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Reportaje:

99 palabras de humildad y una de maldad

Me gustaría que este horrible mal sea derrotado. Que de una vez por todas sea destruido. Querría que quede muy lejos de todos los jóvenes que en la jerga se llaman jóvenes en flor y que están a un paso de la 'Ndrangheta. Porque una vez entras, te transformas y dentro de ti ocurren metamorfosis que no sabías ni que existieran. La 'Ndrangheta es como la droga para un drogadicto: te entra en la piel. Te contagia su mentalidad, su dureza, su maldad. Quieres siempre más. Te haces cada vez más despiadado. La tranquilidad ya nunca te acompaña, debes siempre guardarte de la cárcel y la muerte. Eso es lo que le espera a un 'ndranghetista. Cuando entras, difícilmente sales. Te enseñan a odiar al Estado, a las fuerzas del orden; te inculcan que ellos son los podridos, los deshonestos, y que tú eres el justo. En las reglas de la 'Ndrangheta un hombre debe tener tres virtudes: ser frío como el hielo, duro como el acero y humilde como la seda. Un hombre de la 'Ndrangheta debe pronunciar 99 palabras de humildad y una de maldad. Un hombre de la 'Ndrangheta camina siempre adelante, y si cae, cae hacia la derecha, porque a la izquierda solo caen los maderos y los infames".

Una de las bandas históricas está tomando posiciones con vistas a la exposición mundial de milán de 2015
"La 'ndrangheta es como la droga: te entra en la piel. te contagia su dureza, su maldad. Y quieres siempre más"
"En el rito de ingreso me pidieron que renegara de padre, hermanas y hermanos hasta la séptima generación"
"El sindicato del crimen se ha extendido por milán, roma, EE uu, alemania, colombia, argentina... y la 'costa nostra' española"

Estas frases no salen de una novela, ni de alguno de los muchos y extraordinarios libros y reportajes que se publican cada año sobre la Mafia en Italia. El párrafo que acaban de leer está sacado de Memorias de un expadrino, un tosco pero escalofriante manuscrito de 49 páginas redactado en letras mayúsculas por un capo mafioso de origen calabrés, nacido, crecido y arrestado en Lombardía, la región más rica de Europa.

El tipo se llama Antonino Belnome, y ya ha ayudado a los jueces a resolver cuatro homicidios, acusándose de uno de ellos. Hasta hace unos meses era el padrino del locale (grupo) de la 'Ndrangheta en Giussano, un pueblo de la provincia de Monza y Brianza, un floreciente núcleo financiero e industrial, donde nació en 1972. Belnome (nombre bonito) fue detenido en julio de 2010. En la cárcel comenzó a escribir su historia y hace unas semanas entregó sus memorias a Ilda Boccassini, la fiscal adjunta de la Dirección del Distrito Antimafia (DDA) de Milán. Había decidido arrepentirse y abandonar la 'Ndrangheta.

Se trata del primer arrepentido de la Mafia calabresa nacido a orillas del río Naviglio. Y por eso su testimonio es tan valioso: hasta ahora, pocos sabían cómo funciona la 'Ndrangheta padana, cuál es su estructura, quién decide qué y, sobre todo, dónde, cómo y cuánto ha penetrado en el tejido social, económico y político de la locomotora italiana. Gracias a Belnome, los jueces han confirmado que la mafia más potente del mundo, que según las estimaciones de la Embajada de EE UU en Roma (plasmadas en los cables de Wikileaks) factura al menos el 3% del PIB italiano, ha entrado hasta lo más hondo de la sociedad lombarda y de sus sectores productivos legales e ilegales: construcción, restaurantes, bares, reciclaje de dinero, usura, extorsión, sanidad, compra de empresas en crisis...

En marzo, Mario Draghi, gobernador del Banco de Italia y próximo director del Banco Central Europeo, afirmó en un seminario sobre la economía criminal del norte del país que, entre 2004 y 2009, cuatro de cada cinco denuncias nacionales por asociación mafiosa se concentraron en tres provincias padanas: Milán, Bérgamo y Brescia. En el 80% de los casos investigados en Lombardía estaban implicados, señaló el gobernador, mafiosos provenientes de Calabria ('Ndrangheta), Sicilia (Cosa Nostra) y Campania (Camorra), las tres regiones históricas de la Mafia junto a Apulia (Sacra Corona Unita).

Draghi apuntó también que una de las coscas (bandas) históricas de Reggio Calabria, la Ficara-Latella, intuyendo los negocios millonarios que está generando la Exposición Mundial de 2015 que se celebrará en Milán, había creado una galaxia de empresas con testaferros limpios de toda sospecha para optar a los concursos y contratas públicas.

Ese trabajo oscuro, ejecutado por abogados, notarios, economistas, políticos, ingenieros y arquitectos, tiene una característica esencial: no se ve, no se oye ni produce muertes ni destrucción de bienes. Es simplemente un negocio. Como explica Gianni Barbacetto, escritor y periodista milanés especializado en tribunales y crimen organizado, "la Mafia en el norte de Italia ha matado poco, o al menos lo ha hecho de forma aislada y menos metódica que en el sur, y eso le ha permitido infiltrarse con más facilidad en el tejido económico, un poco como ha sucedido en España en los últimos 30 años".

La ONG Libera, que dirige el sacerdote turinés Luigi Ciotti y es el gran símbolo de la lucha ciudadana contra las mafias, lleva al día la dolorosa contabilidad de las víctimas del sindicato del crimen. De los 700 caídos a manos de la Mafia desde 1893 (cuando el marqués Emanuele Notarbartolo, dueño del Banco de Sicilia, fue asesinado de 27 puñaladas porque no se plegó a los deseos de la Mafia agreste de entonces), apenas siete personas han perdido la vida en el norte del país en los últimos 20 años.

El crimen más notorio ocurrido en Milán es el de Giorgio Ambrosoli, el abogado liquidador del Banco Ambrosiano, abatido con tres golpes de pistola en 1979 por un sicario del banquero siciliano Michele Sindona. En el verano de 1993, en plena campaña de terror de Cosa Nostra contra el Estado, una bomba mató a cinco personas en la Via Palestro, cerca del Pabellón de Arte Contemporáneo de Milán.

Esas largas ausencias de violencia han inducido a mucha gente a pensar que las mafias no están realmente operativas en el cuadrante norte de la península. El ministro del Interior, Roberto Maroni, dirigente de la Liga del Norte, mantuvo una agria discusión pública sobre ese asunto con Roberto Saviano, autor de Gomorra, hace unos meses. Saviano resumió los datos reunidos por los fiscales en televisión, y el ministro exigió una emisión "reparadora" para rebatirle. Las cifras parecen dar la razón al periodista campano. En julio de 2010, la fiscal Ilda Boccassini y su colega de Reggio Calabria Giuseppe Pignatone ordenaron el arresto de más de 300 miembros de la Mafia calabresa; 170 residían en Lombardía. Uno de ellos era el gerente de la sanidad pública en Pavía; la policía grabó reuniones de la 'Ndrangheta en hospitales de la región lombarda, e incluso en un centro cultural llamado Falcone y Borsellino en honor de los jueces asesinados. Según explicaron los magistrados, "Milán, la capital financiera del país, es también la capital de la segunda y la tercera generación de la 'Ndrangheta", y esta "ejerce el control sistemático de sectores económicos enteros en Lombardía y se ha infiltrado en las instituciones políticas locales".

La operación judicial, llamada Crimen-Infinito, certificó que las capitales de la Mafia ya no son solamente Palermo, Nápoles y Reggio Calabria, y que el sindicato del crimen tiene infraestructura, afiliados, negocios y apoyos políticos en medio mundo: de Milán, Turín o Roma a Canadá, Argentina, EE UU, Australia, Colombia, Inglaterra, Alemania y, por supuesto, la costa nostra española.

Si la mafia lombarda es, o ha sido hasta ahora, casi invisible, también ha sido inaudible: genera omertà y se beneficia de ella. Boccassini terció en la polémica Saviano-Maroni para lanzar una petición a los empresarios del norte, muchos de ellos fieles votantes de la Liga del Norte: "A pesar de que la operación de julio demostró la presencia de la Mafia en el norte y en Lombardía, y a pesar de que sabemos que la 'Ndrangheta extorsiona y practica la usura, los empresarios, comerciantes y vendedores ambulantes no denuncian. Tampoco en Milán".

Esto explica la elección de las fotos que ilustran este reportaje: la Mafia del norte apenas ha sido fotografiada. Las imágenes proceden del libro Malacarne, casados con la Mafia, del fotógrafo Alberto Giuliani, y son un retrato contemporáneo del aspecto más complejo de la Mafia: el factor cultural. Giuliani, un tímido y silencioso reportero de 35 años, elige un icono para cada grupo criminal: los cuerpos del delito para la Camorra, las mujeres mafiosas de la 'Ndrangheta, los lugares de las grandes matanzas de Cosa Nostra.

Vidas rotas o escondidas, funerales de víctimas y verdugos, persecuciones, las pistas del narcotráfico global, ausencia del Estado, un país en guerra: el caldo de cultivo de un futuro en el que las mafias cada vez parecen menos violentas, pero cada vez son más poderosas porque cada vez están más cerca del poder político, y en tiempos de crisis, cada vez más infiltradas en las fuerzas del orden. En los últimos meses han sido arrestados varios carabineros y policías que estaban en nómina de la 'Ndrangheta.

Pero el crimen organizado es en Italia, como en cualquier país, antes que nada un negocio. Las estimaciones de empresarios, sindicatos y asociaciones ciudadanas afirman que la Mafia es de largo la primera empresa del país, con unos 120.000 millones de euros de ingresos anuales. El dato es escalofriante y preocupa muy seriamente al principal aliado de Italia, Estados Unidos, según muestran los cables secretos de Wikileaks redactados por el excónsul de EE UU en Nápoles J. Patrick Truhn, que fue sustituido en septiembre de 2010. Truhn es uno de esos diplomáticos que trabajan y no hablan de oídas. Durante su estancia, elaboró numerosos informes estupendamente escritos y documentados. Regordete y parlanchín, viajaba a menudo a Sicilia y a Calabria acompañado por los expertos de inteligencia, seguridad y negocios de las embajadas de EE UU ante Italia y la Santa Sede, que supervisaban sus textos. Entre otras afirmaciones, los cables incluyen estas:

"Las mafias son el principal sector de la economía italiana y manejan un presupuesto equivalente a la suma del PIB de Eslovenia y de Estonia". "Muchos bancos en Italia, Suiza, Liechtenstein y Mónaco, donde los mafiosos tienen cuentas secretas, no cooperan". "Las mafias distorsionan los mercados, frenan el desarrollo del sur y debilitan a un aliado importante de EE UU". "Desgraciadamente, los políticos del país no están centrados en estos temas". "Casi toda la autopista Nápoles-Reggio Calabria ha sido construida por los clanes de la Camorra y la 'Ndrangheta con materiales defectuosos". "El 80% de los negocios de Calabria y el 40% de Campania pagan la extorsión".

Además de eso, añadía Truhn, "la Mafia es el gran motivo, si no el mayor, por el que la economía del sur de Italia sigue tan atrasada respecto al resto del país y una de las principales causas de que el crecimiento italiano siga muy por detrás del resto de la UE".

Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística confirman que en la primera década de este siglo la economía transalpina registró un aumento medio anual del 0,2%, el menor de toda la UE y uno de los más bajos del mundo.

Autores y periodistas amenazados como Roberto Saviano o el siciliano Lirio Abbate suelen afirmar que la guerra contra la Mafia choca a menudo con el muro de la política, que por un lado presume de capturar a los soldados y sicarios más violentos (el Gobierno de Silvio Berlusconi ha arrestado a 29 de los 30 fugitivos más peligrosos e inmovilizado cientos de millones de euros en bienes), pero por otro teme las investigaciones que prueban la colusión entre política y Mafia.

A algunos lectores les sonará el nombre de la fiscal Boccassini porque ella es quien ha instruido el caso Ruby, en el que Berlusconi está imputado por prostitución de menores y abuso de poder. En Italia es conocida como Ilda la Roja, un apodo que algunos achacan a sus ideas políticas y otros al color de su pelo. Berlusconi la teme y critica desde que, en los años ochenta, le procesó por soborno a un juez y falsedad en balance; delitos de los que logró escapar.

Hace unos días, Berlusconi afirmó que los jueces de Milán son un "cáncer y una metástasis", y asoció a la magistratura con una "asociación delictiva". Durante el G-8 celebrado en Deauville, abordó a Barack Obama y a otros líderes mundiales para contarles que "Italia vive bajo una dictadura de la magistratura comunista". Obama acababa de pronunciar un discurso elogiando la separación de poderes y la independencia de la magistratura.

Boccassini ha dedicado su vida a luchar contra la Mafia, el terrorismo y la corrupción. Fue amiga del juez Falcone y dirigió durante casi 20 años la investigación Duomo Connection, que probó la penetración económica de Cosa Nostra en el Milán socialista y obscenamente rico de Bettino Craxi. En 1992, tras los atentados contra Falcone y su sucesor Borsellino, pidió el traslado a Sicilia y llevó a la cárcel a sus asesinos (ambos casos han sido reabiertos ahora porque han surgido nuevos arrepentidos). Luego tuvo un papel central en el proceso Manos Limpias, que acabó con los grandes partidos de la I República, lo que, irónicamente, catapultó a Berlusconi a la arena política.

Desde hace unos años, Boccassini ha pasado su tiempo inmersa en la 'Ndrangheta padana. La operación Crimen-Infinito decapitó incluso al líder máximo de esa hidra glocal: Domenico Oppedisano, de 80 años, fue detenido en un pueblecito de Calabria desde el que decidía todo lo importante. Se trata de un anciano del estilo de Totò Riina: menudo, con surcos en la cara y el aire rural clásico de la mafia meridional.

Pero el grueso del negocio estaba en Lombardía, esa gran llanura que la Liga reivindica falazmente como un territorio histórico y donde se cruzan infinitos negocios, intereses, pesos y contrapesos. Más estresante y ordenado que Roma, pero bastante más bonito de lo que se dice, Milán resume hoy otra vez lo mejor y lo peor de Italia. Como dice Giuliano Pisapia, el abogado penalista que ha liderado la rebelión ciudadana contra Berlusconi y la Liga imponiéndose por sorpresa en las primarias del Partido Democrático y batiendo en la segunda vuelta a la derecha por primera vez en 17 años, "en Milán han nacido siempre las grandes novedades culturales y políticas de Italia".

En efecto, aquí surgió el fascismo y la resistencia, el socialismo y (cerca de la capital) la República de Saló; pero también la Democracia Cristiana y la Bocconi (esa gran cantera católica de consejeros delegados), el boom económico de los sesenta, el craxismo y el berlusconismo, Tangentópolis y la Liga. Con apenas 1,3 millones de habitantes, y a pesar de que en los últimos años se ha ido haciendo, como todo el país, cada vez más provinciano, Milán sigue siendo un símbolo de riqueza y sobriedad, de burguesía ilustrada, banca privada y evasión fiscal, diseño ultramoderno y cocaína, pujanza industrial y parafascismo religioso.

Aquí están la fiscalía más eficaz y vilipendiada del país; la innovación, el diseño y la moda de vanguardia; los ejércitos de velinas y presentadoras que anestesian al país con silicona desde hace 30 años, los hidalgos financieros que ponen y quitan directores de periódicos y consejeros de administración...

En los pasillos del Duomo se juega además en este momento la gran batalla de la Iglesia europea. El Papa está a punto de nombrar al nuevo arzobispo de la diócesis ambrosiana, la más rica y grande de Europa. El cardenal actual, Dionigi Tettamanzi, que ha sonado y suena como papable, ha liderado en la sombra la voluntad de cambio de las bases católicas frente a la demagogia, la xenofobia y el ateísmo devoto de la derecha. "Desde Milán surge un mensaje de cambio y esperanza para el resto de Italia", dice Tettamanzi. "Un mensaje de solidaridad y humanidad que afirma que lo importante no es la riqueza material, sino la espiritual".

Acusado por la Liga de ser el imán de Milán o el obispo de Kabul por su defensa de la libertad religiosa y su oposición a los desalojos de campamentos gitanos, según el vaticanista Filippo di Giacomo, "Tettamanzi y los curas lombardos han sido los primeros que han canalizado el malestar de las bases católicas con Berlusconi".

En el otro lado de la balanza, enfrentado con Tettamanzi, opera el potentísimo movimiento ultra Comunión y Liberación, que, con su galaxia de 18.000 empresas adscritas a la marca Compagnia delle Opere, se ha convertido en la última década en lo que Di Giacomo llama "Comunión y Facturación, es decir, una secta mercantil que encarna la derivación sacrílega de la palabra mafia".

Los ciellini, conducidos por el sacerdote español Julián Carrón, son una fortaleza económica: facturan 70.000 millones anuales y controlan la información religiosa (y política) de numerosos periódicos, radios y televisiones; su gran feudo es la sanidad regional. Han tratado de promover a arzobispo de Milán al cardenal de Venecia, Angelo Scola, como paso previo al papado, y tienen en sus manos la asamblea regional de Lombardía, que dirige con mano de hierro y guante de seda desde hace tres legislaturas Roberto Formigoni, un memores domini (numerario, casto y austero) de Comunión y Liberación, también conocido como El Virrey lombardo y que suena como sucesor de Berlusconi al frente del PDL.

Ese es más o menos el ambiente. ¿Podía la 'Ndrangheta, la mafia más rica de Italia, perderse semejante festín? Las memorias del pentito Antonino Belnome narran que los calabreses cuentan con una estructura estable en Lombardía desde hace al menos 39 años, los mismos que él tiene ahora. Belnome nació y creció en Giussano, y fue el general del comando que asesinó, el 14 de julio de 2008, a Carmelo Novella, entonces máximo responsable de la 'Ndrangheta en Lombardía. Ejecutivo y emprendedor, Novella tenía a sus 60 años un sueño que acabó costándole la vida: independizar a la Mafia calabresa de Lombardía respecto a la de Calabria. Fue asesinado en un bar de San Vittore Olona, provincia de Milán. A Novella le condenó su espíritu padano.

Belnome ha rellenado ya docenas de folios con declaraciones judiciales y ha descrito la terrorífica rutina de la Mafia lombarda. Como en Calabria, los clanes están unidos por lazos de sangre, y por eso apenas hay pentiti. Si uno se raja y decide convertirse en infame, su propia ndrina (familia) se ocupará de callarle la boca. La mecánica se parece a la que conocemos por películas y libros. Empezando por el rito del ingreso en la onorata società: "Para la ocasión", escribe, "se organizó una comida con carne asada. Éramos una quincena. Nos colocamos en círculo con los brazos unidos. Luego me pidieron que renegara de padre, hermanas y hermanos hasta la séptima generación".

Después del bautizo, su vida cambió. "Un nuevo picciotto (muchacho) debe cuidar su vestimenta", escribe Belnome. "A las reuniones hay que ir con camisas de manga larga. Cuando entras, recibes una o más armas. Y te empiezan a poner a prueba con acciones de perfil bajo, como disparar al escaparate de un bar o una tienda, quemar un negocio o un coche. Después, si eres bueno, la carrera está asegurada; yo recibí rápidamente una dote importantísima, la de padrino. Me convertí en boss y mandaba sobre 50 hombres. Fue un ascenso vertiginoso. Sin mi permiso, en Giussano no se movía una hoja. En la mesa solo se empezaba a comer cuando yo daba el permiso con un buon appetito".

"La sensación de omnipotencia era embriagadora", continúa. "Era como estar tres metros sobre el cielo. Los hombres me admiraban. Estás orgulloso de ti y no piensas en nada más. Empiezan a gustarte los mejores locales, el champán, los coches cada vez más bonitos, los superrelojes, los fajos de dinero siempre en el bolsillo, la ropa de las marcas más caras. En fin, cuidas los detalles de una forma absurda. Por la noche, cuando sales con los muchachos, no pagas jamás. Ves a todos que te miran y te saludan con temor o solo para hacer pensar que te conocen".

El mafioso acaba contando su conversión: "Mientras escribo estas memorias estoy en aislamiento. Me siento agraciado por el Señor y radicalmente cambiado dentro de mí. Siento desprecio por el mundo al que pertenezco. Legalidad y amor en la ndrina no existen, es un mundo donde el asesinato está tras el rincón. Puede disponer de la vida de todos, te la puede dar y te la puede quitar cuando quiera. Sé que me condenarán a muerte los que vayan a la cárcel por mi culpa. Pero cada momento del día pienso en mis hijos y me rompe el corazón no poder estar con ellos. Antes les llenaba de regalos, pero no era eso lo que querían. Querían simplemente a su papá. Todo eso me lo ha robado la 'Ndrangheta. Estas memorias son para esos niños que por culpa de sus padres han tenido una vida infeliz. Y espero ser un ejemplo para todos esos muchachos que están cerca de la 'Ndrangheta para que tengan la fuerza de volver atrás antes de que sea demasiado tarde".

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