'Cars 2': dinero antes que arte
La primera parte vendió productos y cochecitos por valor de 7.000 millones de euros - "Sale de mi pasión por la animación y los juguetes", dice John Lasseter
Para John Lasseter todo es un juego, incluidas sus camisas hawaianas vistosas. "Me las tomo como un juguete que puedo llevar encima sin que nadie me diga nada", admite a sus 54 años el fundador de Pixar y director ejecutivo de los estudios Disney. De ahí la importancia que tiene en ambas empresas el mundo de los juguetes y de las licencias de merchandising, un interés que en Cars 2 ha alcanzado un nuevo nivel.
El estreno del duodécimo largometraje de los estudios Pixar viene ya amortizado por la venta de sus productos derivados. Coches, juegos, camisetas, camas, clínex, zapatos, relojes, pañales, toallas, platos y hasta rollos de papel higiénico son algunos de los 300 juguetes y otros 125 productos derivados asociados a Rayo McQueen o a alguno de sus animados compañeros de película. En total, una bonanza que los analistas esperan que supere con creces los 2.000 millones de euros al año que produce en merchandising la franquicia hasta ahora más lucrativa de Pixar, Toy story. Licencias de las que Disney, que adquirió Pixar en 2006, se quedará entre un 10% y un 15% y que cubren con creces los 140 millones de euros que costó la producción de Cars 2.
Disney gana cada año con Mickey Mouse 4.000 millones de euros
Son muchos los indicadores que confirman con creces las predicciones de los analistas. Hasta mayo se recibieron en EE UU 409 cargamentos de productos con el sello de Cars 2, lo que supondría tres cuartas partes del merchandising que se distribuyó de Toy story 3 en todo el año. Y eso antes del estreno de la película. En la tienda de juguetes Hamleys ya han declarado que la joya de la corona de las próximas navidades, la petición que aparecerá en todas las cartas infantiles a los Reyes Magos, será esa réplica del personaje de Finn McMissile, que con la voz de Michael Caine protagoniza el nuevo largometraje de Pixar y que viene tan cargado de sorpresas como su alter ego de la pantalla, eso sí, con un precio de unos ochenta dólares (56 euros). En las tiendas Disney puedes customizar tu propio modelo de Cars 2, eligiendo las ruedas, el chasis y hasta las pegatinas, a un precio que se acerca a los 48 euros. Y el próximo año Lasseter inaugurará su sueño: una atracción dedicada al mundo de Cars en el centro de California Adventure y que se comerá gran parte de los 700 millones de euros invertidos en la renovación de este parque adyacente a Disneylandia.
Tras su estreno en 2006 Cars fue considerada una de las películas menos lucrativas en la pantalla de los últimos estrenos Pixar, a pesar de sus 322 millones de euros en la taquilla mundial. Pero la cifra palidece en comparación a los 7.000 millones de euros en merchandising vendidos desde entonces.
Los personajes de Cars se sitúan en el sexto lugar en el ranking de los que más venden, con Mickey Mouse a la cabeza (4.000 millones de euros al año). Lasseter considera este éxito comercial el mejor reflejo de la popularidad de sus personajes, creación personal de este hijo de un vendedor de coches criado en la cultura del automóvil. De ahí que pese a que Cars 2 ha recibido algunas de las peores críticas jamás unidas a la imagen de Pixar y que son muchos los que consideran esta secuela como un puro y simple afán de comercialismo, el botín es demasiado generoso como para dejarlo pasar. Un fenómeno comparable a cuando George Lucas revolucionó el mercado del juguete y de los productos derivados con La guerra de las galaxias.
Disney es la empresa líder en el mercado de productos derivados de películas, campo con el que en 2010 ganaron 20.000 millones de euros. En el despacho de Lasseter en Oakland hay una buena muestra. "Para mí es algo natural, sale de mi pasión por la animación y por los juguetes". Cualquiera le lleva la contraria.
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