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Los sindicatos nacionalistas fracasan en su intento de paralizar Euskadi

ELA y LAB reúnen a miles de personas en las calles pero los parones apenas se dejan notar en la industria o el comercio

Manifestantes en las calles de Bilbao durante la jornada de huelga general convocada por ELA y LAB.
Manifestantes en las calles de Bilbao durante la jornada de huelga general convocada por ELA y LAB.FERNANDO DOMINGO-ALDAMA

Movilizaciones multitudinarias, cierres industriales escasos. Los sindicatos nacionalistas no han logrado paralizar el País Vasco con la huelga general convocada en demanda de mejoras en las condiciones laborales, en las pensiones y para reducir la brecha salarial entre hombres y mujeres. Los sindicatos y organizaciones integrados en la Carta Social de Euskal Herria, y que han encabezado ELA y LAB, han logrado impacto en el tejido industrial de Gipuzkoa, en el sector de la economía social y en algunas industrias como CAF e Irizar, pero ha sido bastante reducido en Bizkaia y practicamente nulo en Álava, donde firmas como Mercedes y Michelin han operado con normalidad. La patronal alavesa ha cifrado el cierre de empresas en un 6%.

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El fiasco se ha trasladado también al sector público. En la administración general el paro ha afectado al 17% de los funcionarios, diez puntos menos que en la última, en 2013; en Salud, al 7,5 de la plantilla; y en Justicia al 3%. Algo superior ha sido en la educación universitaria y en la infantil y media, con prácticamente todos los centros abiertos pero sin alumnos.Se trata de la segunda huelga general durante el mandato de Íñigo Urkullu (2013 y 2020), pero fueron ocho las que sufrió el socialista Patxi López durante su mandato, entre 2009 y 2012. Cuatro de esos paros (21 de mayo de 2009, 29 de junio de 2010, 27 de enero de 2011 y 26 de septiembre de 2012) los convocaron ELA y LAB. Otras dos convocatorias (29 de septiembre de 2010 y 14 de noviembre de 2012) las realizaron por CC OO y UGT. Solo en una fecha coincideron los cuatro (29 de marzo de 2012), aunque en convocatorias separadas. Juan José Ibarretxe no sufrió ninguna. El lehendakari ha afirmado este jueves que ha vivido la jornada "como un día normal". Urkullu se negó a reunirse con los responsables de ELA y LAB tras la convocatoria de la huelga.

Donde sí han logrado hacerse notar ha sido en las manifestaciones celebradas en las tres capitales donde decenas de miles de personas, especialmente en Bilbao. Aunque la convocatoria no cuenta con el apoyo ni de CCOO ni de UGT, —sí se han sumado varias asociaciones de pensionistas y la izquierda abertzale— las manifestaciones han tenido una amplia respuesta que los sindicatos cifran en 145.000 personas en total (unas 50.000 en Bilbao, 35.000 en San Sebastián, 25.000 en Vitoria), aunque los cuerpos policiales las reducen a casi la mitad.

Salvo algunos enfrentamientos entre la Ertzaintza y los piquetes informativos, que a primera hora de la mañana han cortado los accesos a Bilbao por carretera, apenas se han producido incidentes. El más reseñable ocurió en la sede del PSE-EE de la localidad guipuzcoana de Errenteria, que amaneció con pintadas en las que se puede leer "Vuestro gobierno, ¡vuestra miseria!". Varios desconocidos lanzaron varios petardos al local, ha confirmado el secretario general de la agrupación socialista de este municipio, José Angel Rodríguez, en un comunicado. Tampoco han sido identificados los autores del corte de la vía férrea de Euskotren entre Berriz y Zumaia al utilizar un árbol y derribar tres postes de la catenaria. El servicio ha estado interrumpido entre ambas localidades. Hasta el mediodía la Ertzaintza había detenido a cuatro personas. El comercio ha permanecido abierto en los centros de Bilbao y Vitoria, y uno de cada dos en San Sebastian y su área metropolitana. Cerraban al paso de los manifestantes, pero volvían a abrir poco después.

Manifestaciones multitudinarias

Las concentraciones que han recorrido Euskadi han tenido su mayor protagonismo en Bilbao, donde miles de personas han protestado por las calles para reclamar mejores condiciones laborales y para los pensionistas. Las marchas han partido de varias áreas de la capital vizcaína desde las siete de la mañana con cientos de personas en la zona de San Mamés, desde donde han caminado rumbo a la céntrica plaza de Moyúa con panfletos, altavoces, algunos petardos y termos de café. Los manifestantes han avanzado sin apenas disturbios más allá de algunas intervenciones de la Ertzaintza, que ha actuado cuando varias personas han tratado de boicotear a los comercios que permanecían abiertos.

Los jubilados asistentes han recibido una sonora ovación cuando su columna ha llegado, tras recorrer parte de la Gran Vía, a la plaza de Moyúa, cuya forma circular ha permitido que distintas marchas, como las integradas por los distintos sindicales, llegaran cada cual por una calle rumbo al punto de encuentro. La cita allí ha sido nuevamente tranquila y sin incidentes, aunque las calles bilbaínas y sus negocios han quedado decoradas por un sinfín de pegatinas y carteles reivindicativos de una huelga que ha tenido una aceptación escasa más allá de los ánimos mostrados por los manifestantes. 

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