El Gobierno anticipa una “pequeña” creación de empleo para 2014
Prevé un avance del 0,1% de la ocupación en la segunda mitad del año gracias al trabajo parcial El Ministerio de Economía mejora levemente el pronóstico de crecimiento y desempleo
La recuperación de una crisis que ha devorado más de tres millones de puestos de trabajo solo echará a andar cuando la economía española empiece a crear empleo. El ministro de Economía, Luis de Guindos, se apoyó ayer en la leve mejora del pronóstico económico para anunciar cuándo se dará el banderazo de salida. “2014 será el primer año con creación neta de empleo de la crisis”, proclamó tras el Consejo de Ministros, en La Moncloa. Eso sí, será una subida de la ocupación mínima, habrá que esperar a la segunda mitad del próximo año, y estará basada en buena parte en el aumento de los contratos a tiempo parcial.
“Será ligera, pequeña, todavía muy insuficiente, pero habrá creación de empleo”, sostuvo Guindos en conferencia de prensa. Es tan pequeña que ni siquiera aparece en el cuadro de previsiones económicas que distribuyó el Ejecutivo, previsiones con las que se ha elaborado el proyecto de Presupuestos para el próximo año. En el nuevo pronóstico de Economía, la variación anual del empleo refleja aún una tasa negativa (-0,2%, o unos 30.000 empleos destruidos) para 2014, solo algo menos intensa que el anterior vaticinio oficial (-0,4%), publicado en abril.
Guindos justificó la diferencia entre sus palabras y sus datos en que, en las previsiones, la variación del empleo se mide a partir de los datos de contabilidad nacional en “puestos de trabajo equivalente a tiempo completo”, una metodología que diluye el peso de los empleos a tiempo parcial. Pero al aventurar una futura “creación de empleo”, optó por referirse al pronóstico de lo que ocurrirá con la Encuesta de Población Activa (EPA) en el segundo semestre de 2014, que arrojaría un avance anual del 0,1%. La EPA no distingue entre trabajadores a tiempo parcial y a tiempo completo al computar el número total de ocupados, por lo que si los contratos a tiempo parcial ganan importancia, como está ocurriendo en los últimos meses, la encuesta podría llegar a reflejar un incremento de empleo, allí donde la contabilidad nacional aún daría cuenta de otro retroceso.
No es, además, una hipótesis descabellada: la combinación de crisis y reforma laboral ha propulsado el empleo a tiempo parcial, que ya es la modalidad contractual del 16,4% de los ocupados, un nivel sin precedentes.
Tampoco es la primera vez en esta crisis que el Gobierno anuncia la buena nueva de una futura creación de empleo. El Ejecutivo socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, ya anticipó que el trabajo se empezaría a recuperar en la segunda mitad de 2011. Una nueva vuelta de tuerca a la crisis de deuda en la zona euro truncó aquellas expectativas para dar paso a otra ronda de ajustes presupuestarios y a un aumento adicional del desempleo, hasta superar la barrera de los seis millones de personas paradas a principios de 2013.
Como en 2011, el anuncio de “la primera creación de empleo de la crisis” viene acompañada de una mejora en el pronóstico económico. Tal y como había adelantado el propio presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se anticipa ahora un crecimiento algo mayor para 2014, con lo que el pronóstico de variación anual del PIB pasa del 0,5% al 0,7%. Eso llevará, según la estimación del Ministerio de Economía, a tasas de desempleo algo menores. Si antes pensaba que la tasa promedio de paro escalaría este año al 27,1%, ahora cree que 2013 cerrará en el 26,6%. Para 2014 vaticina que la proporción de activos desempleados llegará al 25,9%, una previsión que antes emplazaba a 2015.
La última Encuesta de Población Activa (EPA) ya reflejó en el segundo trimestre un descenso más acusado de lo previsto (del 27,1% al 26,3%) por la mayoría de los analistas. Entre abril y junio también se bajó de los seis millones de personas paradas, el nivel récord alcanzado en el trimestre anterior. Pero en ambos casos, la explicación básica de esta aparente mejora fue la abrupta disminución de la población activa, reflejo de que muchas personas dejaron de buscar trabajo por desánimo o falta de opciones. Porque el empleo que se creó se debió enteramente a razones estacionales (las contrataciones por la temporada turística).
Guindos asumió que el “moderado” descenso de la población activa —en el segundo trimestre de este año, la caída anual fue la mayor de la serie estadística— y de la población en su conjunto sigue siendo determinante en el nuevo pronóstico del Gobierno. Pero insistió en que 2014 “es un punto de inflexión”, hasta el punto de que llegó a bautizarlo como “el primer año de recuperación” en la crisis, pese a que entre 2010 y 2011 ya hubo un (exiguo) crecimiento del PIB.
El ministro de Economía fue más allá al señalar también que “es la primera vez que se proyecta un descenso en la tasa de paro”, cuando esa previsión (que la tasa de paro baja en 2014 respecto a este año) ya se hizo en el anterior pronóstico del Gobierno del PP. Y también hace un año en el proyecto de Presupuestos de 2013, aunque aquí los datos ya evidencian que aquel supuesto del Ejecutivo fue erróneo.
“No se puede decir que estamos saliendo de la crisis, y anunciar para finales del año que viene una tasa de paro del 26%; tres puntos más que cuando Rajoy llegó a la Moncloa”, replicó en un comunicado la secretaria federal de Economía del PSOE, Inmaculada Rodríguez Piñero. “La recuperación que vende el Gobierno, ni se ve, ni se nota”, añadió la dirigente socialista, quien dudó de que el objetivo de déficit marcado para 2014, un desfase equivalente al 5,8% del PIB (para 2013 se pronostica un 6,5%) vaya a cumplirse con el proyecto de Presupuestos anunciado ayer.
Los escasos datos revelados por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro —los detalles se conocerán el próximo lunes, tras su entrega al Congreso—, no permiten aún evaluar como logrará la Administración central el ajuste programado (en su caso pasar de un déficit del 3,8% al 3,7% del PIB). A la anuncia congelación del sueldo de los funcionarios, Montoro añadió que planea un incremento de ingresos tributarios del 2,4%, y que el gasto disponible de los ministerios volverá a caer (-4,7%), aunque menos que en ejercicios precedentes.
De los recortes, el ministro destacó que se salvan las becas, la política de vivienda, teatros y federaciones deportivas o el gasto en I+D, aunque aquí el aumento anunciado (unos 70 millones, un 1,3% más), se queda muy lejos de las demandas de los científicos, que han visto recortarse en unos 2.000 millones la asignación estatal desde 2009.
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