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Una recompensa de 104 millones de dólares por delatar a su banco

Birkenfeld, ex empleado de UBS, reveló cómo la entidad ayudaba a defraudadores El empleado del banco acabó en la cárcel, pero se ha convertido en millonario

Imagen de archivo de 2010 de Bradley Birkenfeld.
Imagen de archivo de 2010 de Bradley Birkenfeld.TIM SHAFFER (REUTERS)

La garganta profunda de los evasores ya tiene recompensa. El Tesoro de EE UU premia al exbanquero Bradley Birkenfeld con 104 millones de dólares (80,8 millones de euros) por haber facilitado pruebas determinantes para destapar la red que permitió a la entidad suiza UBS desviar fondos de clientes estadounidenses hacia cuentas secretas en paraísos fiscales y evitar el pago de impuestos.

Se trata de la mayor retribución que se concede bajo la False Claims Act, que premia a empleados que denuncian a sus propias empresas cuando sospechan y tienen evidencias de que atentan contra Hacienda. En el caso de Birkenfeld, se da la circunstancia de que acaba de salir de la cárcel, tras ser condenado a 40 meses de prisión por conspiración.

Los responsables del Servicio de Recaudación de Impuestos califican ahora su cooperación de "excepcional", porque la información que les facilitó Birkenfeld les permitió "identificar las conexiones entre las distintas partes en las transacciones". UBS acabó admitiendo que ayudó a 17.000 clientes a evadir impuestos y fue sancionada en febrero de 2009 con 780 millones.

Los responsables del Servicio de Recaudación califican su cooperación de "excepcional"

Unos meses después, el mayor gestor de fortunas del mundo facilitó a Washington datos de casi 5.000 evasores estadounidenses para poder dar carpetazo al expediente. Birkenfeld fue arrestado en agosto de 2008 por ocultar información sobre su relación con un cliente en California. Un año después, acudió a la legislación para reclamar la parte que le correspondía como informante.

La recompensa podría ser más alta, porque tiene reclamaciones pendientes. Birkenfeld ya vio reducida la condena a 30 meses a petición de la fiscalía. Tendría que haber salido de la cárcel a final de noviembre, pero gracias a su buena conducta pudo volver antes a su casa en New Hampshire. Su abogado dice que espera que este caso sirva de ejemplo para otros informantes.

"Se puede denunciar de una manera segura", decía ayer Dean Zerbe, mientras explicaba los términos de la recompensa, a la vez que emplazaba a los bancos a poner fin a estas actividades. Junto a las reclamaciones pendientes de sus clientes, los representantes legales de Birkenfeld están buscando el perdón presidencial para limpiar su expediente.

El Tesoro, por su parte, justifica el montante diciendo que gracias a sus revelaciones lleva recaudados 5.000 millones en impuestos y sanciones. El caso fue además relevante porque empezó a levantar el velo sobre el secreto bancario. La agencia encargada de la recaudación de impuestos fue muy criticada por el Congreso por las pocas recompensas que se estaban dando.

Salió de la prisión en agosto, antes de lo previsto, gracias a su buena conducta

Las autoridades fiscales en EE UU, y en el resto del mundo, sabían antes de este caso de los problemas del cumplimiento de la legislación fiscal de bancos que operan cuentas cifradas en Suiza y otros paraísos fiscales. Pero la información del antiguo empleado de UBS abrió una nueva vía de ataque sin precedentes. Washington también investiga a Credit Suisse.

La False Claims Act data de 1863. Acaba de ser actualizada hace seis años y completada en paralelo con una normativa similar en el marco de la reforma financiera, para incentivar que los empleados de Wall Street denuncien abusos como los que llevaron a la última crisis. En lo que va de año se recuperaron 8.000 millones basándose en la también conocida como Ley Lincoln.

La cuestión de la evasión fiscal, enviando el dinero a puertos francos, es uno de los argumentos de la batalla electoral. El presidente Obama pide claridad al candidato republicano Mitt Romney sobre los activos que tiene en las islas Caimán. Los 104 millones que se embolsa Bradley Birkenfeld están sujetos a impuestos.

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