La Justicia argentina mantiene su amenaza sobre Chevron

Desde que el Gobierno argentino decidió expropiar en abril de 2012 a la petrolera española Repsol el 51% de sus acciones en YPF aún no ha conseguido un solo dólar para explotar el yacimiento de gas no convencional de Vaca Muerta que proceda de una multinacional extranjera. Y la esperanza más sólida que tenía, la de la compañía estadounidense Chevron, sufrió el miércoles un gran revés cuando tres juezas pertenecientes a un tribunal de segunda instancia ratificaron el embargo contra Chevron que había dispuesto el juez Adrián Elcuj Miranda el pasado 6 de noviembre por valor de 14.000 millones de euros. El juez se había limitado a dar curso a la petición de un magistrado de Ecuador, donde Chevron fue condenada a comienzos de 2012 por daños ambientales en la Amazonia.

Chevron había iniciado las negociaciones con YPF para explotar Vaca Muerta en agosto, tres meses después de la expropiación. En septiembre alcanzaron un preacuerdo y en diciembre anunciaron una inversión conjunta de 1.000 millones de dólares (738 millones de euros). Ese no era el acuerdo definitivo que ansiaba YPF. Pero suponía un buen paso para conseguir los 11.325 millones de euros (15.000 millones de dólares) necesarios para explotar Vaca Muerta, la tercera reserva mundial de gas no convencional. “Posiblemente lo que intentaba Chevron era que Cristina Fernández le echase una mano en Ecuador a través del presidente Rafael Correa. Pero el tiro le salió mal”, indicó una fuente del sector energético.

A la multinacional aún le queda la posibilidad de apelar ante el Tribunal Supremo argentino. Pero si éste finalmente ratifica el embargo, ¿cómo afectaría el fallo a las inversiones prometidas en Vaca Muerta? El gerente en Argentina de Chevron, Ricardo Aguirre, contestaba a esa pregunta el pasado diciembre en La Nación: "No podemos avanzar en un acuerdo comercial con un embargo sobre nuestras espaldas. (…) Si el embargo prosperara, no sólo no se podría avanzar en la inversión con YPF sino que estaría afectada toda la actividad de Chevron en la Argentina. No hay futuro para la empresa en el país. Es evidente, no contaríamos con los fondos".