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Davos debate sobre el día después en la política monetaria

Los expertos discrepan sobre los efectos de las medidas de los bancos centrales

ALICIA GONZÁLEZ (ENVIADA ESPECIAL)
Jamie Dimon, consejero delegado de JP Morgan, durante su intervención en Davos.
Jamie Dimon, consejero delegado de JP Morgan, durante su intervención en Davos.Chris Ratcliffe (Bloomberg)

Halcones y palomas volvieron a encontrarse ayer en Davos. El debate que enfrenta en el seno de los bancos centrales a los partidarios de un papel reducido de las autoridades monetarias en la gestión de la crisis y quienes abogan por aplicar toda la artillería necesaria para estabilizar la situación económica se reprodujo ayer en el Foro Económico Mundial.

Ahora que buena parte del mundo empieza a ver más cerca la recuperación, surgen muchas preguntas sobre los retos de la nueva realidad, un territorio incierto en el que cobra un papel relevante la política monetaria y cuyo debate viene animado desde fuera de la cumbre por Japón y Alemania.

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El antiguo presidente del Bundesbank, Axel Weber, tampoco ha dejado de ser un halcón porque haya pasado al sector privado de la mano de UBS —“básicamente pienso lo mismo”—. Weber alertó de que las actuales políticas apenas son una patada hacia delante. “Salir de la crisis haciendo más grande el problema no va a funcionar. Los bancos centrales pueden comprar tiempo pero no fijar los problemas”, apuntó. “Estamos viviendo a expensas de generaciones futuras. Estas políticas son insostenibles”, remarcó Weber.

Del lado de los halcones también, e inesperadamente, Nouriel Roubini, el doctor catástrofe que predijo la crisis y que en un debate a puerta cerrada advertía de las consecuencias de las actuales medidas de relajación cuantitativa. “Hay riesgo de que un abandono lento de esas medidas puedan crear una nueva burbuja y provocar otra crisis. Hace diez años teníamos la receta de Greenspan y ahora la de Bernanke, pero ¿cuáles son sus consecuencias a largo plazo?”, según dijo Roubini a puerta cerrada, comentaron algunos de los asistentes al encuentro.

Los economistas creen que se podría estar creando otra burbuja de liquidez

Pero a esta política monetaria también le salen defensores. “Claro que hay riesgo de que haya un fuerte repunte de expectativas inflacionistas si la economía se recupera y que suban con rapidez los tipos de interés a largo plazo. Pero tan pronto como eso suceda la política monetaria tradicional se pondrá en marcha y subirán de inmediato los tipos de interés”, aseguraba Kenneth Rogoff, profesor en Harvard.

“Es verdad que navegamos aguas desconocidas pero las medidas de relajación cuantitativa hasta el momento han funcionado”, defendía el antiguo secretario del Tesoro de EE UU, Larry Summers, a la carrera entre una reunión y otra. En contra de su costumbre, Summers pasa de puntillas sobre los nuevos objetivos para fijar la política monetaria, como ha hecho la Reserva Federal de EE UU con objetivo de empleo. “No es lo mismo para los países que tienen algo de crecimiento y tienen riesgo de deflación que aquellos con tensiones en los precios pese a la ausencia de recuperación”.

El debate monetario eclipsó los intentos del sector financiero para defender las reformas emprendidas con la crisis. “Es muy fácil decir que hay riesgos pero alguien tiene que estar detrás de las personas y de los Gobiernos. Si hubiera llevado al consejo del banco la financiación de colaterales por 15.000 millones para Italia y España quizás me hubieran dicho que no”, argumentaba Jamie Dimon, presidente y consejero delegado de JPMorgan.

Sin embargo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) critica que muchas de las causas que provocaron la crisis siguen sin resolverse. “La rentabilidad de la banca es un tema clave pero no el único. Antes de la crisis el sector era muy grande, demasiado grande, y todavía lo sigue siendo. Hay una parte muy importante de las operaciones financieras que permanecen opacas y con productos muy complejos”, aseguraba Min Zhu, vicepresidente del FMI, que recordó que el sector sigue representando el 66% del PIB mundial.

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Sobre la firma

ALICIA GONZÁLEZ (ENVIADA ESPECIAL)
Editorialista de EL PAÍS. Especialista en relaciones internacionales, geopolítica y economía, ha cubierto reuniones del FMI, de la OMC o el Foro de Davos. Ha trabajado en Gaceta de los Negocios, en comunicación del Ministerio de Economía (donde participó en la introducción del euro), Cinco Días, CNN+ y Cuatro.

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