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Reacciones a la nueva izquierda 'abertzale'

El PP presiona pese a que el Gobierno le prometió llevar a Sortu al Supremo

Rajoy espera que el Ejecutivo cumpla su compromiso de hacer todo lo posible

Carlos E. Cué

No es la primera vez que en un asunto clave de la política la distancia entre el discurso público y el privado es muy clara. Pero con el asunto de Sortu, la nueva Batasuna, el PP está superando las cotas anteriores. Mientras en público mantiene un discurso muy duro, tanto que ayer Ana Mato llegó a amenazar con romper el pacto en el País Vasco con el PSE si Sortu logra presentarse a las elecciones, en privado el análisis es muy diferente.

El lunes, en la habitual reunión de maitines, los dirigentes compartieron la información que Alfredo Pérez Rubalcaba traslada a Federico Trillo, que se complementa con la que Rodolfo Ares, consejero de Interior del País Vasco y hombre cercano a Rubalcaba, traslada a Iñaki Oyarzábal, número dos de Antonio Basagoiti en el PP vasco.

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Rajoy, coinciden varios miembros de la dirección, tiene la sensación de que el Gobierno está siendo leal y le mantiene puntualmente informado. Y de momento se fía. "Nos cuentan lo que va a pasar y después coincide con lo que pasa. Las cosas han cambiado mucho", señala un dirigente.

Rubalcaba trasladó a Trillo una información relevante que fue el eje de la reunión de maitines. Le garantizó, según la versión de estos dirigentes, que el Gobierno va a hacer todo lo que esté en su mano para impedir que Sortu pueda presentarse a las elecciones. Esto es, que habrá recurso, y será contundente, con informes policiales y argumentos jurídicos de peso para plantear a los jueces que deberían impedir la legalización del nuevo partido. A partir de ahí, serán los magistrados los que decidan.

Todos los dirigentes coincidieron en el análisis: si esa es la promesa de Rubalcaba, habrá que esperar para ver si se cumple, y mientras tanto mantener el apoyo. En realidad, no todos. Jaime Mayor mantuvo en privado el durísimo discurso que traslada en público sobre las verdaderas intenciones del Gobierno.

Todos los dirigentes coinciden en que Rajoy no está en la línea de Mayor. Sin embargo, no piensa desautorizarle. El ex ministro del Interior representa a un tipo de votante y unos medios de comunicación con los que Rajoy no quiere enfrentarse precisamente ahora que las encuestas van muy bien para el PP. Así que el líder prefiere dejar hacer a Mayor. Pero quiere evitar que le mezclen con él, así que ningún marianista acude a las manifestaciones contra la política antiterrorista del Gobierno a las que va Mayor. Un reparto de papeles que a Rajoy le resulta cómodo.

Si todo está tan claro en privado, ¿por qué el PP mantiene un discurso público tan duro? Para meter presión, insisten varios dirigentes. "Queremos que el recurso sea muy duro, y creemos que cuanta más presión, más duro será", asegura uno de ellos.

La ruptura no está encima de la mesa, insisten, pero la presión seguirá. Esteban González Pons dijo que el PP confía en que Sortu no pase, pero responsabilizó al Ejecutivo si eso sucede. Los jueces deciden, explicó, pero el Gobierno es responsable porque condiciona su decisión con informes policiales. En la misma línea hablaron ayer los representantes de la AVT, que aún no se ha manifestado contra el Gobierno en esta legislatura, pero avisaron de que lo harán si no da una "respuesta contundente" a Sortu y se escuda en los jueces.

Rodolfo Ares (izquierda) e Iñaki Oyarzábal conversan ayer durante el pleno del Parlamento vasco.
Rodolfo Ares (izquierda) e Iñaki Oyarzábal conversan ayer durante el pleno del Parlamento vasco.EFE

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