_
_
_
_
_

Presión para hacer digerible el rescate

Hoy se conocerá el informe de las auditorías sobre las necesidades de la banca Después, el Eurogrupo escuchará previsiblemente la petición española de rescate España negocia los plazos de la ayuda y defiende que el fondo de rescate compre deuda

La canciller alemana, Angela Merkel, conversa con el primer ministro holandés, Mark Rutte
La canciller alemana, Angela Merkel, conversa con el primer ministro holandés, Mark RutteGUIDO BERGMANN/HO (EFE)

Horas clave para las decisiones políticas en Europa sobre España. El Gobierno, con la ayuda de la Comisión Europea y otros países como Italia o Francia, negocia hacer más digerible el rescate bancario pactado hace dos semanas. Todo parece ahora en cuestión. El Ejecutivo ni siquiera aclara qué día pedirá formalmente la ayuda del fondo de rescate para los bancos españoles. Antes, dice, hay que negociar las condiciones. Este jueves se conocerá el informe de las auditorías sobre las necesidades de la banca española, la famosa cifra, y habrá reunión del Eurogrupo —los ministros de Finanzas de los países del euro— en Bruselas.

Más información
El G-20 advierte de que España puede incumplir déficit y deuda
La prima de riesgo cae a 512 tras registrar su mayor bajada desde diciembre
El G-20 urge a España a aclarar el rescate europeo de la banca
Francia propone que la UE emita ‘euroletras’, deuda a corto plazo

Las negociaciones avanzan con gran secretismo, como sucedió con el rescate, negado hasta el último momento. Solo está claro que nada está claro. Ni siquiera si España se acogerá al fondo temporal, EFSF, en vigor ahora, o al permanente, MEDE, que entra en julio. Mariano Rajoy incluso dejó las cosas más en el aire al hablar en Los Cabos (México), después del G-20, de la posibilidad de un tercer mecanismo que no aclaró al ser preguntado al respecto.

Fuentes del Gobierno admiten que todo está en discusión, porque es evidente que los mercados no han recibido bien el rescate y se buscan fórmulas para que la deuda española no sufra tanto en el mercado por la ayuda a los bancos, que estará respaldada por el Estado.

Las dudas sobre el mecanismo final están desatando mucho nerviosismo. Rajoy asegura que nadie dijo nada sobre el rescate en el G-20, pero Angela Merkel, de la que está ahora muy distanciado, apretó al presidente y pidió a España “claridad”. Barack Obama ahondó en esa petición: “En los próximos días, España evaluará los detalles de su solicitud de apoyo financiero (…) proporcionando claridad para tranquilizar a los mercados sobre la forma, la cantidad y la estructura de la ayuda a aprobar”.

Obama presiona a Europa

Muchos ojos, pues, pendientes de España, aunque Rajoy no lo acepte. Lo cierto es que el G-20 ha sido un gran centro de presión no solo para España, sino sobre todo para Merkel. Según diversas fuentes, en los debates ha sido muy evidente su posición de soledad. Obama es el que más ha presionado para dar un giro en Europa, más que nunca y cara a cara con Merkel, pero no ha sido el único. Los países emergentes también empujaron a la canciller alemana, siempre con lenguaje diplomático. Los representantes del FMI dejaron claro que si el fondo tuviera que actuar finalmente para apoyar a Europa, ese dinero dejaría de ir a los países en vías de desarrollo, una forma clara de poner a estos últimos frente a Alemania. De esta forma, todos de una u otra manera han puesto a Merkel frente a su enorme responsabilidad: si no admite un giro radical, el mundo puede estar al borde de una segunda gran depresión.

En el contexto de esa presión, se ha colocado encima de la mesa la posibilidad de que el fondo de rescate compre deuda española e italiana. Esa especulación y la inminencia de una posible solución animaron este miércoles el mercado. La prima de riesgo bajó 40 puntos hasta 512,8, la Bolsa subió y el tipo a 10 años bajó del 7%.

Si Merkel no admite un giro radical, el mundo puede estar al borde de una segunda gran depresión

La propuesta de la compra de deuda es del italiano Mario Monti, pero fue el francés François Hollande quien la confirmó en Los Cabos.

“Italia planteó una idea que merecía ser analizada”. La propuesta es que “los países virtuosos como Italia”, que han mejorado sus finanzas públicas, “puedan recibir financiamiento para su deuda” a mejores tasas que los países que no realizaron los mismos esfuerzos. “Estamos viendo la manera y los medios” para utilizar el Mecanismo de Estabilidad Europea, el fondo de rescate permanente de la región euro de 17 países, “en estas condiciones”, agregó Hollande.

Sin embargo, esta medida, que implicaría una especie de segundo rescate para España, suavizado pero con condiciones de política económica, no parece ni mucho menos inminente. Más bien podría ser una nueva estrategia de presión a Alemania y otros frente a la decisiva cumbre del 28 y 29 de junio, que tiene como previa la cita en Roma mañana de Merkel, Hollande, Monti y Rajoy.

La propia canciller aseguró que esa compra de deuda no está encima de la mesa en este momento. Aun así, admitió que según las normas del fondo de rescate, “existe la posibilidad de comprar bonos de los países en los mercados secundarios, pero siempre está vinculado a una condicionalidad”, esto es, otra forma de rescate. Merkel insistió ya en Berlín en la presión a España: “Es importante”, dijo, que cuando España presente su solicitud de rescate para la banca en los próximos días sea “específica, que los mercados sepan qué hay detrás y qué se pide”. “Entonces habrá más seguridad”.

La petición formal de España

Una alta fuente comunitaria da por hecho que España presentará este jueves “la petición formal” de rescate, una vez las dos consultoras publiquen las necesidades de recapitalización de la banca española. Las condiciones del rescate se han empezado a discutir ya y estarán listas en un plazo breve, “de entre una y dos semanas”, según la citada alta fuente comunitaria, que puso como plazo máximo el próximo 15 de julio. España forcejea para obtener plazos los más holgados posibles (el máximo es de 30 años) para devolver esa línea de crédito, y por garantizarse una herramienta que no atemorice a los inversores. El mecanismo de rescate permanente (MEDE) tiene preferencia de cobro frente a otros acreedores si España suspende pagos; el fondo de rescate temporal (EFSF), no.

Los movimientos de los mercados en los últimos días estaban vinculados con la elección del fondo o el mecanismo: si es el MEDE, es más fácil que los inversores huyan en busca de seguridad. “Una solución sensata sería empezar con el EFSF para que no se asusten los inversores y luego ir al mecanismo permanente”, según la misma fuente. Algunas condiciones están claras: severa condicionalidad para los bancos que pidan ayudas. Y en el caso de la política fiscal y las reformas estructurales, España se verá obligada a cumplir las recomendaciones de la Comisión Europea y el FMI, sobre todo la subida del IVA, si no quiere que peligren las ayudas, confirmó una alta fuente comunitaria.

Rajoy hasta ahora se ha negado, pero el Gobierno, que siempre ha sido una olla a presión por este asunto —Cristóbal Montoro, que rechaza tocarlo, admitió que hay “distintas sensibilidades” sobre el IVA en el Ejecutivo— parece ya decidido a subirlo de forma inminente.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_