Industria habilitará a una quincena de empresas para producir material sanitario
El Gobierno prepara la autorización de diversos proyectos para impulsar la oferta nacional de equipos
La crisis del coronavirus ha puesto contra las cuerdas al sistema de salud público y a la capacidad de compra de material sanitario. El material necesario escasea en el mercado, lo que ha obligado al Gobierno a poner en marcha planes para fomentar la producción nacional. Para ello, el Ministerio de Industria prepara la habilitación de diversos proyectos de una quincena de empresas para aumentar la fabricación de respiradores y de equipos de protección. Entre las compañías están multinacionales como Siemens y Seat y otras de menor tamaño como la madrileña Hersill o la valenciana Temel.
El Ejecutivo pretende asegurar las necesidades de España en estos materiales. Según el borrador que tiene avanzado la Secretaría General de Industria y de la pyme, al que ha tenido acceso EL PAÍS, se han identificado tres líneas de trabajo: “Fabricación de respiradores para ventilación mecánica de enfermos, fabricación de equipos de protección (material sanitario, EPI) y alternativas de fabricación nacional para sustancias con restricciones en el mercado”.
Los planes seleccionados serían consideradas actividades esenciales, por lo que estas firmas podrían operar durante el estado de alarma. Entre las iniciativas está el Proyecto Hersill, una firma de fabricación de respiradores y equipos de anestesia ubicada en la Comunidad de Madrid, con una capacidad actual de fabricación de 15 unidades al día. “El objetivo a conseguir: 100 unidades por día, para un suministro total al sector público de 5.000 unidades durante los dos próximos meses”, incluye el documento. También está el Proyecto Temel, firma radicada en la Comunidad Valenciana, en el que se trabaja para adaptar el respirador de anestesia para su uso en las UCI. El objetivo es la compra de 3.000 unidades por el sector público.
Todo este proceso de selección se realiza bajo la supervisión del Ministerio de Sanidad: “Para todo lo relacionado con homologaciones de material y equipos médicos y sanitarios, la autoridad competente es la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS), del Ministerio de Sanidad”, recoge el texto. En este sentido, el borrador hace énfasis en la multitud de prototipos que salen a la luz. “Son muchos los proyectos que se están mostrando en las redes sociales y que nacen del voluntarismo y la solidaridad. No obstante, su capacidad sanitaria o industrial es dudosa”, se afirma en el texto.
Nuevas capacidades de producción
Entre las iniciativas escogidas por la Secretaría para crear nuevas capacidades de producción está el Proyecto Seat, que en su centro de desarrollo tecnológico en Martorell trabaja en un prototipo de respirador. Todavía está pendiente de la homologación de la Agencia Española del Medicamento, aunque desde las instituciones sanitarias piden que se acelere el proceso dada la escasez que existe en los hospitales, según fuentes del sector. La Agencia ha aumentado su personal, pero sigue con un volumen ingente de trabajo.
Estas dificultados sobre la validación del material derivan en otro problema: “Las políticas de compliance del grupo Volskwagen obligan a dirimir determinadas cuestiones jurídicas que les eximan de cualquier tipo de demanda o responsabilidad civil en el caso de fallo en los equipos”. Es decir, que sean las autoridades sanitarias las que se responsabilicen del funcionamiento de este material.
Otro de los planes es el que desarrolla conjuntamente Siemens y la compañía tecnológica catalana GPA Innova para la fabricación de respiradores conectados en red: “Hasta 20 unidades controladas por un único sanitario”. En este caso podría entrar en marcha la próxima semana, según se asegura en el texto. También el Proyecto Bifurcador, una propuesta del Centro Tecnológico LEITAT, HP y el Consorcio de la Zona Franca, que tiene como objetivo “fabricar piezas por impresión 3D que bifurcan el flujo de aire de los respiradores, permitiendo que cada unidad atienda a dos pacientes”. Está en fase de pruebas en pacientes reales en el hospital del Vall d`Hebron, aunque existe una “alta probabilidad de que la AEMPS no lo homologue, sino que lo deje en manos del criterio médico”.
Las otras iniciativas incluyen una en Andalucía para la fabricación de respiradores mecánicos que no necesita de tecnología 3D. Y una más en Asturias, que está en fase de validación clínica con pacientes, en la que participa ArcelorMittal y Thyssenkrupp.
Equipos de protección
En cuanto a los equipos de protección, los esfuerzos se centran en la fabricación de mascarillas quirúrgicas y equipos de protección individual (EPI) con los que los sanitarios se protegen. Entre la producción de mascarillas, el proyecto más avanzado está en Toledo, que tiene el objetivo de producir “30.000 unidades al día”, según el borrador. También está el Proyecto Mondragón, que instalará cuatro líneas de producción (una de ellas en la Farmacia Militar de Colmenar o Burgos como reserva estratégica nacional). El objetivo es producir 13 millones de unidades al mes, tres millones en la línea que será prioridad de Defensa. Hay otro plan similar en Asturias, que contempla una línea de producción para 2,5 millones de unidades al mes. Y otras muchas firmas del sector textil han mostrado su interés, entre ellas El Corte Inglés.
Sobre la fabricación de equipos de protección individual se encuentra el Proyecto Sibol. La firma está ubicada en el País Vasco y se dedica a la fabricación de mascarillas. “El objetivo es incrementar la producción para suplir la carencia que hay”, recoge el documento, aunque no especifica en cuánto se pretende elevar.
Dada la carencia de filtros para la producción de los equipos de protección, hay diversas empresas trabajando en su desarrollo. Por ejemplo, Seat ha diseñado con impresión 3D un filtro para incorporar en las mascarillas. El problema: “No tendrá homologación como material de uso sanitario, por las características rígidas del material”. Desde SCIPYME se ha puesto en contacto a Seat con Renault y HP, que están desarrollando proyectos similares. Y existen otras iniciativas privadas, como la de la empresa catalana de geotextil MEVASA.
Mascarillas higiénicas
La Secretaría General de Industria también ha seleccionado una serie de proyectos solidarios para la fabricación de mascarillas higiénicas. Estas no cumplen los estándares de homologación, pero “ofrecen un cierto nivel de protección para la población en general que no se encuentre directamente expuesta a la infección”. También cuenta en este sentido otro proyecto la automovilística Seat, que creará estos protectores a partir de tejidos y filtros usados en la automoción.
Por último, el borrador recoge alternativas para sustancias con restricciones en el mercado. Por ejemplo, dice que “ya se ha iniciado el contacto con las cuatro empresas españolas que fabrican test PCR para Covid-19”. También destaca el caso del etanol para la fabricación de hidrogeles, desinfectantes y disolvente. “Se está trabajando para facilitar el uso del bioetanol, de fabricación nacional, como sustituto en ciertos productos”. En este caso, está pendiente de la valoración de la Agencia del Medicamento para su uso en la fabricación de geles hidroalcohólicos.
Información sobre el coronavirus
- Aquí puede seguir la última hora sobre la evolución de la pandemia
- El mapa del coronavirus: así crecen los casos día a día y país por país
- Preguntas y respuestas sobre el coronavirus
- Guía de actuación ante la enfermedad
- En caso de tener síntomas, estos son los teléfonos que se han habilitado en cada comunidad
- Pincha aquí para suscribirte a la newsletter diaria sobre la pandemia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.