Un gobernador argentino invita al acto de expropiación de explotaciones de YPF

El hostigamiento hacia Repsol-YPF no cesa en Argentina. Ahora, los focos se han desplazado a la provincia de Chubut. Como si en vez de una rescisión unilateral de contrato se tratara de un acontecimiento social de relumbre, la máxima autoridad regional de Chubut emitió la semana pasada invitaciones con el siguiente texto: “El señor Gobernador de la Provincia del Chubut, Dr Martín Buzzi, tiene el agrado de invitar a usted al Acto de 'Reversión de Áreas Petroleras', que se llevará a cabo el viernes 14 de marzo, a las 18.00 Hs, en el Puesto Ramón Santos (Ruta Nacional Nº 3, límite entre las provincias de Chubut y Santa Cruz”. En el mensaje no aparece citado el nombre de la compañía española ni de su filial argentina YPF, pero las indicaciones sobre el lugar donde se celebraría el acto no ofrecen lugar a dudas: es el punto donde se ubican dos explotaciones de Repsol-YPF. El aspecto de la misiva es muy formal, pero no se han respetado las formas, ya que el proceso de expropiación se encontraba, y se encuentra, en periodo de alegaciones hasta el martes 13 de marzo.

El periódico regional Diario de Madryn publicaba el pasado sábado la noticia calificando el hecho como de “bochornoso desliz”. “Tan tomada estaría la decisión que el Ceremonial de la Casa de Gobierno había comenzado a enviar las invitaciones a legisladores provinciales y nacionales, políticos y referentes de distintos sectores para el “acto histórico” que tendría lugar el miércoles próximo”, informaba el citado medio.

La invitación dejaba de manifiesto las pocas garantías judiciales con que cuenta la petrolera en Chubut. El citado diario lo expresa de forma muy gráfica: “El grueso error político provocó prácticamente una hecatombe en los pasillos de Fontana 50 [Sede del Gobierno regional], donde -dicen- se escucharon insultos, corridas, desesperación y frustración incluida. Es que en el marco del desenlace de un tema como este, que hoy por hoy concentra la mirada nacional, preanunciar oficialmente una decisión de Estado de esta naturaleza, es literalmente un desastre”.

La expropiación está cantada. Pero en realidad, levantará más ruido que nueces. Porque el conjunto de las explotaciones que la filial argentina de Repsol posee en Chubut suma solo el 1% de su producción nacional.