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Una de cada 10 empresas de Wall Street es ‘pecadora’, según S&P

La firma crea un índice bursátil del que excluye a compañías que considera que no cumplen los valores católicos

Amanda Mars
Un establecimiento de Wal-Mart en Los Ángeles, California (EE UU).
Un establecimiento de Wal-Mart en Los Ángeles, California (EE UU).Patrick T. Fallon (Bloomberg)

Pecado y virtud conviven en Wall Street. Hay empresas rentables y ruinosas, recién nacidas o consolidadas, las que pagan bien, las que pagan mal y las que hacen ambas cosas al mismo tiempo… Y la mayor parte de ello se puede conocer por la memoria de las empresas que cotizan en Bolsa. Pero ahora, gracias a S&P Dow Jones Indices, supuestamente también se puede identificar a las que son buenas católicas y las que no en base a una serie de criterios muy particulares. La compañía acaba de lanzar el primer índice S&P 500 de Valores Católicos, que ha elaborado a partir del índice general ya existente (el S&P 500), excluyendo a una cincuentena que no cumplen con esos parámetros.

El filtro no consiste exactamente en identificar los siete pecados capitales, uno de los cuales es la codicia y podría generar más expulsiones en el selectivo de la Bolsa más famosa del mundo. S&P Dow Jones ha seleccionado a las compañías en función de si sus prácticas se adhieren a las directrices establecidas por la Conferencia Episcopal de EE UU. En base a ello, ha dejado fuera a los grupos que usan mano de obra infantil o que se lucran con armas químicas, biológicas o nucleares. Pero también han sido expulsadas de la lista católica a las que ganan dinero con medios anticonceptivos o con la investigación con las células madre.

El pecado de la lujuria tiene un tratamiento muy específico en esta suerte de librillo de la empresa católica: se puede distribuir pornografía, pero no producirla, y siempre y cuando solo hasta un 1% del negocio de la empresa dependa de ello. En cambio, hay poco problemas con las armas: el negocio con material militar sí se acepta si no significa más de la mitad de los ingresos.

Berkshire Hathaway, el grupo de inversiones de Warren Buffet, esté en el grupo impío. Boeing, General Electric, Google, Monsanto y firmas farmacéuticas como Pfizer, Johnson&Johnson o Merck tampoco tienen hoy por hoy abierto el paso en el índice de compañías de valores católicos. Sí entran Goldman Sachs, JP Morgan, Ralph Lauren o Procter&Gamble, entre otras.

Frente a los 502 valores que forman parte del S&P 500 general, el Índice Católico queda reducido a 448 miembros, así que son 54 los rechazados por sus prácticas de dudoso catolicismo.

Mattel, Disney o Wal-Mart han sido excluidas en base al criterio del empleo de mano de obra infantil, según fuentes de S&P Dow Jones Indices, dependiente de McGraw Hill Financial. Preguntadas por ello, un portavoz de Disney recalca la "tolerancia cero" del grupo con el trabajo infantil en su extensa cadena de producción y cree que la decisión de esta firma de excluirlo se basa en una investigación “anticuada y no corroborada” en una factoría en China. Esto dio a lugar a una investigación cuyos resultados se comunicaron a EIRIS, una firma de auditoría de gobernanza que, según Disney, no ha actualizado sus datos. Wal-Mart no respondió y Mattel defendió que la compañía “está comprometida” en asegurar que “cada persona que fabrique nuestro productos sea tratada de forma justa, con respeto y en un entorno sano y seguro”. “Nuestras normas y programas de salud y seguridad reflejan este compromiso”, insisten fuentes de la firma, la cual, aseguran “cumple con todas las leyes de cada país”.

Fondos católicos

Este tipo de índices sirve como herramienta de análisis para la comunidad inversora —a veces se les agrupa por sectores o por otras características— y también como guía de inversiones. El Oblate International Pastoral Investment Trust, con 200 instituciones católicas participantes en todo el mundo, es público objetivo para esta iniciativa. El Padre Séamus Finn, jefe de inversiones, destaca que rentabilidad y ética no son contradictorios, como muestra la buena salud de muchos fondos vinculados al catolicismo. En cuanto a la industria militar, Finn destaca que la inversión en ella es muy limitada y que se reconoce el “derecho de los países a defenderse”, por eso la prohibición de las armas “no es absoluta”.

No es que S&P se case con una religión en exclusiva. Ya en 2006 la compañía lanzó un índice vinculado a la sharía (S&P 500 Shariah Index) con empresas que cumplieran las leyes del Corán.

Dinero y religión entran en contradicción muchas veces. El Papa Francisco, por ejemplo, alertó recientemente contra el calentamiento global e hizo críticas al uso excesivo de energías fósiles, cuando resulta que grandes organizaciones católicas estadounidenses tienen fuertes inversiones en compañías energéticas. Según Reuters, la Archidiócesis de Chicago ha dicho que reexaminará más de 100 millones de dólares invertidos en el sector de la energía fósil.

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Sobre la firma

Amanda Mars
Directora de CincoDías y subdirectora de información económica de El País. Ligada a El País desde 2006, empezó en la delegación de Barcelona y fue redactora y subjefa de la sección de Economía en Madrid, así como corresponsal en Nueva York y Washington (2015-2022). Antes, trabajó en La Gaceta de los Negocios y en la agencia Europa Press

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