"Soy orgulloso, pero mi familia no me pasa ni una"
¿La pinta de niño bien perjudica? Me ha granjeado varios personajes con un punto de señorito, pero hay papeles a los que aspiro y mi piel dice no. No es la de alguien salido de las Tres Mil Viviendas. Podría llegar a serlo, pero tiene que llegar un director que lo crea.
¿Es cierto que, como el vino, mejora con los años? Eso creo. En las fotos de mis inicios no había personalidad. Bienvenidas sean las arrugas. Si uso hidratante es porque lo piden los maquilladores.
Aparte del acento, ¿qué dejó en Sevilla? Una vida entera. Llegué a Madrid solo con la maleta. Ahora el destino es Los Ángeles.
¿Será otro actor español hortera en Hollywood? ¿Alguno lo es?
¿Cómo encajó el fracaso de 'Los ochenta', la serie de Telecinco? Lo pasé mal, me sentía responsable. Con los años aprendes que no solo depende de ti. Ahí hubo mucho jefe y poco indio.
Dicen que se encaró a sus fans de 'Al salir de clase'. En la época de la serie, hice Krámpack en el teatro. En una escena en que me quedaba en calzoncillos empezaron a machacarme a flases. Pillé tal rebote que solté: "Es todo lo que me voy a quitar. Haced todas las fotos que queráis ahora y luego dejad que continuemos".
¿Se le había subido un poco a la cabeza? Tengo algo de orgullo. Y tendencia a que se me suba. Pero mi familia y mi agente siempre me han tenido muy agarrado de los pies. No me pasan ni una.
¿Qué debería ocurrir para que sí lo hiciera? Un goya, un oscar, Scorsese, Almodóvar... [risas].
¿El manchego también es el mayor motivo de insomnio de los actores de su generación? En mi caso lo fue. Habría pagado por el papel de Gael García Bernal en La mala educación. Conmigo no habría tenido peleas, nos lo habríamos pasado muy bien. Le hubiera dicho: "Este es mi cuerpo, haz con él lo que te dé la gana".
¿Interpretar a Raphael era algo parecido a un sueño de juventud? Cuando me llamaron, pensé que estaban de coña. Le admiro mucho, estaba acojonado, no me vi a la altura. Me dijo que le gustó mi papel, pero ¿qué me va a decir? Es excesivamente educado.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.