Patronal y sindicatos hacen un frente común para prorrogar los ERTE sin modificaciones

Los sindicatos UGT y CC OO y la patronal CEOE han hecho frente común para que la nueva prórroga de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) hasta el próximo 30 de septiembre permanezca como hasta ahora y no reduzca las exenciones a la Seguridad Social a los trabajadores que sigan bajo este régimen, como ha planteado el ministerio que preside José Luis Escrivá.

“Lo que funciona no debe cambiarse”, dijo ayer rotunda la vicepresidenta tercera y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, tras participar en la apertura en Valencia del 43 Congreso Confederal de UGT, donde su actual secretario general, Pepe Álvarez, saldrá reelegido. Álvarez quiere que se prorrogue el actual decreto.

El dirigente de UGT defendió que “depende del Gobierno, pero nosotros ya hemos dicho que queremos la prórroga porque no podemos someter a la sociedad a un proceso de negociación que considero innecesario porque estamos en el tramo final. No aportaría nada positivo, ni para las empresas ni para los trabajadores”. Su homólogo de CC OO, Unai Sordo, invitado al congreso, puso en valor la unidad de acción de ambas organizaciones sindicales en aspectos como los ERTE, que han permitido “salvaguardar millones de empleos” a pesar de la pandemia.

El presidente de la patronal CEOE, Antonio Garamendi, añadió, poco antes de la sesión inaugural, que la extensión de los ERTE tiene que hacerse como en las prórrogas de los partidos de fútbol, “con las mismas reglas y el mismo balón” mientras no se avance en la vacunación. El representante de la patronal insistió en que la recuperación económica depende del ritmo de vacunación.

La vicepresidenta y ministra de Trabajo aprovechó su participación en la primera jornada del cónclave de UGT para pedir “un sindicalismo más vivo que nunca”, al tiempo que reconoció el valor democrático de estas organizaciones en la mejora de las condiciones de vida de los trabajadores.

Ya fuera del congreso, Díaz aseguró que su departamento lleva dos meses abordando la reforma del mercado de trabajo en España, pero la tarea debe ser discreta y confidencial. “Estamos negociando una gran reforma laboral que será una auténtica revolución y que va a abordar los males endémicos del mercado de trabajo; y derogaremos la reforma laboral del PP. Vamos a modernizar la legislación de arriba abajo”, apostilló la ministra.

Álvarez (UGT): el poder de veto de la CEOE

El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, advirtió ayer de que la negociación para derogar la reforma laboral “no puede estar condicionada a que la CEOE esté de acuerdo”. Durante su discurso en el Congreso sindical agregó: “Sin duda, el problema para llegar a un acuerdo es que el desequilibrio de fuerzas impide el acuerdo, porque la patronal lo tiene todo y todo son excusas”, dijo. “No va a firmar nada si sabe que tiene derecho de veto”, reflexionó

Álvarez, que mañana será reelegido como secretario general de la organización sindical para su segundo mandato, aprovechó su intervención para afear al Banco de España que haya entrado en el debate para hablar de despidos y de la mochila austriaca. Para el líder sindical “el Banco de España no debe estar [en este debate] porque no le corresponde”. Y apostilló: “Entre sus competencias no está meterse como elefante en una cacharrería cuando está abierta una mesa de diálogo social para intentar condicionarlo”.

Por su parte, la vicepresidenta tercera, Yolanda Díaz, manifestó que de las 10 grandes reformas estructurales que el Gobierno de España ha enviado a la Comisión Europea, tres de ellas ya están avanzadas y son pioneras: la regulación de las condiciones laborales de los trabajadores de plataformas o ley de riders, la aplicación de planes de igualdad salarial y el trabajo a distancia. “Vamos a abordar la precariedad y la temporalidad y el contrato ordinario en España será el estable. Lógicamente habrá mecanismos de compensación y flexibilidad interna, no externa, como hizo el PP, que se tradujeron en despidos masivos”. Según la ministra, se estudian fórmulas de flexibilidad interna, como los ERTE actuales, para poder responder a futuras crisis de sectores productivos concretos. “Por tanto, ya estamos avanzando”, afirmó.