Vagabundo de primera clase
La noticia del asesinato de Facundo Cabral en Guatemala dejó consternada a la sociedad argentina, acostumbrada a asociar al cantautor con los movimientos por la paz y con grupos en los que la espiritualidad era el elemento aglutinante. La presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, que recibió una llamada de pésame de su colega guatemalteco, Álvaro Colom, expresó también su dolor y su esperanza en que el caso sea esclarecido y los culpables, castigados. Ayer se festejaba precisamente en Argentina una de las principales fiestas patrias, el aniversario del Día de la Independencia, que, en esta ocasión coincide, además, con el día de reflexión, previo a las importantes elecciones municipales que se celebrarán hoy en la ciudad de Buenos Aires.
Los grupos folclóricos que en muchas ciudades y en barrios porteños alegran las celebraciones nacionales rindieron su homenaje al artista y le recordaron interpretando algunas de sus piezas más conocidas, como Está la puerta abierta, en la que Facundo Cabral animó a sus paisanos, en épocas bien duras, a "juntar los sueños para vencer el miedo".
Cabral fue recordado en radios y televisión como un "vagabundo de primera clase", descripción con que él mismo se reconoció un día, y como uno de los verdaderos bohemios de la música argentina. Andrés Calamaro, uno de los cantantes actuales más queridos en el país, explicó que le conoció siendo un adolescente: "Era un bohemio que se inventó a sí mismo, un permanente viajero. Un hombre maravilloso, con gran ingenio y sentido del humor". Juan Carlos Saravia, líder del grupo Los Chalcareros, consideró que su asesinato era "un atentado contra la cultura".
Los candidatos a la alcaldía de Buenos Aires, obligados a respetar el día de reflexión y a no protagonizar ningún tipo de actos o declaraciones, intentaron transmitir, en algunos casos, y por lo menos a través de la Red, su pena y su deseo de que el Gobierno guatemalteco consiga atrapar a los sicarios que acabaron con su vida. Daniel Filmus, candidato oficialista, mostró su incredulidad. "Era un gran tipo. Siempre cantó por la paz y la vida". Jorge Telerman, que también concurre a las elecciones, le calificó como "uno de nuestros grandes poetas y juglares".
Cabral fue también conocido y cantado en otros países latinoamericanos, en los que su asesinato provocó reacciones de pena y rabia. El presidente de Ecuador, Rafael Correa, explicó que el cantautor argentino era uno de sus intérpretes preferidos y lamentó que su muerte, cuando era ya un hombre viejo y casi ciego, se haya debido a un acto de violencia, "muestra de la brutalidad que todavía existe en nuestra América Latina".
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