Continental paraliza el ERE para despedir los 760 empleados de Rubí tras la mediación de la Generalitat

La intervención del Departamento de Trabajo de la Generalitat ha ayudado a que las aguas volvieran a su cauce en el conflicto abierto entre Continental y la plantilla que llegó ayer a su punto máximo cuando la empresa anunció la medida más drástica de las posibles: un ERE para despedir los 760 trabajadores de la sede de Rubí, formada por dos fábricas. La mediación ejercida por Trabajo este jueves, en un encuentro con la multinacional y los sindicatos, ha servido para que ambas partes cedan en sus medidas de presión: los trabajadores han desconvocado la huelga prevista para mañana y la empresa no presentará el ERE.

"Durante esta reunión se han firmado la cancelación de la huelga prevista para mañana, viernes 24, por parte de los trabajadores, así como la paralización del expediente de regulación de empleo anunciado para el día 5", ha confirmado Continental en un comunicado.

La empresa asegura que todas las partes también se han comprometido a elaborar un calendario de reuniones para "reforzar el diálogo" y "garantizar que el proceso de reindustrialización de las instalaciones [...] se desarrolle en un contexto de paz social". Esta mesa de diálogo tratará, por un lado, el proceso de modernización de la planta de Rubí y, por otro, empezar a negociar los despidos de aquellos trabajadores que queden fuera del proceso de reconversión, según asegura CC OO. La primera reunión se celebrará el 3 de febrero.

La multinacional alemana de componentes de la automoción se encuentra en un proceso de reindustrialización de gran calado debido a la irrupción del coche eléctrico. La planta de Rubí es una de las que ha quedado más obsoleta ya que se dedica al montaje de los tableros, todavía analógicos. Continental considera que la fábrica vallesana “con su actual cartera de productos y configuración, ya no sean rentables, ni se hayan podido hallar productos alternativos en la cartera de la compañía para sustituir la producción actual”.

La compañía ha asegurado que su intención es vender las instalaciones que tiene en Rubí "para asegurar el futuro de los trabajadores". De momento, Continental negocia con varios grupos inversores interesados y espera tener los primeros resultados a finales de enero. Por su parte, el sindicato valora positivamente el inicio de las negociaciones.

La alcaldesa de Rubí, Ana María Martínez, también mostró su satisfacción. “Reconducir la situación y volver al escenario de diálogo es una excelente noticia”, aplaudió Martínez, que también puso en valor la mediación. “Cuando hay una situación difícil y las partes no se escuchan a veces hay que parar y que haya alguien que, en la distancia, busque soluciones”.