Desapalancando la eurozona
En términos globales, el nivel de deuda del área euro no es muy distinto del de EE UU o Reino Unido
El diccionario de la Real Academia Española define los términos “apalancamiento” y “apalancar”. Una de las acepciones más empleadas de este último, incorporada en la edición 23ª, es la referida a “elevar el grado de endeudamiento de una empresa”. Esta edición no incluye todavía el término “desapalancar”, que ya forma parte de la jerga habitual que dejará como herencia la profunda crisis económica y financiera internacional.
La reducción del grado de apalancamiento, no solo de las empresas no financieras, sino también de las familias y del sector público, y sobre todo el modo en que se produzca, definirá probablemente el grado de éxito de la recuperación económica en la mayoría de los países. El Fondo Monetario Internacional (FMI), en su reciente evaluación anual de la eurozona, se ocupa extensamente de analizar este proceso. Son sugerentes algunos de sus análisis y reflexiones, varios de los cuales hemos comentado en el blog Finanzas a las 9.
En términos globales, el nivel de deuda del conjunto de los sectores sobre el PIB en el área euro no es muy distinto del observado en países como Estados Unidos o Reino Unido. Sin embargo, hay diferencias apreciables en términos de composición: en la eurozona es menor el apalancamiento de las familias, mientras que lo es el de las empresas en Estados Unidos y el del sector público en el Reino Unido. Aún en el seno de la eurozona, las realidades nacionales son muy dispares, con países como Irlanda, Portugal y España, que no solo definen una ratio en el rango del 300%-400% del PIB (frente, por ejemplo, al 200% de Alemania), sino en los que estas ratios son muy elevadas, de forma generalizada, para familias, empresas y sector público. Este último, arrastrado por los graves efectos de la recesión económica y por la labor de salvamento de parte del sistema financiero que ha debido desempeñar.
Un elemento diferencial en la comparación con episodios de desapalancamiento históricos es la intensidad de la corrección que se ha de abordar. Un ejemplo de ello es el aumento previo en el endeudamiento medio de las familias de las economías avanzadas en 20 puntos porcentuales del PIB más que en ciclos pasados. Esta tarea de desapalancamiento se antoja ingente y de digestión lenta cuando se considera que en esta ocasión no contribuirán elementos tales como la inflación, una política fiscal expansiva o un razonable funcionamiento de los mecanismos de transmisión de la política monetaria. En este marco, no desentonan las perspectivas pesimistas del FMI para el crecimiento de la eurozona, ni desgraciadamente en mayor medida para la economía española.
No le falta razón finalmente al FMI cuando, al margen de las anteriores consideraciones macroeconómicas, llama la atención sobre la necesidad de incorporar procedimientos de resolución de la insolvencia empresarial y personal más ágiles y flexibles. Sin duda, ello ha contribuido a que se haya acelerado el proceso de desapalancamiento del sector privado en las dos economías anglosajonas, mientras que, por el contrario, prácticamente no se ha iniciado en la eurozona.
Daniel Manzano y Paula Papp son profesores de AFI-Escuela de Finanzas Aplicadas.
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