Los 500 millones de ayuda

La balanza se decanta definitivamente hacia el lado del dinero: hace un tiempo se ayudó al sistema financiero con una enorme cantidad de millones. Ahora, y tras la reunión del Ejecutivo con los empresarios, se decide aportar otros 500 millones más a los ya previstos para el Presupuesto de 2011. Solo ha sido necesario un encuentro para que el Gobierno comprenda la grave situación de las empresas. ¿Por qué no son tan comprensivos con los trabajadores, parados, mayores, funcionarios...? ¿O es que el dinero solo está disponible según para quien? Al final este tipo de comportamiento gubernamental crea gran desconcierto porque uno ya no sabe cuál es de izquierdas y cuál de derechas.

Ahora, las vindicaciones empresariales son motivadas por la falta de liquidez de las Administraciones, que les demoran los pagos una y otra vez. Es meridianamente claro que al sistema financiero y empresarial solo le interesan las Administraciones por el dinero y, por ello, presionan para que se privaticen las obras y servicios y no les gusta nada que se regale en atender a parados, ancianos, salud y enseñanza públicas, ayudas sociales, etcétera.

Las empresas amagan con reducciones en las prestaciones de servicios y en las plantillas si no cobran, argumentos de mucho peso como para que el Gobierno no les haya escuchado.