro se moderó por cuarto mes consecutivo, según ha informado este viernes la consultora IHS Markit. La escasez de materias primas disparó los precios de muchos productos, tanto en el sector manufacturero como en el de servicios, puesto que las empresas intentaron repercutir a los clientes el alza de los costes.

El índice de actividad elaborado cada mes por la compañía británica, el PMI, bajó hasta los 54,3 puntos desde los 56,2 de septiembre. Este indicador se estima mediante una encuesta a los gestores de compras de 350 empresas españolas de servicios, que tienen que calificar de 0 a 100 la evolución de su actividad comercial con respecto al mes anterior. Los 50 puntos representan la frontera entre el crecimiento y la contracción.

La caída del PMI refleja una nueva reducción del ritmo de expansión frente al récord en 21 años registrado en julio. Aunque el crecimiento de la actividad en octubre fue el más débil desde el pasado abril, el ritmo de desarrollo sigue por encima de la media registrada antes de la pandemia, de 53 puntos. “Mientras que por el momento la tasa de crecimiento económico en general se mantiene por encima de la media a largo plazo, existen riesgos a la baja a corto plazo, puesto que la pandemia continúa entorpeciendo la actividad económica e impulsa los precios al alza”, señala el economista jefe de la consultora, Chris Williamson. La carencia de materiales dio lugar a un aumento de los precios de muchos productos. En la manufactura, los costes de los insumos aumentaron sin precedentes y en los servicios a un ritmo más intenso desde 2000. Según Williamson, la inflación en los precios de venta se traducirá inevitablemente en un aumento de los precios al consumidor en los próximos meses.

Por países, los datos revelan una desaceleración del crecimiento con más intensidad en Alemania, cayendo hasta su mínimo desde febrero pasado, y en Francia, donde descendió hasta su nivel más bajo desde abril.

Los servicios crecen más que la manufactura

En la zona euro, el sector servicios apuntó mejores resultados que el manufacturero, igual que en septiembre, debido a que la expansión de la industria encadena cuatro meses de ralentización. Los problemas de suministro constituyen la principal causa de la debilidad del crecimiento de la producción industrial. Los plazos de entrega de los proveedores se van alargando, a medida que empeora la falta de abastecimiento y aumentan los tiempos de transporte. El sector que indicó el peor resultado fue el de automóviles y piezas de recambio, ya que su producción se redujo en octubre a un ritmo mayor.

Si bien el sector servicios protagonizó un crecimiento más robusto que el manufacturero, su ritmo de expansión se atenuó por tercer mes consecutivo. Esta desaceleración se explica en parte por el desvanecimiento de los efectos del repunte del verano, tras la caída de la actividad registrada a principios de año por la propagación de las variantes del coronavirus. Asimismo, la incertidumbre en torno a la evolución de la pandemia sigue lastrando sobre todo al turismo y al ocio. Por su parte, el sector de la salud, de las telecomunicaciones y de los servicios financieros anotó un crecimiento más sólido.

A pesar del menor impulso de crecimiento, la acumulación de pedidos permitió a las empresas incrementar la contratación a un ritmo parecido al máximo de dos décadas registrado el pasado julio. Concretamente, el sector servicios registró su mayor creación de empleo desde 2007, mientras que en la industria este aumento fue más flojo, debido a que la escasez de material redujo la necesidad de contratar personal adicional.

La confianza de las empresas de la zona euro se moderó por cuarto mes consecutivo, registrando su nivel más bajo desde el pasado febrero. El economista jefe de IHS Markit advierte también de que en los próximos meses los indicadores económicos señalarán al crecimiento registrado hasta el verano. “Después de fuertes expansiones en el segundo y tercer trimestre, el crecimiento del PIB parece que será comparativamente mucho más débil en el cuarto trimestre”, zanja.


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