Sant Jordi ya se mueve
Las librerías detectan un aumento de la venta de libros desde el lunes - Se reparten el 5% más de libros en la costa por las vacaciones de Semana Santa
Qué pasará el sábado es incierto pero, parafraseando a Galileo, Sant Jordi, moverse, ya se mueve. Como mínimo, en Barcelona, donde ayer tanto grandes establecimientos como FNAC y la Casa del Libro, así como librerías más clásicas como las que conforman el ya grupo La Central confirmaron un in crescendo de ventas desde el pasado lunes. "La sensación es que los que están en Barcelona se van de aquí con las compras hechas", aseguró un portavoz de la cadena francesa. Diada en sábado y en plena Semana Santa hace pensar que los urbanitas quieren dejar la tradición zanjada donde creen que tienen mayor surtido o en mayor cantidad.
Esa última sensación, sin embargo, no apunta a certeza. Según informó ayer a este diario el Gremio de Distribuidores de Cataluña, este Sant Jordi se han repartido, con relación a 2010, el 5% más de libros en las zonas del interior y costeras de Cataluña, especialmente las costas Brava y Daurada, "si bien si sumamos lo de comarcas con lo de Barcelona estaríamos más o menos igual", admite la presidenta del gremio, Ana Cristina Beneyto. Tampoco ha habido variación en el número de puestos solicitados. Los datos del Gremio de Libreros de Cataluña muestran que sus asociados han pedido unos 400 permisos para puestos, la mitad en Barcelona ciudad. "No ha habido cambios en la demanda de la capital, ni tampoco redistribución en comarcas", dicen los libreros.
El sector prevé facturar 19 millones, la misma cifra que en 2010
Uno de cada tres títulos vendidos durante la 'diada' será en catalán
Y es que el sector no está para muchas alegrías: tras cerrar ventas el año pasado entre el 8% y el 10% por debajo de 2009, los cálculos son que en este atípico Sant Jordi -evento que permite al sector facturar en un solo día entre el 5% y el 7% del total anual -, se cierre en 19 millones de euros, la misma cifra que 2010. "Igualarlo, vista la debilidad del consumo y la coincidencia con Semana Santa, ya será un éxito", reconoce Antoni Daura, presidente de los libreros catalanes. En cualquier caso, y más en un momento de recesión, la jornada se muestra clave. Lo será seguro para el libro en catalán, cuyas ventas a lo largo del año son del 20%, pero que crecen hasta pasar a ser uno de cada tres de los libros vendidos durante la Diada de Sant Jordi.
Más incógnitas hay para el libro electrónico. "Sant Jordi nunca será una diada digital; socialmente es un día para comprar un libro de regalo y eso no encaja con el modelo", cree Xavier Mallafré, presidente del Gremio de Editores de Cataluña y de la Cámara del Libro, que agrupa a los tres sectores. Se apoya también en las cifras del libro electrónico, que no alcanzan ni el 1% de negocio del sector en España. No es de esa opinión Enric Faura, director de Edi.cat, principal plataforma de distribución y venta de libros digitales en catalán, que asegura: "Tanto el aumento de títulos como la mayor popularización de los lectores electrónicos auguran un incremento".
Sea como fuere, por ilusión y actividades no quedará. Así, en Tarragona, el paseo de la Rambla Nova acogerá los 102 tradicionales puestos de rosas y libros y la mayoría de actos, entre ellos la actuación de las cuatro agrupaciones de castellers de la ciudad. En la provincia de Girona, en el paseo de Cadaqués, se podrán visitar los tenderetes durante todo el día y disfrutar de música con el concierto de la Gran Cámara de la Nueva Orquesta Filarmónica de Hamburgo en la iglesia de Santa Maria de Cadaqués (18.00 horas). En Palafrugell, se realizará la lectura continuada durante todo el día de la obra de Josep Pla, para conmemorar el 30º aniversario de la muerte del escritor. Entre los últimos lectores estarán los actores Montserrat Carulla y el director teatral Joan Ollé. En Roses, los puestos se instalarán en la plaza de Catalunya, mientras que en el espacio cultural La Ciutadella se celebrará una feria de intercambio de libros. En la Rambla de la Llibertat, la Rambla Verdaguer y la plaza de Catalunya de Girona se colocarán los puestos de libros y rosas.
En Barcelona los hoteleros esperan Sant Jordi con más alegría de la habitual. Ese día creen que rebasarán el 85% de ocupación. Los alojamientos han preparado 30.000 rosas que regalarán a los turistas. Los hoteles de alta gama han comprado incluso libros, a un precio especial tras el acuerdo con 11 pequeñas editoriales, en castellano, catalán e inglés, para regalar a los clientes. "Queremos que se sientan parte de la fiesta. Este año Sant Jordi será para los catalanes, pero también para los que nos visiten", explicó Joan Clos, presidente del Gremio de Hoteles de Barcelona.
Según el Ayuntamiento de Barcelona, habrá unos 190 puestos de venta de rosas, repartidos por toda la ciudad. Desde el Mercado de la Flor de Cataluña no hay grandes expectativas de negocio. Hace 11 años, San Jordi cayó en un domingo de Pascua y las ventas se desplomaron el 33%. Por ello esperan que este año el fervor de la tradición mate al dragón de la mala fecha.
Con información de M. Pérez, A. Castedo, C. Delgado y C. S. Baquero.
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