El Gobierno cambia de modelo y privatiza la gestión de aeropuertos

Cambio de rumbo en el modelo aeroportuario propuesto por el Gobierno. El presidente José Luis Rodríguez Zapatero anunció ayer, en la sesión de control al Ejecutivo en el Congreso, que se venderá el 49% de AENA, la empresa pública que gestiona los aeropuertos, frente al 30% de máximo que se había reiterado en los últimos dos años. Con esa enajenación el Ministerio de Fomento considera que se obtendrán unos 9.000 millones de euros (valora los activos de AENA, con 47 aeropuertos, en 30.000 millones, menos unos 12.000 de deuda).

Además, los dos mayores aeropuertos españoles, Madrid-Barajas y Barcelona-El Prat, serán concesiones (similares a las que existen para las autopistas) a empresas privadas que abonarán un canon anual a AENA. La intención anterior consistía en dar entrada a socios privados (con un máximo del 10%) pero también a las Administraciones autonómicas o locales en la gestión individualizada de los grandes aeropuertos (con otro 39%). Fomento considera que el de Madrid le puede proporcionar a AENA unos 9.000 millones durante la vida de la concesión (de unos 30 a 40 años) y el de Barcelona unos 5.000.

Mas ve "gato encerrado" y Nadal pide aclarar el papel de la Generalitat

Este nuevo diseño, que aprobará mañana el Ejecutivo como decreto ley para su posterior tramitación parlamentaria, constituye un giro muy sustancial respecto al anunciado en enero pasado en el Congreso, donde se comprometió a enviar antes de junio un proyecto de ley de Modernización del Sistema Aeroportuario.

El nuevo secretario de Estado de Transportes, Isaías Táboas, explica que "el ministro [José Blanco] siempre ha hablado de un modelo más eficiente, que fomente la competencia mediante la gestión individualizada". "Que esté en manos de empresas garantiza más competencia", opina. Pero no explica cómo se evitará que los dos aeropuertos cuya gestión se privatizará primero (sobre los que hay "interés empresarial") caigan en las mismas manos si presentan la mejor oferta. Lo relevante, indica, "es la señal que se envía con este modelo".

Tampoco está aún claro cuál será el órgano regulador (quizá la Dirección General de Aviación Civil) ya que, por ejemplo, algunas de las tarifas seguirán siendo precios públicos fijados por ley como hasta ahora (tasas de aterrizaje y pasajero, entre otras). Los concesionarios podrán fijar los precios de superficies comerciales, publicitarias, etcétera. No está decidido que el dinero que se obtenga de la venta del 49% de AENA vaya a amortizar su deuda o irá a las arcas del Estado para aliviar la suya, según Táboas.

Las reacciones al anuncio de Zapatero van desde un cierto entusiasmo contenido de Ferrovial (dueño de los aeropuertos británicos de Heathrow y Standsted) y Abertis (que gestiona el londinense de Luton junto a AENA Internacional), que ya han expresado su interés, hasta el rechazo de los sindicatos y partidos de izquierda, pasando por el escepticismo del PSC o la sospecha de CiU.

El próximo presidente de la Generalitat catalana, Artur Mas, ve "gato encerrado" en la operación anunciada por Zapatero. Y desde el PSC, el aún consejero de Política Territorial, Joaquim Nadal, pidió al Ejecutivo que aclare cuál será el papel institucional del Gobierno catalán.

El propio presidente del Gobierno había prometido a las Administraciones autonómicas un "papel determinante" en el nuevo modelo aeroportuario, pero ahora solo se les da participación en los Comités de Coordinación Aeroportuaria, a no ser que quieran participar en la concesionaria.