Bruselas pide a España más ajustes en los próximos tres años para cumplir el déficit
La Comisión valora las medidas de 2013, pero ve riesgos de no llegar a los objetivos en el futuro Rehn afirma que "el Gobierno debería hacer un esfuerzo" para alcanzar las metas al 100%
Bruselas alaba las medidas que va adoptando España para reducir sus desequilibrios, pero no se cree el plan presupuestario que ha trazado el Gobierno para el próximo año y tiene sus dudas sobre las cuentas de 2015 y 2016. La Comisión Europea ha examinado por primera vez los Presupuestos de toda la zona euro y los ha clasificado según la credibilidad que otorgan al cumplimiento de los objetivos. España cae, junto a otros cuatro países, en la peor posición, la de los países con riesgo de incumplimiento. “Están en riesgo los objetivos del próximo año. El Gobierno debería hacer un esfuerzo para cumplir al 100%”, ha asegurado este viernes en la presentación de las cifras el comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn.
Desde el Gobierno español, el ministro de Economía, Luis de Guindos, ya ha respondido que el toque de atención de Bruselas no les va a impedir rebajar los impuestos en 2015. “Por supuesto que hay margen [para llevar a cabo estas medidas]”, ha dicho un rotundo Luis de Guindos en una pausa de su reunión con sus colegas de la UE.
Aunque el lenguaje oficial es suficientemente neutro como para no molestar a nadie, el diagnóstico que ha lanzado Rehn verbalmente no deja lugar a dudas: España ha presentado unas previsiones de crecimiento “un poco optimistas” —de un 0,7% frente al 0,5% de la Comisión—, con un escenario de ingresos públicos que “se basa mucho en la lucha contra el fraude” y en otras aportaciones locales y regionales que generan dudas. “Es posible que no se logre el objetivo” de déficit público para 2014, concluye el vicepresidente de la Comisión Europea. El desequilibrio entre ingresos y gastos trazado para el año próximo era del 5,8% del PIB, pero las previsiones de otoño hechas públicas esta semana prevén ya que España las sobrepase una décima.
En el documento ampliado del análisis de Bruselas, la Comisión va más allá. Según recuerda, España ha aprobado para 2014 ajustes y subidas de impuestos equivalentes a 1,75 puntos porcentuales del PIB, cuando este esfuerzo estructural debería ser de dos puntos. La diferencia entre ambas cifras, esos 0,25 puntos porcentuales equivalen a 2.500 millones. Para 2015, el hueco es de 2 puntos, mientras para 2016 lo sitúa en 1,25 puntos porcentuales. En total, unos 35.000 millones de ajustes adicionales.
Reformas insuficientes
Tampoco las reformas cumplen con las expectativas. “El plan de reformas estructurales no llega a lo que se considera necesario”, en opinión de Rehn, que invita a las autoridades a adoptar las medidas necesarias para cumplir con las metas trazadas. La Comisión distingue entre el horizonte de 2013, en el que España parece haber tomado medidas eficaces, y el que hoy se examinaba por primera vez, 2014. Ahí los recelos son enormes, con retos similares a los que se observan en el caso de Malta (en la presentación de la Comisión, los dos países figuraban en el mismo grupo).
Pero incluso en 2013, la Comisión no ve el panorama despejado. “Hay riesgos significativos en los objetivos presupuestarios de 2013”, expone el documento que recoge el análisis de Bruselas sobre las cuentas españolas. Esos riesgos se basan en unos ingresos que pueden resultar más débiles de lo previsto en el último tramo del año y en la posibilidad de que la reducción de gasto, “especialmente en el ámbito regional”, no sea tan estricta como se pensó, según ese informe.
Pese a mostrarse duro con algunos países, Rehn ha rechazado airear el instrumento de las sanciones porque el ritmo de reducción del déficit en la eurozona es acelerado. De un entorno del 6% o 7%, este año se superará algo la meta oficial del 3% y el año que viene las cifras quedarán por debajo, si se cumple lo previsto. Todo ello mientras la UE sufría la peor recesión de la historia reciente, que abandonó, aunque de manera poco sólida, en junio de este año. Además de España, también Italia, Luxemburgo, Finlandia y Malta tienen probabilidades de incumplir sus objetivos.
Solo cumplen dos
Más que por la senda de reducción del déficit, las mayores quejas de Rehn vienen de la otra pata que conforma siempre las recomendaciones de Bruselas: reformas estructurales. “Se demuestra que a todos los países les es más difícil adoptar reformas económicas que lograr el equilibrio fiscal. Por eso hay que insistir en las reformas estructurales”, asegura el comisario.
De los países examinados (todos los del euro, salvo los cuatro sometidos a programas de rescate), solo dos cumplen firmemente con los objetivos de Bruselas: Estonia y Alemania. El comisario elogia la evolución de las cuentas públicas en los dos países aunque, preguntado por lo que espera de Alemania, Rehn también ha enunciado retos pendientes. La canciller Angela Merkel debe adoptar reformas que sirvan para reforzar la demanda interna (gasto e inversión del país). Y para ello recomienda dinamizar las inversiones públicas y privadas, así como liberalizar servicios de manera que suba el gasto alemán. La Comisión detecta un problema concreto en el caso del empleo femenino, con cotas bajas en relación con la media europea. Mejorar esas cifras requeriría, por ejemplo, que Alemania invirtiera en guarderías y otros servicios públicos para incentivar la inserción laboral de la mujer.
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