Hace apenas tres años, James Cohan, dueño de la prestigiosa y homónima galería de Nueva York, pensó que había que transformar las ferias de arte: ampliar el espectro, reducir costes, acercar los continentes. Junto a su mujer y a unos vecinos de Park Slope (Brooklyn) le dieron vueltas hasta acabar donde se llega siempre últimamente: Internet.
Tras días de encuentros virtuales, de reproches expresados en 140 caracteres y de discusiones bizantinas a través de los medios de comunicación, toca verse las caras en las tres dimensiones.
LAS COLECCIONES DE EL PAÍS
ALBERTO MONTANER FRUTOS
Han sido meses de discusiones, de rifirrafes en los medios de comunicación y hasta de la inminencia de una mudanza a un almacén de obras fundamentales del arte español del siglo XX para llegar, al final, al más sencillo de los entendimientos.