Santamaría: “No va a haber rescate ni el rescate es una opción”
La vicepresidenta asegura que no van a pedir al fondo que compre deuda española El Gobierno niega rotundamente haber negociado con Berlín un plan de 300.000 millones
Después de la tibieza de la semana pasada, que desató algunas especulaciones, el Gobierno ha decidido descartar con toda firmeza que España se esté planteando pedir un nuevo rescate. Aunque el propio Ejecutivo no aclara bien qué entiende por rescate. La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, al ser preguntada por el asunto, ha leído una nota que llevaba escrita para dejarlo claro: “No va a haber rescate, ni el rescate es una opción. Trabajamos para el debido cumplimiento a las medidas acordadas en el Consejo Europeo”. El Ejecutivo niega así que esté trabajando en ello y que el rescate haya estado en el contenido de las reuniones del ministro de Economía, Luis de Guindos, con su homólogo alemán Wolfgang Schaüble, como ha informado hoy la agencia Reuters
Pero ¿qué entiende el Gobierno por rescate? Pedir al fondo de rescate que compre deuda española, una opción que está contemplada pero que supone aceptar condiciones muy duras a cambio, ¿es para el Ejecutivo un rescate? Preguntada sobre este asunto, la vicepresidenta ha evitado mojarse. “El Gobierno considera que no es posible ni va a haber un rescate y no lo voy a calificar. No quiero entrar en la dinámica de qué es o no rescate. Lo que le digo es que la opción del rescate está descartada. Si usted considera que esto lo es inclúyalo. Yo prefiero atender al nombre de las cosas y no contribuir a ponerles calificativos”. Después, ya sin micrófonos, la vicepresidenta ha asegurado tajante que el Gobierno no va a pedir que el fondo de rescate compre deuda española.
Como sucedió con el rescate bancario, si el Ejecutivo no lo pide, el fondo de rescate no puede actuar por sí mismo y tendría que hacerlo el BCE, del que la vicepresidenta no ha querido decir nada por respeto a su independencia. Sin embargo, fuentes del Ejecutivo trasladan en privado la idea de que en realidad el Gobierno trabaja con Alemania, Italia y Francia para presionar al Banco Central para que compre deuda en el mercado secundario y baje así la prima de riesgo. De momento no lo ha hecho, aunque el Ejecutivo sigue confiando en que lo haga en algún momento para evitar así el rescate. El Gobierno en público y en privado sigue negando esa posibilidad, aunque distintas fuentes del Ejecutivo admiten que si la situación de la prima de riesgo no mejora muy claramente en septiembre habrá que tomar alguna decisión drástica. De hecho las negociaciones se tratan con gran secretismo, muy pocas personas están informadas y no hay que descartar un giro a los acontecimientos en cualquier momento. No hay que olvidar que el Gobierno negó el rescate bancario incluso el mismo día, un sábado, en el que se estaba convocando la reunión del Eurogrupo por videoconferencia para que España lo pidiera.
De acuerdo con Reuters, que cita fuentes comunitarias, Guindos y Schäuble hablaron de un rescate total del país de hasta 300.000 millones en su reunión del pasado martes. Al respecto, la vicepresidenta se ha remitido al escueto comunicado que los dos ministros hicieron tras el encuentro y en el que no se hacía referencia a ningún rescate integral de España. Para Santamaría, tanto esta reunión como el resto de los contactos que está teniendo Guindos, que el miércoles también se vio con su homólogo francés, Pierre Moscovici, se enmarcan en "el trabajo de todos los países para dar cumplimiento a los acuerdos de la cumbre europea y dar más estabilidad a la zona euro". "Algunos contactos son confidenciales y otros no", ha añadido.
Desde Berlín, Schäuble ha emitido un comunicado en el que "saluda" y "acoge con satisfacción" las palabras del presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, que ayer consideró posible una futura intervención del BCE en los mercados si los altos diferenciales de deuda en la zona euro ponían en riesgo la política monetaria. No obstante, Schäuble ha recordado que la acción del BCE, que siempre deberá entrar dentro de su mandato, está condicionada a que los Estados miembros tomen las medidas necesarias para solventar "la crisis financiera y de confianza".
Sin salir del plano europeo, la luz verde que Berlín ha dado a Draghi ha coincidido prácticamente con el anuncio de que el presidente francés, François Hollande, ha hablado este viernes por teléfono con la canciller alemana, Angela Merkel, con el objetivo de analizar la crisis de España. La noticia de la entrevista ha reavivado el efecto Draghi en los mercados, con lo que se ha logrado atajar aún más la presión contra la deuda española. Antes, el periódico francés Le Monde informaba sin citar fuentes de que el Banco Central Europeo (BCE) está preparado para intervenir en los mercados aprovechando la capacidad de los dos fondos de rescate.
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