Ciudad mediana busca fondo de inversión
Diez municipios españoles participan en una iniciativa para atraer capital fuera de los grandes núcleos
Pasan más de dos horas cuando el auditorio estalla en carcajadas y aplausos: “Estamos por pediros a vosotros en lugar de a los inversores -ironiza en el escenario Juan Fernández, alcalde de Linares- el resto tenéis tanto que no va a lucir igual la inversión”. Fernández es uno de los participantes en la primera cumbre de Invest in Cities (celebrada el último lunes de noviembre en Madrid) y con “el resto” se refiere a los alcaldes y representantes de otras nueve ciudades españolas de tamaño medio. Los primeros 120 minutos hasta que Fernández sale al escenario, como los más de 60 que restan, han dejado clara la dinámica del acto, al que asisten más de dos centenares de personas. Cada una de las diez ciudades tiene 15 minutos para describir todas sus bondades en el escenario e intentar convencer a potenciales inversores.
La puesta en escena recuerda en algo a las selecciones de las sedes olímpicas. En algunos casos sube al atril una sola persona, pero en otros son hasta nueve. Todas las presentaciones se apoyan con algún vídeo y muchas apuestan por las imágenes de jamones, embutidos o vinos. Las más prosaicas prefieren mostrar terrenos, naves industriales y parques empresariales. Ninguna olvida la mención a la calidad de vida ni la conectividad (pasada, presente o futura) a la red ferroviaria de alta velocidad. “Soy el que menos se ha desplazado para venir a Madrid”, asegura el alcalde de Guadalajara, Antonio Román, dejando claro que tampoco van a faltar pequeñas pullas entre los políticos. “Soy el portavoz del partido de Gobierno en España y tengo el móvil del presidente”, dobla la apuesta en tono jocoso Óscar Puente. La intervención del alcalde de Valladolid es la última, por riguroso orden alfabético para mantener la neutralidad, en lo que él mismo define como una “borrachera de ciudades”.
“Probablemente hay que hacer otro formato”, apunta al teléfono Nacho Alonso, presidente de la iniciativa Invest in Cities y maestro de ceremonias de un acto más largo de lo previsto. Pero ese detalle no ensombrece su satisfacción general. “La iniciativa tiene sentido y nos convence mucho”, relata, “nuestra intención es que bajo esta marca se desarrollen muchas más cosas que van en la misma línea: acercar inversión privada a ciudades donde normalmente no llega”.
Alonso es socio y director comercial de la consultora de inversión PGS, organizadora del encuentro junto con la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme). Cuenta que la idea surgió hace más de un año a raíz de una “conversación casual” sobre lo polarizada que está la inversión en España, un país que cuenta con “grandes polos que atraen casi todo el capital extranjero”. Las diez participantes en la primera cumbre de Invest in Cities han pagado una cantidad de cinco cifras que Alonso prefiere no especificar y durante meses han podido volcar sus proyectos -propios y de compañías implantadas en su término- en una web “donde se dan cita ciudades, empresarios e inversores”.
200 inversores de todo tipo
Según los cálculos de los organizadores, por el acto pasaron unos 200 inversores y son muchos más los que acceden a la plataforma en línea donde los municipios anuncian y describen los planes para los que buscan socios. “Hay empresas de capital riesgo, grandes empresas y socimis”, detalla Alonso, que evita precisar el nombre de ningún participante. Uno de ellos es Mario Suárez, director de administración inmobiliaria en Candiolo Inversiones. Esta firma, con una facturación anual de 18 millones, gestiona un fondo familiar y cuenta también con un 25% de capital proveniente de otros inversores. Suárez cuenta que acudieron al acto porque tenían echado el ojo a un proyecto, pero de allí salió “una reunión que se celebrará pronto” con otra ciudad participante. Y al margen de los negocios concretos, asegura que le hizo ilusión encontrarse con “grandes empresas” del sector de la inversión inmobiliaria tanto de ámbito nacional como europeo.
“Un inversor, sea nacional o extranjero, va a las grandes ciudades”, asegura el francés Grégoire de Lestapis, primer ejecutivo de October España. Esta plataforma de financiación alternativa a la banca es colaboradora oficial de la iniciativa. Y su máximo responsable en España muestra el mismo optimismo que el resto de participantes: “Vi mucho interés de fondos de inversiones que decían: ‘Yo no conocía esto’. Y la pasión de los alcaldes y sus equipos por vender sus ciudades fue muy bonita de ver”.
Minutos antes de empezar el acto, los mensajes positivos son una constante en todos los equipos municipales, sean del color político que sean. “Las ciudades medianas son más dinámicas y más ágiles a la hora de facilitar inversiones”, enfatiza Cuca Gamarra, alcaldesa de Logroño por el PP. Y Reus y Tarragona, la primera con un alcalde del PDeCAT y la segunda en manos del PSC, presentan un proyecto conjunto de dos ciudades limítrofes que “no acababan de coordinarse”, según explica el concejal reusense Marc Arza. Días después, y ya al teléfono, explica que durante el cóctel posterior hicieron progresos para sacar adelante “dos proyectos concretos”. Todavía es pronto para evaluar los resultados, pero “igual de interesante o más, fue hablar con otros Ayuntamientos para intercambiar experiencias”, destaca Arza. Son, al fin y al cabo, diez municipios unidos por un propósito que expresa de forma diáfana Óscar Puente, el alcalde socialista de Valladolid: “No somos una Administración pasiva, vamos a la caza de inversores y proyectos”.
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