UGT inicia el congreso que reelegirá a Pepe Álvarez como secretario general
El sindicato debate hasta el jueves su programa de acción para los próximos años
Tranquilidad. Frente a la tensión y la incertidumbre que marcó el último congreso de UGT hace ya más de cinco años, esta vez en el cónclave XLIII no hay incógnitas sobre el desenlace. Entonces Pepe Álvarez fue elegido secretario general del sindicato con el 51% de los votos frente al 48% de Miguel Ángel Cilleros, que hasta hace unas semanas ha sido el líder de la Federación de Servicios.
Ahora parece que solo habrá un candidato, Álvarez (65 años), que opta a la reelección en un congreso bajo el lema REDvolución 6.0. Nadie ha anunciado la intención de disputarle el puesto, aunque hay tiempo hasta que este martes se vote el informe de gestión. La cita se celebra fuera de Madrid por segunda vez en la historia del sindicato. Tendrá lugar en València. En principio, iba a celebrarse a finales de noviembre de 2020, pero la pandemia obligó a retrasarlo.
En este lustro largo, el sindicato ha reducido muchas de sus estructuras. Las seis federaciones que había en 2016 se han quedado en tres: la Federación de Industria, Construcción y Agroalimentación (FICA), la de Servicios, Movilidad y Consumo y la de Servicios Públicos. En el balance externo, destacan los siete acuerdos logrados en el diálogo social en el último año largo, desde que explotó la pandemia. También el pacto bipartito de negociación colectiva alcanzado con CC OO. CEOE y Cepyme en 2018 para elevar los salarios más bajos de los convenios a un mínimo de 1.000 euros mensuales o 14.000 euros anuales.
Con Álvarez, continuarán en la dirección de UGT buena parte de quienes han estado a su lado en estos años. Habrá también algunas salidas, como la de Gonzalo Pino, responsable de Política Sindical y uno de los negociadores habituales del sindicato, quien será sustituido por Mariano Hoya, hasta ahora secretario general de la Federación de Industria y Construcción en Madrid.
Los 800 delegados que participan en el congreso tendrán que debatir y aprobar el programa de acción del sindicato para los próximos cuatro años que consta de seis ejes: empleo y derechos, economía sostenible, estado de Bienestar, lucha contra la desigualdad de género y políticas migratorias y políticas en el área internacional. En su primera parte, la propuesta estrella es reclamar la semana laboral de 32 horas, una reclamación que tiene algo de simbólico, ya que, como recuerda el documento de debate, “este año se cumplen 100 años de la instauración de la jornada de ocho horas”. También defiende la creación de una fiscalía especializada en los delitos contra los trabajadores.
Además de propuestas laborales, las hay fiscales. Una de ellas es la de implantar mecanismos de recaudación para las empresas que sustituyan a trabajadores por nuevas tecnologías. Esta idea, en realidad, es una reformulación de una de las propuestas que Álvarez ha lanzado reiteradamente durante los últimos años: que los robots coticen a la Seguridad Social. Otra sería las rentas del capital tengan el mismo gravamen que las del trabajo en el IRPF.
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