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Las grandes empresas prevén más de 35.000 despidos tras el golpe de la pandemia

Las digitalización y la crisis económica aceleran los recortes de plantilla

Un operario de limpieza pasa por delante de una oficina de CaixaBank, en Madrid, el 22 de abril.
Un operario de limpieza pasa por delante de una oficina de CaixaBank, en Madrid, el 22 de abril.Isabel Infantes (Europa Press)

Miles de empleados de grandes empresas ya saben que serán ellos los que paguen los platos rotos de la crisis. La pandemia ha puesto en un brete al tejido empresarial español, sobre todo en algunos sectores que afrontan la digitalización y sufren las consecuencias del desplome económico. Eso se traduce en fuertes recortes de plantilla. En el último año se han sucedido anuncios que afectan a más de 35.000 empleados en firmas de banca, comercio y automoción, entre otros sectores.

Entre las grandes compañías del mercado nacional se han anunciado en los últimos meses expedientes de regulación de empleo (ERE) que afectarán a algo más de 35.000 trabajadores, según un repaso realizado por EL PAÍS. Aquí se incluyen los ya pactados con los sindicatos, otros en negociación, algunos en los tribunales y los recién anunciados. Una oleada que, eso sí, no acabará con todos los puestos de trabajo de golpe —se acuerdan los plazos de salida escalonados en el tiempo—. “No se están produciendo ERE de forma masiva. La mayoría, además, no responden al impacto de la pandemia, sino a una reestructuración que venía de antes por el cambio de modelo”, sostienen fuentes del Ministerio de Trabajo.

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Por sectores, la banca se lleva la palma con la intención de reducir sus empleados en casi 18.000 personas. Las entidades llevan años recortando plantilla por las sucesivas crisis, cambios tecnológicos en el negocio y los nuevos hábitos de los clientes, que cada vez usan más la banca digital y menos la oficina. Por si fuera poco, los tipos de interés negativos no ayudan a su rentabilidad y amenaza el modelo laboral. En las cifras oficiales del Ministerio de Trabajo estos expedientes todavía no aparecen representados, ya que solo se incluyen cuando termina la negociación y se registran.

Este proceso de transformación —y de despidos— se ha acelerado con la pandemia. Solo entre los tres grandes (CaixaBank, 7.791; BBVA, 3.450; y el Santander, 3.572) despedirán a casi 15.000 empleados. A estos hay que añadir los 1.817 del plan de prejubilaciones presentado por el Sabadell a final del año pasado y los 750 del ERE acordado en Ibercaja. Es cierto que las cifras finales podrían ser menores en función de las negociaciones con los sindicatos, aunque también puede haber nuevos anuncios de otras entidades.

A estos tres grandes expedientes le sigue el de El Corte Inglés, con el primer ERE de su historia: 3.292 salidas pactadas con los sindicatos. Las condiciones económicas han incentivado a que se hayan adherido al plan de forma voluntaria 4.312 trabajadores. Fuentes de la compañía explican que el número final puede variar respecto a lo acordado, en función de las necesidades de la firma por departamentos, por lo que se podrían aceptar incluso más salidas de las previstas.

En el comercio, si se incluye venta de textil, perfumería y distribución, la cifra de afectados supera los 6.000. Además de El Corte Inglés, destaca el expediente de regulación de empleo de H&M (1.100 salidas). Y también hay otras firmas negociando un ERE o ya con acuerdo cerrado: perfumerías Douglas (492 empleados), Coca-Cola European Partners (360), Adolfo Domínguez (283) y Heineken (228) y Worten (212), entre otros.

La industria, tocada

Por sectores, la industria (en todas sus variantes) es la que más salidas afronta tras la banca (algo más de 9.500). En especial la automoción, que copa más de la mitad de estos despidos previstos. La empresa con más empleados afectados es Nissan, con 2.500, tras el cierre de la segunda mayor fábrica de Cataluña. A estos se les sumará el efecto arrastre sobre otras empresas auxiliares y subcontratadas. Acciona Facilities Services, por ejemplo, despidió a 500 personas.

En la automoción también está el caso de Ford (980 empleados si se suman los 350 que se recortaron a mediados del año pasado y el acuerdo que se acaba de cerrar para otras 630 personas). Y firmas vinculadas o de componentes, como Continental (750 trabajadores afectados), la ya citada de Acciona y Robert Bosch (660), impactada por la reconversión hacia el vehículo eléctrico, entre otros.

En la industria energética también se realizará un recorte importante de la mano de Endesa (1.200 salidas voluntarias en cuatro años) y Naturgy (1.000 empleados afectados de su plantilla en España). Y la aeronáutica no se libra del tijeretazo, con Airbus a la cabeza (se está negociando todavía la cifra final de salidas, que rondará el millar) y otras de menor tamaño como Aernnova (82 salidas).

Efecto de los ERTE

El sector turístico y su cadena de valor, los más afectados por el embate de la crisis del coronavirus, no están al frente de la lista de grandes ERE. Esto se explica por varios motivos: por un lado, es un sector muy atomizado. Y por otro, que en la práctica es lo que tiene más peso, los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) han sostenido estos puestos. De los 743.628 trabajadores con su empleo suspendido a final de marzo, algo más de la mitad (378.039) pertenecían a servicios de comidas y bebidas, alojamiento o agencias de viaje, según los datos del Ministerio de Inclusión y Seguridad Social. “Los datos muestran cómo los ERTE han amortiguado el recorte del empleo. Esa es la clave para que no se hayan producido más ERE”, aseguran fuentes del Ministerio de Trabajo.

En la recopilación de anuncios de salidas hay pocos expedientes del sector turístico. Y los que hay son de una cantidad relativamente baja: Pullmantur (320 trabajadores afectados), World to Meet, la división de viajes de Iberostar (244) y la hotelera NH (187) y el turoperador TUI (163) son los más representativos. Eso sin contar —tampoco se han añadido al dato general— el recorte planteado por Amadeus para unos 1.600 trabajadores, ya que la compañía no ha especificado la cifra concreta ni cuántos de ellos se producirán en España.

Con estos datos en la mano, el Ministerio de Trabajo defiende el efecto positivo de los ERTE, uno de los mayores salvavidas desplegados por el Gobierno durante la crisis del coronavirus. “Hubo destrucción durante la primera fase de la pandemia, pero la tendencia es positiva. De hecho, nunca en la historia de España se ha producido el efecto de esta crisis: que la destrucción de empleo haya sido menor que la destrucción del PIB”, inciden portavoces de Trabajo.

El listado de salidas en planteadas en grandes firmas está formado por 40 empresas. Las que faltan por mencionar son la firma de restaurantes y comedores de empresas Eurest (430 despidos), ACS (260), Gestamp (230), la Universidad Europea (225), Sacyr Fluor (153), el Hotel Westin Palace (152), Pascual (137), Tubacex (129), Viajes Carrefour (128), Beer & Food (125), propietaria de Tony Roma’s y Tommy Mel’s, Roche Farma (120), La Manga Club, propiedad de Hesperia (118), la juguetería Imaginarium (111), FerroAtlántica (63) y Bic Graphic (52).

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