Fiesta en el montacargas
En la rampa que conduce al montacargas se encuentra plantado un enorme señor de color. Va trajeado, sostiene una lista de invitados y le cuesta horrores sonreír. Para la presentación ante los medios de la nueva evolución del 212 de Carolina Herrera, llamado 212 VIP y concebido por Carolina Adriana Herrera (hija de la diseñadora venezolana), han querido recrear Nueva York en un edificio del barcelonés Poblenou. Al parecer, los neoyorquinos jamás cometen la vulgaridad de subir en ascensor, así que han acordonado el acceso al montacargas (que más tarde acabaría estropeándose) y le han dotado de un aire de fiesta clandestina en un almacén abandonado. "Nueva York es una ciudad que está presente en todas las demás. En cualquier capital del mundo encuentras algo que te recuerda a la Gran Manzana. Incluso el montacargas averiado", comenta al día siguiente Carolina Adriana Herrera.
Creado en 1999, el perfume de Carolina Herrera que lleva el prefijo telefónico de Manhattan en su nomenclatura se ha convertido en un clásico. Desarrollada por la firma catalana Puig, la fragancia conectó con el público, gracias a una composición olfativa atractiva y nada agresiva y, sobre todo, a una capitalización de la iconografía neoyorquina a través de la idea más lujosa y romántica que se tiene de la ciudad. Durante la pasada década, la firma ha lanzado diferentes spin off de la fragancia original, como On Ice o Sexy. Detrás de ellas se encuentra la hija de la diseñadora. Con total libertad a la hora de idear el concepto de los perfumes, Adriana se desmarca con 212 VIP de la imagen tradicionalmente asociada a un clásico, con todo lo bueno y malo que eso conlleva. "No era el momento de ser conservador. Quería un diseño de concepto que reflejara lo que es hoy Nueva York, su fuerza y energía. Como las fiestas en la ciudad, que son especiales porque están llenas de gente especial".
Cuando Carolina Adriana decidió adosar el concepto de la nueva fragancia al universo noctámbulo de Nueva York, lo último que deseaba era otra idealización del pasado esplendoroso de Studio 54, con su Bianca Jagger y su caballo blanco o su Andy Warhol diseñando el pase VIP. Buscaba un concepto más cercano a la democratización del derecho a sentirse especial que se ha producido durante la pasada década. "Quería a gente que me inspirara, que hiciera cosas que me interesaran. No quería famosos ni celebridades vacuas. Deseaba toparme con gente que me fascinara. Para mí, un VIP es alguien que, al conocerlo y saber lo que hace, inmediatamente yo desee hacer lo mismo que él. Creo que el concepto VIP se ha desvirtuado mucho en los últimos años".
Encontró a 10 personajes de la Gran Manzana que no acostumbran a aparecer en las portadas de las revistas, pero a quienes sería muy interesante conocer en una fiesta cualquiera en un montacargas. El resultado de la búsqueda quedó documentado en un vídeo y una revista, a través de los cuales cada uno de estos personajes nos descubre el "Nueva York más creativo y enérgico". La lista de invitados a la fiesta de Adriana contiene gente tan dispar como Giulia Marchiori, jefa de relaciones gubernamentales de la Clinton Global Iniciative; la fotógrafa y directora creativa de Dossier Skye Parrot, la disc jockey Cassie Stevens, la heredera y editora de moda Amanda Hearst -acaso la única concesión a la cultura de la celebridad- o el periodista Cator Sparks. Para él, "un VIP en Nueva York es alguien suficientemente seguro de sí mismo para convencerse de que va a conseguir lo que se proponga. El problema de la ciudad es que es ahora demasiado cara y ya no es posible que en Manhattan surja una Madonna. Los artistas muertos de hambre ya no pueden permitirse vivir allí". ¿Corre peligro Nueva York de convertirse en un tópico, en víctima de su éxito? "Jamás", asevera Carolina Adriana. "En Nueva York siempre encuentras lo que buscas, y 212 VIP es la prueba de ello". Solo hay que hacer una lista, pues.
Fragancia urbana
Elaborado por el perfumista Alberto Morillas, 212 VIP se desarrolla a través de tres pulsaciones: fun (diversión), socialité (socialización) y estilo. Se trata de una fragancia urbana y femenina, elaborada a partir de elementos como el ron, la haba tonka, la flor de la pasión, la vainilla o la gardenia. El perfume masculino se venderá en 2011.
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