Spanair pierde 186 millones de euros en su primer año en manos catalanas
Los directivos Ferran Soriano y Mike Szücs ganaron 450.000 euros en 2009
La travesía de Spanair para convertirse en una compañía rentable y capaz de realizar los prometidos vuelos intercontinentales desde Barcelona no resulta sencilla. La compañía aérea cerró 2009, su primer ejercicio en manos de empresarios e instituciones público-privadas catalanas, con unos números rojos de 186,15 millones de euros. La cifra supone una mejora respecto a 2008, cuando la empresa perdió 218,3 millones.
Los directivos de la compañía habían calculado e informado este año de unas pérdidas operativas de unos 120 millones para 2009. Según las cuentas consolidadas comunicadas hace unos días al Registro Mercantil, el resultado de explotación (antes de impuestos e intereses) arrojó una pérdida de 167,8 millones, 10 menos que el ejercicio anterior.
Las pérdidas bajan respecto a 2008, pese a la caída del 38% en los ingresos
La contención de las pérdidas se produce pese a que los ingresos cayeron un 38%, hasta los 673 millones. La empresa puso en marcha ese año un importante ajuste de costes -con despidos y reducciones de flota y salario-. Además, La sociedad dominante mantiene en su activo no corriente crédito fiscales con bases imponibles negativas generadas en ejercicios anteriores por valor de 28,9 millones.
La firma auditora, Deloitte, constata el patrimonio negativo de la aerolínea tras años de pérdidas, aunque anota que el plan de negocio diseñado para 2010-2013 "permite la obtención de beneficios en 2012". Ese es el año en que los nuevos gestores prevén ser capaces de impulsar rutas de largo radio desde Barcelona, el leitmotiv de esta nueva etapa de Spanair. El informe de gestión de la aerolínea señala que la "misión es ser la línea aérea de red líder en Barcelona y construir el hub (centro de conexiones de vuelos) del sur de Europa y el Mediterráneo".
El empresariado y las instituciones catalanas llevan años criticando la carencia de largos vuelos transoceánicos y el cada vez mayor peso de los vuelos de bajo coste en el aeropuerto de El Prat. Spanair, la compañía de la que SAS quería desprenderse en 2008, se convirtió en una oportunidad al comprarla por un precio simbólico y lograr que el propietario asumiese sus deudas. Pero, para cumplir su misión, la aerolínea debe salir de pérdidas.
La memoria también señala que el Consejo de Administración de Spanair obtuvo una retribución de 450.000 euros, frente a los 43.000 de 2008. El motivo de este salto es que los 450.000 euros corresponden al presidente no ejecutivo de Spanair, Ferran Soriano, y al consejero delegado, Mike Szücs, ya que el resto del Consejo no percibe retribución, según explicaron ayer fuentes de la aerolínea. En la etapa de SAS, el Consejo solo cobraba dietas. La alta dirección de la sociedad percibió 2,8 millones, frente a los 1,7 de 2008, pero más de un millón corresponde a indemnizaciones. La compañía está aún participada por SAS en un 20% y el 80% restante pertenece a la sociedad IEASA, en la que participan la empresa pública de la Generalitat Avançsa, la firma de capital riesgo Catalana d'Iniciatives (con Generalitat y Ayuntamiento de Barcelona como accionistas minoritarios), Volcat 2009 (una sociedad empresarial privada), Turismo de Barcelona y Fira de Barcelona.
La compañía cerró en 2009 una importante ronda de financiación, al lograr 50 millones de crédito con entidades privadas (de los que 40,5 se han ejecutado) y una ampliación de capital de 50. Con SAS tiene un crédito de 139 millones (de los que 10 se han cerrado en 2010).
Ayer se refirió a esta inversión el presidente de Turismo de Barcelona, Joan Gaspart, quien aseguró que el gasto realizado no está dañando sus cuentas. Concedieron a la aerolínea un crédito de 15 millones a 15 años. "Lo vamos compensando", dijo. "Y lo volveríamos a hacer, tantas veces como fuera necesario", subrayó, informa Cristina Delgado. Según Gaspart, Barcelona necesitaba vuelos intercontinentales.
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