Buena compañía
Dos frentes esenciales para la belleza acompañan a los ojos. Las cejas y las pestañas requieren una atención y cuidados que no siempre se les dispensan.
Alargar, curvar y engrosar las pestañas. Aunque la máscara sigue siendo el complemento favorito de la mayoría de las mujeres, también es cierto que no siempre se desmaquilla adecuadamente. "Es necesario utilizar un producto específico que arrastre por completo los restos del maquillaje sin irritar los ojos y sin que se caigan las pestañas. Suavemente y sin frotar, la máscara se elimina desde la base hasta la punta y de dentro hacia fuera", explica Gato, maquillador de Maybelline.
Por suerte, las máscaras de última generación contienen polímeros, queratina, ingredientes marinos y acondicionadores específicos para conseguir una sensación de suavidad al maquillarse evitando antiestéticos grumos o pegotes, sensación de dureza y borrones innecesarios. Se trata de alcanzar gran longitud y volumen sin dañar el pelo. Además sus cepillos han sido objeto de numerosos estudios hasta lograr el diseño más perfecto; en forma de cuchara, de hoja, planos o convexos para rellenar huecos y maquillar con alta precisión.
En el plano médico, el doctor Javier Anido -director de la clínica de estética A-Clinic-, explica que las pestañas están compuestas por multitud de vellos hipersensibles que se agrupan para evitar que las partículas de polvo se introduzcan en el ojo. "Las pestañas tienen una estructura como la del cabello y están formadas por escamas de queratina, responsables de su elasticidad y resistencia. Deben su color a los pigmentos de melanina y son especialmente sensibles a los rayos ultravioleta, que las resecan y debilitan aumentando su porosidad", continúa.
Cejas que transforman los ojos. Aaron de Mey, creador del maquillaje Lancôme, afirma una y otra vez que los fundamentos de un maquillaje impecable son: una piel uniforme y unas cejas perfectamente dibujadas. De Mey compara el rostro con un lienzo cuyo marco son las cejas y de ahí la importancia de cuidarlas y depilarlas con acierto. Atrás quedó la moda de cejas ultra-finas, casi inexistentes tipo Marlene Dietrich, aunque las muy gruesas y despeinadas tampoco son prototipo de ejemplo a seguir. Un ejemplo a destacar es el de Inés Sastre; si vemos sus fotos de hace 20 años llama la atención sus gruesas cejas despeinadas y casi unidas. Hoy, su mirada se ha despejado agrandando el ojo con una cuidada depilación y un acertado maquillaje. Existen centros de belleza donde realizan un diseño de cejas previo a la depilación. Por ejemplo, los de Felicidad Carrera (914 35 17 24). Norma a seguir: la cola de la ceja debe formar un ángulo de 60º con la comisura de los labios. Un buen truco: cuando las cejas son indisciplinadas, pueden peinarse con un cepillo de dientes impregnado en unas gotas de laca.
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