Sacyr sigue con las obras en el Canal pese al fin del ultimátum
El consorcio dice que parar los trabajos no es "en este momento" el "escenario contemplado" Bruselas acepta ser mediador en el conflicto entre las empresas y las autoridades panameñas
El consorcio responsable de la ampliación del Canal de Panamá, liderado por la constructora española Sacyr, negó este domingo que contemple “en este momento” suspender el lunes las obras, cuando vence el preaviso que envió a la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) en diciembre pasado en el que planteó esa posibilidad por falta de liquidez. Por otro lado, la situación ha dado un giro inesperado al conocerse que las empresas han pedido a la Comisión Europea que medie en el conflicto, oferta que ha aceptado, lo que podría indicar que hay voluntad de ampliar la negociación.
El consorcio de empresas, formado por Sacyr, la italiana Salini Impregilo y la belga Jan De Nul, reclama el pago de 1.600 millones de dólares (1.182 millones de euros) por gastos adicionales a los 3.118 millones de dólares (2.304 millones de euros) que contrató en 2009 con la Autoridad del Canal de Panamá, agencia estatal panameña.
En un comunicado enviado el domingo por la tarde, el consorcio aseguró: “El Grupo Unidos por el Canal (GUPC) no tiene por qué realizar mañana” [por el lunes] “ningún cambio en el estatus de la obra, ya que el preaviso enviado el día 30 da derecho al consorcio a suspender las obras en cualquier momento a partir del día 21, sin que en este momento ese escenario esté contemplado”.
Sin embargo, el consorcio, no cierra totalmente las puertas a parar las obras más adelante en previsión de problemas que pudieran aparecer. En el citado comunicado añade: “El Consejo de Administración podrá evaluar la situación y tomar la decisión que corresponda en cualquier momento”, advirtieron.
"Lo más urgente", dice Tajani, vicepresidente de la Comisión, es "conseguir tiempo"
Sacyr no se quiere pillar los dedos y deja abierta la situación. Sin embargo, según fuentes cercanas al consorcio, “la voluntad es negociar al máximo para evitar medidas drásticas”. No obstante, insisten en que el comunicado hecho público ayer no impide suspender la obra en cualquier momento.
Desde el lado panameño se aboga por la conclusión de la obra. “La ACP continúa comprometida al 100% con el desarrollo de la ampliación del Canal y por ello exigirá el cumplimiento riguroso del contrato aceptado y firmado entre las partes; mientras esperamos que el GUPC recapacite y vuelva a los niveles de producción acordados y nosotros continuamos preparándonos para tomar las decisiones que nos permitan el contrato a fin de terminar exitosamente la obra”, dijo este domingo el panameño Jorge Quijano, administrador de la Autoridad, consultado por EL PAÍS. “La posición de la ACP está siendo apoyada por los principales actores de la industria marítima internacional que ven en la ampliación del Canal una nueva era de oportunidades y crecimiento”, añadió.
Por otro lado, la Comisión Europea ha aceptado mediar en el conflicto, según explicó el vicepresidente de la Comisión y responsable de Industria, Antonio Tajani. Tajani dijo a Efe el domingo en una entrevista telefónica que había recibido una petición del consorcio para que “intente mediar en la solución del problema”. Para Tajani “lo más urgente” es “conseguir tiempo” y advirtió que la ruptura del diálogo “no interesa a nadie. Perdería sobre todo Panamá, que ha impulsado una obra clave para su país pero también perderían las empresas europeas y el comercio mundial”.
Las empresas dejan la puerta abierta a paralizar las obras
La ministra de Fomento, Ana Pastor, también medió en el conflicto con en dos citas separadas, el 6 de enero en Panamá con el presidente Ricardo Martinelli, así como otra con ACP y GUPC. Pastor logró que las partes retomaran la negociación el 7 de enero y que el conglomerado prometiera apegarse al contrato.
Mientras, el funcionamiento de las esclusas abiertas en 1914 es normal. La edificación de las nuevas esclusas es en otros terrenos y está avanzada en 65%. Al recalcar que “las comunicaciones se mantienen abiertas”, una fuente del canal informó ayer a este periódico que en el desarrollo normal del proyecto deberían trabajando entre 7.000 y 9.000 trabajadores, aunque en el último mes solo están funcionando al 25% de su actividad.
Ante esta situación, la Autoridad, informó de que “continuará monitoreando la obra para conocer con precisión el nivel de producción”. Su objetivo es evitar que se ralenticen las obras mientras se negocia, una estrategia que podría llevar a las empresas a no abandonar para evitar perder pleitos en los tribunales.
Las autoridades del Canal siempre consideraron que la amenaza de paralización “es inválida y carece de sustento”. Este es el desafío más grande desde que Panamá asumió la soberanía de la franja en diciembre de 1999. El Canal fue construido de 1904 a 1914 por Estados Unidos, que durante más de 85 años ejerció el dominio. La obra debía terminar en 2014, pero el consorcio sufrió problemas en 2012 y el plazo se amplió a junio de 2015.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.