Miedos ficticios y dudas reales en el arranque del Zinemaldia
La proyección de 'Intruders' abrió con tibieza una cita en la que varias de las estrellas previstas se cayeron del cartel
Hay un momento en el macrodocumental sobre George Harrison de Martin Scorsese en el que aparecen los dos hermanos mayores del guitarrista. Hablan de su infancia, de su pinta de niño presumido o de la actuación de unos incipientes Beatles en la boda del mayor de ellos. Esos señores son también Harrison y a la vez no lo son. Rostros así, normales y a la vez iluminadores en sus gestos, son tan protagonistas en este Festival de San Sebastián que arrancó ayer como las estrellas de cine, los integrantes de la industria cinematográfica o los espectadores que pagan su entrada y esperan pacientemente la cola.
La época de José Luis Rebordinos como nuevo director del festival empezó por la mañana, con el sobrevuelo rasante por La Concha de los miedos imaginarios (o no tanto) de Intruders, la gran aventura internacional de Juan Carlos Fresnadillo. Una historia fantástica sobre terrores infantiles que provocó clara división de opiniones en sus dos pases matinales. El director sacó luego pecho en la rueda de prensa con Clive Owen, Pilar López de Ayala, Carice van Houten, Daniel Brühl y Ella Purnell, además de los productores. Owen recordó que le gusta este otro giro en su carrera, repleta de cambios de género ("Debe tener relación con las cosas que me atraen"). López de Ayala asintió: "Agradecí enormemente que me ofrecieran este proyecto. Esa madre era una maravilla, llena de peso emocional". Y Brühl bromeó sobre su papel sacerdotal: "Una vez en la vida ya sabes que te tocará hacer de cura".
Brillaron destellos de gran verdad en el filme sobre George Harrison
Sin un mercado de películas no se puede entender hoy un certamen
Todos ellos estuvieron presentes en la gala de inauguración. Una reflexión dicha desde una pantalla sobre hacia dónde va el cine, sobre si Internet ayudará o no a las películas daba qué pensar durante el acto. Habló la vicepresidenta de la Academia, Marta Etura, que copresentaba con Bárbara Goenaga. Fue una gala de redes sociales, una fiesta que reflexionaba sobre el porvenir del cine calificado al inicio de nebuloso, incierto, complicado y al final, de brillante, de espléndido, lleno de esperanza. Vistas las payasadas de Frances McDormand, presidenta del jurado de la sección Oficial, no debe de ser malo. El habitual desfile de estrellas se cambió por un encadenado de vídeos de miembros de la industria española y la lectura de twitters de los espectadores, que se hizo demasiado largo.
Antes habían brillado destellos de gran verdad en George Harrison. Living in the material world. Scorsese se ha lanzado al vacío con un documental de tres horas y 28 minutos y sale sobrado del reto, gracias a su astucia narrativa y a su habilidad para, a pesar de la acumulación de material inédito, que el espectador le pida más. Como cuando Eric Clapton cuenta que envidiaba a George Harrison en los mejores momentos del cuarteto de Liverpool.
Otra cosa serán los próximos días. Tras las bajas por problemas familiares o de salud de James Gray y Steve McQueen, la organización cruza los dedos para que lleguen Michael Fassbender, reciente ganador de la Copa Volpi en Venecia por Shame, y Aki Kaurismäki, que presenta Le Havre, la mejor película del pasado Cannes según el premio de la crítica internacional. El motivo: mientras que el resto de las estrellas vienen en avión, algo más o menos controlable, o incluso como Glenn Close en jet privado desde Múnich, Fassbender ha avisado: viene en moto y llegará... cuando llegue. Lo mismo sucede con el finés Kaurismäki, que desde hace 20 años vive al norte de Portugal y que entrará la semana que viene a San Sebastián en autocaravana con su esposa y sus dos perros.
Otra de las apuestas del festival son los actores-directores. Glenn Close no llega a tanto, aunque produzca y coescriba su Albert Nobbs en su envite por el Oscar, y deja la cámara en manos de Rodrigo García, pero otros han decidido que para qué: Mathieu Demy, Sarah Polley, Julie Delpy, Patty Considine, Nadine Labaki... Intérpretes que dirigen y en muchas ocasiones también protagonizan sus películas. ¿Es tan fácil dirigir una película? La respuesta no es tan clara viendo los resultados.
Finalmente, Rebordinos ha insistido mucho en la necesidad de un mercado cinematográfico potente a la vera de San Sebastián. Hoy un festival grande no se puede entender sin mercado. Más aún, los organizadores de Toronto, listos ellos, han construido un poderoso bazar de cine con un pequeño certamen adyacente.
Babelia
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