El grupo delató al resto del sector por prácticas contra la competencia

El pasado 28 de julio la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) impuso una multa récord de 171 millones de euros a 21 compañías del sector del automóvil por formar un cartel. Estaban prácticamente todas las empresas que fabrican y venden en España menos Seat, Volkswagen (VW) y otras firmas del grupo (Audi y Porsche). La ley contempla la figura de clemencia, que permite evitar las sanciones a quien ofrezca información relevante de las prácticas anticompetitivas en las que haya participado. Y eso fue lo que hizo el grupo alemán a través de su filial española, Seat.

“La investigación y sanción de estas conductas ha sido posible gracias a la solicitud de clemencia presentada por Seat y las empresas que forman parte del grupo al que pertenece (Volkswagen, Audi España y Porsche Ibérica) han quedado eximidos de su multa”, dijo la CNMC en un comunicado emitido entonces.

La actitud de VW molestó sobremanera al resto de empresas automovilísticas, que ahora no han dudado en recordar aquella actitud delatora. “Donde las dan, las toman”, ha comentado una fuente sectorial. Los responsables de Seat adujeron entonces que estaban obligados a denunciar a sus colegas porque se lo imponía el código ético del grupo en Alemania. Una referencia que no deja de sorprender cuando se han conocido los trucajes en sus motores. Según las fuentes oficiales, la dirección de Seat acudió al organismo regulador al analizar los procedimientos que realizaba el sector y en los que participaba.

La CNMC considera que las empresas compartían información sensible desde 2006 hasta 2013. Con los datos que intercambiaban, reducían la incertidumbre sobre las estrategias que iba a seguir la competencia, lo que les permitía evitar aplicar estrategias agresivas o descuentos para captar compradores, cree competencia. La patronal sectorial Anfac rechazó las acusaciones y las empresas anunciaron que recurrirían la sanción.