El Santander reclama 25 millones a exdirectivos del Popular por ‘bonus’ y prejubilaciones
Ha demandado al expresidente Ángel Ron, y al ex consejero delegado, Francisco Gómez, para que devuelvan la parte que ya han cobrado
El Santander ha sido pionero en aplicar la doctrina europea para bancos en crisis: ha negado el cobro de la retribución variable, incluyendo las prejubilaciones, al expresidente del Popular, Ángel Ron y a los tres consejeros delegados: Francisco Gómez, Pedro Larena e Ignacio Sánchez-Asiaín. Les impide cobrar unos 25 millones. En el caso de Ron y Gómez, además, les reclama en una demanda la devolución de algunas cantidades ya entregadas.
El movimiento del Santander contra la antigua cúpula del Popular será un caso de estudio legal, apuntan fuentes jurídicas. El banco presidido por Ana Botín ha seguido la doctrina de la Autoridad Bancaria Europea y del Banco Central Europeo (BCE) sobre la aplicación de la paga variable a las entidades con pérdidas o que entran en resolución.
El consejo de administración del Banco Popular renunció en bloque el 7 de junio pasado tras su venta al Santander. A partir de ahí se produjeron consultas al supervisor europeo y determinaron no pagar ninguna compensación a los antiguos gestores fuera de lo que es su salario fijo. Esta decisión, según fuentes judiciales, se retrotrajo tres ejercicios para atrás —2014, 2015 y 2016—, según permite la legislación, por lo que incluyó a dos presidentes y tres consejeros delegados.
El objetivo era no pagar o recuperar lo abonado como bonus o como prejubilación. El Popular no ha pagado variable a sus directivos ni en 2015 ni en 2016 por las pérdidas registradas, por lo que el punto clave de esta reclamación son las prejubilaciones: en el caso de Ángel Ron, expresidente, asciende a 12,8 millones, y en el de Francisco Gómez, ex consejero delegado, suma nueve millones. Gómez abandonó el banco en julio de 2016, por lo que había recibido parte; y Ron, el 20 de febrero de 2017. Su prejubilación la abona Mapfre por un seguro contratado con esta compañía. Por eso, el Santander ha demandado a Mapfre, a Ron y a Gómez. A la aseguradora le reclama que no les entregue más dinero y a los exdirectivos que reintegren lo percibido. Esta medida no afecta a su jubilación, que se considera retribución fija y la percibirán al llegar a la edad correspondiente con las cantidades extra por las aportaciones ya están en el banco.
Larena demanda al Santander
En el caso del último presidente, Emilio Saracho, no ha habido demanda porque renunció a la indemnización acordada a su salida, de 1,5 millones. A Pedro Larena, consejero delegado hasta abril de 2017, también se le ha negado la cantidad que iba a cobrar al marcharse y ha demando al Santander. Su sucesor, Ignacio Sánchez-Asiaín, también se fue sin la indemnización correspondiente a la cláusula de no competencia, ya que el Santander no ha exigido esa incompatibilidad. Este ejecutivo no ha demandado a la entidad.
Además del caso de estos cinco exdirectivos, hay otro caso: ex de Francisco Aparicio. A este exconsejero y antiguo secretario del consejo también se le ha negado la prejubilación, pero no hay demandas por el momento.
Fuentes cercanas a los afectados, que piden el anonimato, consideran que se están utilizando “argumentos torticeros para incluir las prejubilaciones como retribución variable”. Argumentan que se han apoyado en un informe muy sesgado, en su opinión, de la Comisión de Retribuciones del Popular del 5 de junio que contradecía todos los anteriores. El hecho de que no cobren la retribución variable o las prejubilaciones no está relacionado con comportamientos irregulares, apuntan las fuentes consultadas.
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