Talentos
Una cámara a la orilla del Yangtsé
ELSA FERNÁNDEZ-SANTOS | Madrid
Ni siquiera las columnas de hormigón permanecen quietas, la velocidad destruye un país que ha confundido el cambio con la extinción. Pese a todo, el hombre resiste, y por eso junto al río, se puede ver a un grupo de jóvenes que comen tranquilos, incluso se ríen, pese estar rodeados de un mundo que agoniza.