La inflación se dispara en agosto por el mayor alza de los carburantes en tres años

La inflación registró el mes pasado el mayor aumento desde diciembre de 2010, hasta el 2,7%, por el alza de los carburantes, según ha confirmado este miércoles el Instituto Nacional de Estadística (INE). Pero la tasa subyacente de agosto, que no incluye elementos más volátiles como los alimentos y los combustibles y que se publica por primera vez, se mantuvo en el 1,4%.

El transporte es el principal causante de la escalada del Índice de Precios de Consumo (IPC). Se sitúa en el 6,1% (niveles de noviembre de 2011), 2,1 puntos más, por la subida de los carburantes. Se trata del mayor avance mensual desde junio de 2009, cuando fue del 7,1%. Entre enero y agosto, el precio del litro de gasolina se ha encarecido más de un 12%, mientras que el de gasóleo lo ha hecho un 8,56%.

El segundo factor que explica el incremento del IPC, que sitúan a niveles de noviembre, es la vivienda, con una tasa anual del 6%, seis décimas superior a la de julio, por el aumento de los precios del gasóleo para calefacción, que bajaron en 2011.

Pese a la subida dela tasa anual del IPC general, cabe señalar el descenso del grupo de ocio y cultura, cuyos precios registraron una caída anual del 0,2%, cinco décimas menos que en julio, por el comportamiento de los precios de la prensa, revistas, los servicios culturales y el viaje organizado.

La escalada de la inflación supone un nuevo problema para la economía española, que atraviesa su segunda recesión en tres años. La combinación de crisis económica, altos precios y salarios a la baja supone un duro golpe para el bolsillo de los ciudadanos, que además se enfrentan desde el 1 de septiembre a una subida masiva del IVA.

Cambio de tendencia

Tras alcanzar su pico a mediados de 2011, la inflación se había ido relajando. Llegó a estar por debajo del 2% (1,9%) durante tres meses en 2012. Pero la tendencia dio un giro en julio por la introducción del copago farmacéutico, que obliga a millones de usuarios del sistema público de salud a pagar parte de los medicamentos. Y en agosto los principales causantes han sido los carburantes.

La subida de precios en una economía anímica puede tener un efecto devastador en el poder adquisitivo de los ciudadanos, un efecto que se verá agravado por la subida del IVA. Los expertos calculan que puede impulsar el alza de hasta 2,2 puntos más del IPC.

Hay que tener en cuenta que no solo suben los carburantes y el IVA, sino que ya ha habido alzas en los peajes de las autopistas, de las tasas universitarias y de otras tasas, como las de las escuelas infantiles. Aunque no tenga efecto en los precios pero sí en los bolsillos, el IRPF también ha subido.

La expectativa de precios más altos y una economía que, según las previsiones del Gobierno, se contraerá un 1,5% este año, vuelve a avivar el fantasma de la estanflación (inflación elevada junto a recesión persistente). La estanflación puede crear más paro y más crisis, además de erosionar la competitividad de las empresas, aunque de momento el diferencial de IPC de España y el de la zona euro es limitado (se situó en el 2,4% de media en los países que comparten la moneda única en julio, el último dato).

El secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre, ha confiado esta mañana en que la inflación estará "más acorde" con la situación de la economía española en los próximos meses y se sitúe en tasas cercanas al 1,4%. En rueda de prensa, Latorre ha asegurado que el alza del IPC en agosto se debe sobre todo a la "volatilidad" del precio de los carburantes y de las gasolinas y ha considerado que la inflación debería volver a tasas cercanas a la que registra la tasa subyacente.