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El conflicto afgano

A la caza de los jefes terroristas

Dos lugartenientes de Bin Laden son abatidos en un periodo de tres días

José María Irujo

La caza de jefes de Al Qaeda continúa y la organización se encuentra muy débil. La CIA tardó 10 años en localizar y acabar con la vida de Osama bin Laden, pero su muerte ha supuesto un inesperado revulsivo para lograr la casi inmediata liquidación de alguno de sus lugartenientes más buscados, dos medallas de oro del terror que operaban en diferentes continentes.

En solo cinco semanas, dos de las piezas más codiciadas por el Federal Bureau of Investigation (FBI) han sido borradas de su lista de recompensas: Ilyas Kashmiri en Waziristán Sur (Pakistán) y Fazul Abdula Mohamed en Somalia (África), dos jefes locales e importantes colaboradores del terrorista saudí que el pasado 2 de mayo lloraron y juraron venganza por la desaparición de su idolatrado emir.

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La vida de Ilyas Kashmiri, de 45 años y exmiembro de las Fuerzas Especiales del Ejército de Pakistán, se apagó el pasado día 4 en Laman, cerca de Wana, ciudad de Waziristán Sur, un área tribal y montañosa fronteriza con Afganistán, donde se refugian los principales jefes talibanes y asociados a Al Qaeda. El ataque de un avión Predator no tripulado provocó nueve muertes y entre ellos estaba Ilyas, según el testimonio de varias autoridades locales. Su final ha sido idéntico al de Baitula Mehsud, uno de los dirigentes pastunes del movimiento talibán, el hombre que supuestamente encargó volar el metro de Barcelona a una célula de paquistaníes condenados por el Tribunal Supremo. Otro colaborador de Osama enterrado por las bombas de los Predator.

El tuerto Kashmiri dirigía el Movimiento de la Lucha Islámica (Harkat Ul Jidah al Islami), asociado a Al Qaeda, y estaba considerado como el presunto cerebro del ataque contra el hotel Marriot de Islamabad, que en 2008 causó la muerte de 54 personas. Se le implicó también en los atentados de Bombay que el mismo año provocaron 163 víctimas mortales y en el reciente asalto a la base naval de Mehran, en la ciudad portuaria de Karachi (Pakistán).

El colaborador de Bin Laden era un icono entre sus hombres. Perdió un ojo luchando contra los rusos en los años ochenta en Afganistán, formó a decenas de muyahidin y regresó a Cachemira, su tierra natal, donde peleó en la tradicional disputa de ese territorio con India. Escapó de una cárcel en ese país donde permaneció preso durante dos años y fue arrestado por un intento de asesinato del presidente Pervez Musharraf en 2003. Tras su puesta en libertad, se convirtió en uno de los comandantes operativos de Al Qaeda en Pakistán.

Fazul Abdula Mohamed, jefe operativo de Al Qaeda en África, cayó el 7 de junio bajo las balas de un control militar en Mogadiscio. La noticia dio un respiro al Gobierno de transición y su muerte le libera de uno de sus mayores enemigos. Fazul Abdula es otro dirigente clave que pierde Al Qaeda, una organización que se desangra y que atraviesa por un momento crítico, según analistas de servicios de inteligencia de varios países consultados por este periódico.

La búsqueda de Fazul Abdula era un objetivo prioritario para la CIA. Este informático, natural de las islas Comores, dirigía el grupo islamista Al Shabab y fue el cerebro del ataque contra las embajadas norteamericanas en Kenia y Tanzania, una sangrienta tarjeta de visita firmada por Bin Laden que demostró entonces lo lejos que llegaban sus zarpazos. Un atentado brutal que marcó el sendero de la organización Al Qaeda al Askariya (la base militar) creada 10 años antes con solo 15 hermanos por Bin Laden y Ayman al Zawahiri.

Ayman al Zawahiri cumplió ayer 60 años, justo cuando el consejo supremo de la organización le ha nombrado nuevo emir de Al Qaeda. "El grupo Al Qaeda, después de completar la consulta, anuncia que el jeque, que Dios le dé éxito, ha asumido la responsabilidad para dirigir el grupo", dice el comunicado difundido por la web islamista Ansar al Muyahidin (Seguidores de los Luchadores Sagrados).

El pediatra creó su primera célula yihadista a los 15 años, juró derrocar a su Gobierno en una reunión de amigos a orillas del Nilo y 45 años después recibe el mando de una organización que ha logrado extender su ideología y terror por todo el planeta, pero que hoy tiene a la mayoría de sus jefes locales presos, desaparecidos o muertos. La nueva base de la CIA en Yemen pretende ampliar la lista de ejecutados. ¿Cuánto tardará la CIA en localizar al doctor egipcio? Nadie se atreve a responder a la pregunta.

Un soldado junto a un convoy alemán atacado por un atentado suicida en Kunduz.
Un soldado junto a un convoy alemán atacado por un atentado suicida en Kunduz.FULAD HAMDARD (AP)

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Sobre la firma

José María Irujo
Es jefe de Investigación. Especialista en terrorismo de ETA y yihadista, trabajó en El Globo, Cambio 16 y Diario 16. Por sus investigaciones, especialmente el caso Roldán, ha recibido numerosos premios, entre ellos el Ortega y Gasset y el Premio Internacional Rey de España. Ha publicado cinco libros, el último "El Agujero", sobre el 11-M.

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