Sánchez prevé un récord de ingresos en los Presupuestos para financiar el alza del gasto social
El Gobierno proyecta una recaudación de más de 225.000 millones, unos 15.000 millones más que el año anterior
El Gobierno ha dibujado una cifra récord de ingresos en los Presupuestos, que hoy aprobará el Consejo de Ministros, para financiar el aumento del gasto social. Las cuentas se presentarán con una recaudación superior a los 225.000 millones, unos 15.000 millones más respecto al año anterior. Buena parte de esa cosecha procederá de los nuevos impuestos, como la tasa Google y las transacciones financieras. Pero también se subirán los tributos existentes: las grandes empresas pagarán más y los trabajadores que ganen más de 140.000 euros, también. En total, estas medidas aportarán unos 6.000 millones más.
Una de las pocas sorpresas agradables que se encontró María Jesús Montero cuando fue nombrada ministra de Hacienda en junio y se instaló en el viejo caserón de Aduanas en la calle de Alcalá de Madrid, fue la buena marcha de la recaudación tributaria. Los grandes impuestos (IRPF, sociedades, IVA y especiales) han crecido durante estos siete meses a tasas próximas al 8%, un ritmo que no se veía desde los tiempos de la burbuja inmobiliaria. Esta formidable cosecha fiscal propiciará que por primera vez desde hace más de una década los ingresos fiscales presupuestados el año pasado estén muy cerca de los realmente obtenidos.
Las cifras oficiales de recaudación publicadas por la Agencia Tributaria hasta noviembre permiten asegurar que en 2018 se superó el récord logrado en 2007, en pleno boom inmobiliario. Y sobre este buen panorama, Hacienda ha cimentado los Presupuestos de 2019 con los mayores ingresos previstos nunca hasta la fecha. Con el comportamiento favorable de la recaudación y las nuevas medidas tributarias, con las que espera arañar alrededor de 6.000 millones más, Hacienda fijará su previsión de ingresos fiscales en algo más de 225.000 millones de euros, según cálculos realizados por EL PAÍS.
Más ingresos que nunca
Esta subida sería el mayor aumento anual de los ingresos presupuestados desde 2008. Con ese dinero, Sánchez podrá financiar las medidas sociales que ha anunciado, el acuerdo con Podemos y reservar algo para los pactos con los independentistas catalanes.
Sánchez quiere dar un giro social a las cuentas de 2019. Su discurso se basa en combatir la desigualdad generada durante la crisis y atender a los que se han quedado atrás durante todos estos años. Su proyecto pasa por restañar las heridas sociales que la recuperación aún no ha suturado.
Para ello, subirá las pensiones un 1,6% y aumentará el sueldo de los funcionarios cerca de un 2,5%. También crecerá la partida para financiar vivienda pública y se espera una gran mejora de la dependencia. Junto a estas iniciativas, las cuentas públicas incluirán un plan contra la pobreza infantil y ayudas para las familias más necesitadas. También se aumentará la dotación para ciencia, becas y educación. Así como más fondos para programas contra la violencia de género y para fomentar la igualdad efectiva.
Todas estas medidas sociales suponen un aumento del gasto que se reflejará en el proyecto de Presupuestos que aprobará hoy el Consejo de Ministros. Para financiar este despliegue social, el Gobierno confía en que la buena marcha de la economía mantenga el ritmo de recaudación. Proyecta que la recuperación de los salarios y la creación de empleo ayuden a estimular la actividad económica y esto repercuta en los ingresos tributarios, mejore el IRPF, el IVA y arrastren al impuesto de sociedades. Los cálculos realizados por este diario cifran en unos 9.000 millones la recaudación adicional aportada por el tirón económico.
Nuevos impuestos: tasa Google y transacciones financieras
Pero el Gobierno quiere más ingresos que le permitan seguir reduciendo el déficit público y pagar las nuevas políticas sociales. Así que los Presupuestos incluirán varias subidas de impuestos. Entre ellos destaca el aumento del impuesto de sociedades para las multinacionales que facturen más de 20 millones de euros. A estas obligará a pagar un mínimo del 15% sobre la base imponible y un 5% sobre los dividendos exteriores. Los contribuyentes que ganen más de 140.000 euros tendrán un tipo aumentado en el IRPF, que será aún superior para los que declaren más de 300.000 euros. La mayoría de estas medidas tanto de gasto como de ingresos forman parte del acuerdo de Presupuestos entre el PSOE y Podemos suscrito el pasado octubre.
Las cuentas públicas contendrán además un alza del impuesto de patrimonio para los más ricos. Hacienda elevará el gravamen un 1% para las fortunas de más de 10 millones. Las sicav, los instrumentos financieros que utilizan los más acaudalados para embalsar su patrimonio, y las socimi, sociedades que gestionan activos inmobiliarios, tendrán más presión por parte de Hacienda.
Pero el Gobierno también prepara otros nuevos impuestos. Estos no pueden ir en el texto de los Presupuestos sino que deben tramitarse como nuevas normas. Es el caso del impuesto sobre actividades digitales, conocido como tasa Google, con el que el Ejecutivo espera ingresar alrededor de 1.200 millones más. Así figuraba en el anteproyecto legal que aprobó el Consejo de Ministros a finales de noviembre y que ha sido enmendado con las aportaciones recogidas en la consulta pública. Es el mismo caso que el impuesto sobre transacciones financieras, un nuevo tributo que gravará con un 0,2% la compra de acciones de grandes compañías. Hacienda espera obtener unos 1.000 millones con esta nueva figura fiscal, que destinará íntegramente a financiar las pensiones, según adelantó Montero hace un par de meses. Pero los decretos de estos dos nuevos impuestos se aprobarán finalmente por el Consejo de Ministros del próximo viernes.
“Es necesario que seamos un país abierto a la inmigración”
Hacen falta inmigrantes para pagar las pensiones cuando se jubile la generación del baby boom. Esto es lo que viene a decir la Autoridad Fiscal en su informe sobre las cuentas futuras de la Seguridad Social y lo que sostiene el departamento que dirige Octavio Granado: “La opinión [de la Airef] hace un balance muy claro de que para la sostenibilidad del sistema de la Seguridad Social es necesario que España sea un país abierto a la inmigración. La percepción en amplios sectores de la opinión pública de la inmigración como fenómeno negativo es equivocada y desde las políticas públicas hay que corregir esa equivocación”.
Los responsables del instituto previsor van más allá en clara referencia a Vox: “Las personas que piensan que la inmigración supone un riesgo están poniendo de alguna forma en riesgo la sostenibilidad del sistema de pensiones”. “Nuestra pirámide de población, por mucho que se quiera corregir, no va a corregirse a la velocidad necesaria para equilibrar el sistema de pensiones”, argumentan en la Seguridad Social.
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