El Supremo confirma que el Fórum Filatélico fue una estafa piramidal
El tribunal rebaja a 11 años y 10 meses las penas para el expresidente de la firma
Los clientes del Fórum Filatélico fueron engañados para invertir sus ahorros en una estafa piramidal. El Tribunal Supremo ha notificado este jueves la sentencia por el caso Fórum Filatélico, que ratifica que los hechos probados por la Audiencia Nacional constituyen un delito de estafa porque los clientes no sabían que los sellos adquiridos no valían ni una pequeña parte del dinero que entregaban, que no se revalorizaban, y que solo mediante la captación de nuevos clientes la empresa seguía devolviendo el capital invertido más los altos intereses garantizados, que eran superiores a los ofrecidos por los bancos. El Supremo confirma la condena a los 16 acusados dictada por la Audiencia Nacional, pero rebaja ligeramente algunas penas al aplicar distintas atenuantes a varios de los acusados. El alto tribunal absuelve a cuatro de los acusados a los que condenó la Audiencia.
El Supremo ha condenado a los 16 acusados con penas que oscilan entre los seis meses de prisión y los 11 años y 10 meses de cárcel. La pena más alta es para el expresidente de Fórum Filatélico Francisco Briones, al que se atribuye un delito continuado de estafa agravada en concurso con un delito de insolvencia punible y otro continuado de falseamiento de cuentas anuales, además de blanqueo de capitales. El Supremo ha rebajado, no obstante, su pena de 12 años y cuatro meses a 11 años y 10 meses al aplicarle la atenuante de dilaciones indebidas en el delito de blanqueo. Briones tendrá que pagar también una multa de 49,7 millones de euros.
El exasesor jurídico de Fórum Juan Ramón González se ha beneficiado de la mayor rebaja de pena: de seis años y tres meses a tres años y tres meses de cárcel, más una multa de 15,9 millones, porque el tribunal entiende que, en relación con el delito de estafa, su actuación encaja como cómplice y no como cooperador necesario, papel que le había atribuido la Audiencia.
La sentencia absuelve a cuatro de los veinte condenados por la Audiencia Nacional, al considerar que no hay prueba suficiente contra ellos y que debe prevalecer su presunción de inocencia. Y respecto al testaferro Pedro Ramón Rodríguez, se le reduce en 6 meses la pena (de 3 años y 6 meses a 3 años) como cómplice de la estafa, porque las acusaciones pedían tres años de prisión para este y ese límite no puede rebasarse en virtud del principio acusatorio.
La sentencia, de la que ha sido ponente el magistrado Miguel Colmenero, establece que Briones, González y, subsidiariamente, lo que queda de Fórum Filatélico deberán indemnizar a las 190.022 víctimas de la estafa. La cuantía la determinará la Audiencia Nacional en función del total de las cantidades efectivamente entregadas por los clientes a Fórum, descontando lo que ya hayan recibido tras la liquidación de la compañía y sin contar los intereses pactados que no hubiesen sido abonados.
Cuando fue intervenida, el 6 de mayo de 2006, la empresa tenía 393.754 contratos en vigor, con una inversión de 3.200 millones de euros. Fórum tenía en su haber 121.287.714 sellos, de los que 71.481.383 estaban adjudicados a contratos con los clientes. “Los sellos estaban sobrevalorados de manera impresionante”, recoge la sentencia citando los hechos probados por la Audiencia.
Según la última lista de precios de Fórum, del año 2006, este stock de sellos valía 4.347 millones de euros. Aplicando los precios del catálogo Yvert et Tellier —un indicador muy relativo del mercado, los precios de comerciante que se utilizan a la baja en las transacciones—, el conjunto de sellos tendría un valor de 390.863.727 euros, once veces inferior. El valor de liquidación estimado pericialmente en el año 2007 descendió a 86.413.563 euros. En los diez años de liquidación de la empresa, la administración concursal ha logrado vender casi 8 millones de sellos, una pequeña parte del stock, a través de una casa internacional de subastas, obteniendo sólo 1 millón de euros.
Mecanismo de la estafa
La sentencia explica como Fórum Filatélico ofrecía al público la venta de lotes de sellos asegurándoles que, transcurrido el plazo fijado en el contrato se encargaría de la venta de los mismos en el mercado a un precio superior. La firma aseguraba a los clientes que en el caso de no encontrar comprador, ella misma Fórum los adquiriría a un precio superior al que pagaron los inversores inicialmente. Esto era lo que ocurría prácticamente en todos los casos, porque en realidad los sellos apenas se revalorizaban. Además, Forum les aseguraba una rentabilidad durante ese plazo, superior a la que ofrecían las entidades bancarias.
Los clientes, explican los magistrados, ignoraban que en realidad el dinero que la sociedad recibía de ellos se destinaba en parte a la compra de nueva filatelia a precios muy inferiores a los que luego se vendían o adjudicaban a los clientes, en parte para pagar a los clientes que deseaban recuperar su inversión o a quienes percibían el interés asegurado, en parte al funcionamiento de la empresa y en parte se desviaba hacia el patrimonio personal de los acusados. E ignoraban también que la única forma de devolver el dinero a quienes lo solicitaban al finalizar los contratos o de pagar los intereses asegurados era disponer de las cantidades de dinero entregadas por los inversores, ya que Fórum no tenía otras fuentes de ingresos.
La sentencia indica que algunos acusados crearon y otros participaron en circuitos creados con sociedades interpuestas mediante las que, haciendo circular la mercancía de forma real o supuesta, conseguían, con sucesivas compraventas, incrementar artificialmente el precio de los sellos que finalmente adquiría Fórum.
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