El Gobierno aprueba el techo de gasto para 2013 con toda la oposición en contra

El clima político rezumaba dramatismo, tanto por parte del ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristobal Montoro, como del lado de todos los portavoces de la oposición. Dramatismo sí, pero ausencia de acuerdo absoluta. El Congreso de los Diputados aprobó el techo de gasto para 2013 y el límite presupuestario de todas las administraciones públicas con los votos en exclusiva del PP y el apoyo del diputado de Unión del Pueblo Navarro, Carlos Salvador. El resto, en contra y así volverá a ser mañana en el Senado con la aprobación definitiva. Por distintas razones los portavoces justificaron el rechazo a aprobar un techo de gasto de 126.792 millones de euros que es la cifra de los Presupuestos para el próximo año. Los argumentos de Montoro fueron inútiles para la oposición porque no creen en los cálculos sobre los que descansa esa cifra. No creen que la economía caiga el 1,5%, sino más cerca del 2%; ni creen que se consiga la cifra de déficit comprometida con Bruselas.

Y eso que el ministro había reconocido que 2013 será un año “díficil, con ajustes”, pero este techo de gasto es el que necesita “la recuperación de una España en debilidad extrema”. Volvió Montoro a reiterar su ya clásico no hay dinero. “Cuando nos vemos obligados a reducir prestaciones es porque no tenemos dinero; eso es reconocer la realidad”, defendía Montoro que pidió sin éxito a la oposición un acuerdo que no llegó. En su primera intervención el silencio era absoluto ante un hemiciclo al completo con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ocupando su escaño, frente a frente con el líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba.

La moderación en el tono de las intervenciones fue general pero no el fondo. La portavoz socialista, Soraya Rodríguez, le reconvino. “Usted, y todos los ministros debían estar en las capitales europeas, y no solo en Berlín, buscando apoyos”, le dijo Rodríguez. Lo cierto es que Montoro es el ministro que con más crudeza pone al descubierto los problemas con las instituciones europeas y con el BCE. "No podemos tener instituciones europeas que no actúen como en Estados Unidos o en Japón, donde hay una moneda común", se quejó el ministro.

Pero estas deficiencias no conmovieron a ningún portavoz. El representante de CiU, Josep Sánchez Llibre, aún caliente la petición de Cataluña de intervención espetó al ministro: “Las comunidades autónomas cada vez estamos más ahogadas por su Ministerio”. La incredulidad sobre los datos presentados presidió la intervención del diputado del PNV Pedro Azpiazu y de Álvaro Anchuelo de UPyD. “Todo ha ido a peor y nada hace pensar que va a mejorar”. Esta argumentación de Anchuelo guardó similutudes con las del portavoz de Izquierda Plural Alberto Garzón para quien en ese techo de gasto “no cabe nada”. “Es un techo suicida que hace saltar por los aires el Estado de Bienestar”. Olaia Fernández del BNG y Rafael Larreina de Amaiur se centraron en la ineficacia de las medidas de recortes. Ni acuerdo ni diálogo. La portavoz socialista, Soraya Rodríguez recordó al ministro que para pactar hay que hablar. “Llámenos, siempre cogemos el teléfono”, le emplazó. Antes Montoro le había pedido que no “incitara movilizaciones en la calle”. El broche lo puso la diputada de Geroa Bai, Uxúe Barkos: “El Gobierno cada vez recuerda más a la orquesta del Titanic”, que seguía tocando mientras el barco se hundía”.